Perdóname por ser mujer (1)

14-Amigos

Hope

Al salir noté que las clases ya habían terminado al ver los salones vacíos. Parece que estaba tan absorta en la "entrevista" de la profesora Clara, que no me di cuenta de que el timbre de finalización de clases ya había tocado. Igualmente, esa entrevista había sido de mucha ayuda ya que pude poner en orden mis sentimientos por Marco y al fin tomé mi decisión. Quería estar con él y nada, ni nadie me lo impedirá. Además, estaba segura de que Marco sentía lo mismo.

Fui hacia mi salón para buscar a mis amigas que seguramente me estaban esperando. Pero mi sorpresa fue muy grande al ver que el que me esperaba era otro. Marco estaba sentado en la mesa del profesor. Miré toda el aula, vi que mi mochila aún estaba en mi siento y ya se habían ido todos.

—¿Te quedaste a esperarme?ꟷpregunté extrañada.

— Sí. Quería decirte que lamento mucho que te hayan involucrado en todo este quilomboꟷdijo apenado. Capaz fuera una idea tonta, pero creo que Marco estaba preocupado por mí.

—No te preocupes. A mí lo que digan los demás, no me importaꟷaseguré con una sonrisa. La verdad me importaba poco y nada lo que los demás pensaran. Obviamente era molesto el verlos muriéndose por preguntarme cosas, pero creo que era capaz de lidiar con ello. Y más ahora que tenía un objetivo.

—Que bueno escuchar esoꟷ empezó a mirar el suelo. Parecía que quería decir algo más y las buscaba en el piso—Con respecto a lo que paso en mi casa, lamento mucho mi descompensación. Me dolía la panzaꟷ.Se notaba que para él también era una excusa estúpida, pero haría como si me la creyera asi que asentí cuando el levanto la vista—¿Puedo preguntar porque te llevaron al DOE?

«Mejor no digo nada sobre mi conversación con la entrometida de la profesora Clara»

—Es una entrevista para saber sobre el futuro de los egresados. Supongo que fui la primera. Me pregunto sobre mi familia ,sobre qué es lo que pienso hacer después de egresar. Cosas asíꟷBueno, ahora que lo pensaba, en ningún momento me pregunto sobre lo que iba a estudiar después de egresar.

—¿Solo eso?ꟷindagó como si no me creyera.

—SíꟷAsegure. «Bueno, él no me cree sobre la entrevista y yo no le creo sobre su dolor de panza, estamos a mano»

—Lo mejor será que nos vayamos antes de que vengan los de la tardeꟷsugirió bajándose de la mesa.

Yo tome mis pertenecías y salimos del salón. En el colegio ya no quedaba mucha gente de la mañana, pero los de la tarde estaban ingresando. Por suerte, los de la tarde y la mañana éramos dos mundos distintos. Así que a nadie le importaba que estuviera caminado con Marco para salir del colegio, ya que él y yo no éramos conocidos en la tarde.

Durante el trascurso de nuestro corto camino empecé a idear maneras para que sigamos juntos un rato más. Cuando salimos del lugar nos quedamos parados mirándonos, era obvio que ninguno sabía que decir. Pero yo tenía que decir algo antes de que Marco se despidiera.

—Marco, ¿querés ir al Burger? Tengo cuponesꟷ « ¿Cupones? ¿En serio dije cupones? Bueno, es mejor que me conozca como la rata¹ que soy» Marco me miraba curioso hasta que se rio.

—Dale, tengo hambreꟷrespondió entre risas. «Bueno, por lo menos lo hago reír»

Nos embarcamos hacia el Burger que estaba cerca del colegio.

Al hacer la fila saqué mis cupones, pero me di cuenta de un pequeño detalle. No tenía plata, ya que toda se la había dado a Manuel y no le pedí a Ana, debido a que supuse que volvería a casa para comer. En mi triste billetera solo había un billete de dos pesos en donde el antiguo propietario había convertido a Mitre en Charly García. «Muy bien, Esperanza tenés que dar la cara y decirle a Marco que no tenés ni para un chicle»

—Marco, si querés vos comprate una hamburguesa, yo no tengo tanta hambreꟷdije intentando sonar convincente, pero como los elefantes aun me seguían meando, mi estomago empezó a gruñir.

—Creo que tu panza no dice lo mismoꟷmiro mi estomago divertido mientras yo lo escondía entre mis brazosꟷ ¿Qué pasa? ¿No tenés plata?

«Creo que, si sigo así, seré su payaso particular»

—No tengo. Se la di mi hermano.

—No pasa nada. Yo pago. Además, es un dos por uno, si no tuviera el cupón pagaría lo mismo.

—Pero yo te invité, yo quería pagarꟷdije enfurruñada. Maldito Manuel. «Si sigo así creerá que soy una vividora»

—Mayormente los hombres son los que pagan.

—Eso es machista.

—En los tiempos de mi abuelo eso se llamaba caballerosidadꟷdijo divertido —. Hoy pagare yo. Después me compraras un balde de pollo de KFC ¿Te parece bien?

—Está bien, solo que tenés que decirme con un tiempo de anticipaciónꟷMarco empezó a reír por mi comentario mientras me miraba contrariada. Definitivamente este chico se ve muy lindo cuando ríe.



#47372 en Novela romántica
#12286 en Joven Adulto

En el texto hay: misterio, novelajuvenil, traumas

Editado: 05.12.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.