Lorcan Khalahari
-Ya nos llamaron del colegio donde si te aceptan Lorcan- Dice mi madre con un tono dulce como si no hubiera hecho nada y cambiarme de colegio sea de lo más común.
Levanto la mirada mientras juego con la fruta en mi plato, y solamente me limito a asentir y sonreír de manera ligera. Me devuelve la sonrisa y continuamos comiendo.
Ella decide romper el silencio que se había creado diciendo-Se que no va a ser fácil adaptarse a un nuevo colegio cariño, pero… nos fue muy difícil encontrar uno, ya que toda la ciudad se ha enterado de lo que se te “acuso” supuestamente en el antiguo colegio- Sabia que a mi madre no le gustaba la idea de decirlo como lo que ralamente hice, así que decide decirlo como “lo que se te acuso”, ya que se negaba a creer que su único hijo tenia curiosidad por saber que se sentía matar a alguien sin ningún remordimiento.
Mamá es una grandiosa abogada ya que en sus 27 años de ejercer, nunca a perdido un caso y el mío no iba a ser la excepción. Así que logro hacer que yo solo fuera un sospechoso más y me dejaran ir sin ningún cargo, pero bueno gracias a esa acusación me habían echado del colegio y tuvimos que encontrar otro hasta que uno ignoro la acusación que se me hizo. Así que de nuevo ya tenia que levantarme temprano, genial.
Mi padre por otro lado se encontraba en la empresa que el mismo había creado que era fabricación de armas, no voy a mentir le iba demasiado bien lo mucho como para permitirnos una mansión de tres pisos, alberca, jacuzzi, un patio lo suficientemente amplio, coches y lujos que ya se imaginaran. No soy normal y no me importa serlo ya que esa mierda aburre, pero tampoco soy un asesino como todos piensan.
Creí que mi estancia en el nuevo colegio iba a ser aburrida si, claro que tengo a Aeron que es como mi mejor amigo, el estaría conmigo en la escuela, así que no seria tan aburrida, pero no contaba con conocer a una chica que realmente llamaría mi atención.
Ya estaba anocheciendo así que salí al balcón de mi cuarto el cual tenia una vita limpia ya que np habían muchas casa al rededor y saque un cigarrillo, lo encendí y lo lleve a mis labios, le di una calada y mantuve el humo unos segundos en mis pulmones para después exhalarlo, la verdad es que fumar me relajaba, leer y que nadie me molestara nunca mientras lo hacia me fascinaba, ya no hay nada mejor que leer un buen libro y que nadie te moleste. La mayor parte me la pasaba en mi cuarto ya sea leyendo, escuchando música o durmiendo, no era muy social y tampoco me importaba serlo porque siempre tienes que fingir ser una persona magnifica y luego poco a poco ir dando tu verdadera cara sin darte cuenta solo porque “entras en confianza” cundo es obvio que se van a terminar alejando o hablando mal de esas amistades con otras personas, porque no se puede confiar nunca en nadie, o bueno eso creía yo, hasta que llegue al colegio y me presentaron con aquella chica de cabello cobrizo y figura envidiable la cual seria mi perdición y me traería nuevas experiencias. Desde que la vi supe que mi historia con ella no iba a ser para nada normal y eso me encantaba por que ni siquiera yo lo era.
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dependencia emocional, problemas alimenticios, ansiedad y depresión
Editado: 07.03.2022