-Hola Silvanna, soy tu madre biológica- ¿Silvanna? Definitivamente aquella mujer estaba confundida o quizás solo era una loca, pensó la extrañada joven.
- No eres mi madre y no soy Silvanna- respondió rápidamente.
- Ese es tu verdadero nombre... de sirena- una carcajada fuerte resonó en toda la habitación.
Malia amaba todo lo que tenía que ver con el mundo de lo imposible, lo mágico e intrigante para el hombre, sin embargo, su amor por lo mítico no daba razón a tan absurda respuesta dada por aquella desconocida.
- ¿Te burlas de mí? - una simple pregunta acompañada de molestia se resolvió a si misma al ver la seriedad en el rostro de aquellos que se encontraban frente a ella.
- Soy Celeste, tú madre, y tu padre es Mark, somos de la ciudad NylenciƎ un hermoso lugar ubicado en las profundidades del océano. Hoy venimos para recogerte y enseñarte sobre nosotros.
Para Malia o mejor dicho Silvanna no tenía sentido, todo parecía ser un cuento creado por unos locos. ¿sirenas? Como podía ser eso posible. El solo pensar en aquello era estúpido.
-Hace 15 años cuando recién cumpliste tus dos años, la ruptura de un viejo tratado de paz logró sentenciar nuestra ciudad. No estábamos preparados para tal catástrofe. Luchamos con valor, con firmeza y esperanza, lastimosamente todo terminó pronto y nosotros tuvimos que huir dejando atrás todo lo que conocíamos y amábamos.
>> fueron tiempo tristes, vimos morir a nuestras familias, muchos fueron incluso esclavizados por los guerreros de la otra ciudad. Todo fue un caos. NylenciƎ no pudo responder a tan brutales ataques. Por suerte pudimos escapar, pero nuestra única opción era refugiarnos con los humanos, a pesar de esto, aún existía el riesgo de ser perseguidos o con el tiempo encontrados y asesinados, así que al cambiar a nuestras formas humanas te llevamos en brazos hasta el hospital más cercano, allí me escabullí y logré entrar a una sala con extrañas capsulas para bebés. Al ser de nuestra "raza" las diferencias físicas eran bastantes, por ejemplo, bajo el océano somos de rostro muy delgado y poseemos branquias tintadas con colores fuertes y brillantes, pero en tierra firme nuestra forma humana oculta eso, sin embargo, el rasgo más notorio es especialmente la altura, pues, de hecho, aún con dos años de edad poseías el tamaño de un bebé humano de 1 mes de nacido lo que me facilitó el dejarte en una de las capsulas. Fue horrible pensar que debía dejarte- El dolor de una madre no puede pasar desapercibido, el de la mujer era claro- Antes de dejarte hice lo mejor para ti usando un pequeño hechizo: te borré la memoria. De esa forma serias una niña normal y estaba segura que vivirías muy bien.
-Me estás diciendo que me borraste la memoria para olvidar que soy sirena, pero no tiene sentido, cuando tocara el agua volvería a ser sirena. – Las películas siempre hablan de mujeres que al tocar el agua voluntaria o involuntariamente sacarían a flote su cola de pez así que no tenía sentido lo que Celeste planteaba sobre vivir como una humana común.
-Esto querida, no es Disney ni el mundo de Barbie, regresar a tu forma de sirena no es tan sencillo. Nuestro cuerpo no es igual al de los demás, pasamos procesos de adaptación antes de volver a nuestra forma normal y es algo complicado, en especial cuando no recuerdas que poseías cola de pez o nunca antes habías tocado tierra firme por mucho tiempo- fueron las únicas palabras que el hombre, Mark, pronunció.
>> hay muchas cosas que debes aprender. Tu padre y yo salimos de hospital y allí tuvimos que elegir entre vivir en el miedo o en la ignorancia. Al final, juntos decidimos que era mejor olvidar e iniciar una nueva vida por lo que con miedo borramos nuestras memorias no sin antes crear un pacto especial. Como seres del agua, seres míticos y mágicos, considerados incluso hadas del agua usamos nuestras energías para generar una especie de barrera que lograría conectarnos con aquello que olvidamos hasta cierta edad. Podríamos recuperar la memoria cuando tu padre cumpliera los 38 y yo los 35 años de edad. Aceptado el pacto dijimos que cuando todo pasara vendríamos por ti si no había ningún peligro.
Malia estaba confundida, pero al tiempo se sentía diferente, se sentía atraída por lo desconocido y emocionada por lo extraño, por lo que continuó escuchando atentamente a su "madre" quien con tristeza le confesó que al perderlo todo, incluso su memoria, no pudo reaccionar de mejor manera, por lo que empezó a gritar incoherencia mientras huía de aquel hombre a su lado que estaba igual de alarmado que ella; eran dos desconocidos con un pasado que no recordaban. Finalmente, Celeste fue internada en un psiquiátrico donde no supo más de Mark hasta que llegó a la edad suficiente.
-logré recordar todo, sabía que tu padre debía estar recordando también así que como pude hui de aquel lugar para encontrarme con él cerca al hospital, el último lugar donde nos vimos. Estando allí cruzamos miradas y empezamos nuestra búsqueda, estábamos decididos a encontrarte.
- No tiene sentido- espetó Malia con rapidez- es muy poco probable que ambos cumplieran años el mismo día, por lo tanto, no es posible que se hubieran topado el uno con el otro en el mismo lugar al mismo tiempo
- En NylenciƎ nada funciona como en la tierra. Nuestros ancestros crearon una de las más raras tradiciones. Como símbolo de unión marital al casarse los esposos se adaptan el uno al otro de tal manera que sus cumpleaños pasan a ser el mismo día, logrando así que se comparta hasta lo más mínimo. - ciertamente es una tradición absurda. - Hay mucho que contarte y enseñarte. Todo a su tiempo. - finalizó celeste
Tiempo. El tiempo parece avanzar rápido mientras juega una sucia pasada, un injusto juego. Parece que el tiempo y el destino son grandes amigos que se toman de las manos y se divierten generando situaciones extrañas, incoherentes y que pueden poner toda una vida boca abajo en un momento.
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Editado: 24.07.2020