Permafrost: la llegada del invierno (elemental School 2)

Capítulo 9: El relámpago de la tormenta

Con el profesor Azariel lejos, la lluvia azotando sus caras y el frío en el ambiente tenían una desventaja clara contra aquél extraño.

—¡Oye amigo! —le gritó Sebástian— ¿Quien eres?

No hubo ninguna respuesta de parte del enmascarado de pelo blanco, quien se acercaba a ellos con su conocida lentitud aterradora.

—¿Quién eres? —repitió— ¿Por qué haces esto?

Sebástian, Wyatt, Sun—Shin y Luna sintieron que fueron absorbidos repentinamente por el suelo, siendo enterrados hasta los hombros.

Ryan caminó frente a ellos dirigiéndose al elemental de hielo.

—¡Tenías un trato con Sebástian! —le reclamó Luna— ¡Tenían una tregua!

—¿Y es que hablando van a ganarle? ¿Creíste que acepté en serio lo de una estúpida tregua? —se burló— yo lo acabaré con mis manos sin preguntarle cosas que ni al caso y que nomás valen para pura fregada.

Ryan avanzó hacia sujeto bajo la lluvia y el sonido de sus "inferiores" abucheando y reclamandole.

—Un criminal asqueroso contra el más fuerte de la clase... lo mejor será que te rindas antes que sea peor.

El extraño solo lo vió con su mirada asesina y los puños apretados.

—Tus manos... —comentó Ryan con una sonrisa— si te las rompo... ¿Podrías atacar, o pelear tan siquiera?

La tierra se abrió y el extraño quedó en la misma situación que el cuarteto, quienes estaban viendo a lo lejos. Ryan golpeó la cara del sujeto combinando sus puños de tierra y sus manos en estado normal, hasta que una densa niebla lo dejó desorientado, permitiendo al sujeto escapar y contraatacar con un golpetazo haciéndolo caer al suelo.

—Pues estás lleno de trucos —le dijo el castaño desde el suelo— pero no es suficiente si planeas ganarme.

—¿No te cansas de ser tan engreído? —preguntó con su voz que, en cierta forma, podría describirse como "congelada".

—¡Deja de hablar! —le gritó tratando de atacar con su terrataladro.

En un santiamén, un muro de hielo se levantó a modo de una efectiva protección para el peliblanco, haciendo que el taladro se destruyera junto con el muro. Varios fragmentos de hielo volaron alrededor de ellos, y Ryan aprovechó esa distracción para golpear fuertemente el estómago de su rival, haciéndolo caer al suelo tratando de respirar y apretando su panza.

—¡Te dije que no tendrías oportunidad, como no estoy cansado como la otra vez te estoy partiendo en verdad! —se burló Ryan golpeándolo aún más.

Al ver que estaba volviendo a moverse, Ryan usó de nuevo "trampa movediza"para enterrarlo y seguir atacando. El suelo alrededor del gélido rival se congeló, y haciendo fuerza el hielo empezó a resquebrajarse, dándole libertad a un "agotado" peliblanco.

Un poco apartados del sitio, el cuarteto aún enterrado veía cómo Ryan tomaba la delantera en el combate.

—al final no fué necesario tu charla, Sebástian —dijo Luna— Ryan le va a ganar.

—No, no lo hará —susurró— ustedes no saben de lo que es capaz ese sujeto. Si no ha atacado aún debe tener alguna razón para eso, pero Ryan no podrá ganarle así de fácil.

—¿Qué haremos entonces? ¡No podemos ayudarlo si lo que dices es cierto y "Elsa" decide pelear en serio!

Luna, con aires seguros, volteó a ver a Sun—Shin.

—¡Amiga, lo que te voy a pedir puede que no te guste y entiendo que no quieras, pero necesito que uses tu ácido contra nosotros!

Los tres voltearon a verla confusos, a lo que explicó:

—Primero usa tu ácido alrededor de tí, no debería de hacerte daño que lo toques, así la tierra a tu alrededor se derretirá y quedarás libre.

—Pero... les dolerá.

—¡Aunque nos duela! —repitió Wyatt tratando de animar a Sun—Shin.

—¡Vamos Cha, no dudes! ¡Es por una buena causa! —dijo Sebástian.

En la mente de Sun—Shin, recordó uno de los días en que recibió la terapia de Muyer.

Flashback

—Bien, señorita Sung, lo siguiente que voy a plantearle es: ¿Qué haría si sus amigos se encuentran esposados y necesitan su ayuda?

—Ellos tienen sus elementos para safarse las esposas. Sebástian las quemaría, Luna las oxidaria y Wyatt le pediría a Luna que lo ayude.

—¿Y si no tuvieran elementos?

—No podría ayudarlos, les haría mucho daño si derritiera el acero gracias a mi bendito elemento.

—Me sorprende que piense así, aunque padezca lo que tiene —dijo el doctor con un tono reflexivo— los elementos "malignos" pueden despertar variantes menos dañinas para las personas, y en lo que sé por su expediente posee una variante a la que llama como "no tóxica". Esa variante sí le dolería a sus amigos, pero no pasa de ser dolor superficial sin ninguna secuela mientras que el acero se derrite.

Fin del flashback

Un fuerte sonido de un relámpago la hizo volver en sí, y recordando lo que le había dicho el doctor Muyer, empezó a rociarse ácido.

—No eres tan fuerte como creías, ¿O sí? —se rió Ryan al ver a su rival en el suelo— contra mí no puede... ¡Nadie! —le gritó intentando golpearlo con su puño de tierra.

Aunque Ryan sintió que el ataque golpeó con algo, no vió que fuera con la cara del elemental. Las heladas palmas de las manos de su rival tenía agarrado su puño de frente, la tierra que lo envolvía se tornó blanca como la nieve y desapareció.

—Aun te quedan fuerzas, entonces podré divertirme más conti...

Un golpe el la boca por parte de su rival tumbó de nuevo al suelo, aunque esta vez, se sentía más pesado. El misterioso sujeto estaba encima de él presionando su mano derecha en el aire.

—¡¿Qué haces!? —se alarmó al ver su mano tornándose pálida y sentir algo frío dentro de la misma.

—Fue muy buena tu pregunta, ¿Recuerdas?. "Si te rompo las manos, ¿Podrías atacar o tan siquiera seguir peleando?"

Sun—Shin ya estaba libre y, desanimada y asustada, soltando ácido alrededor de Sebástian, quien trataba de ignorar el dolor que eso le causaba.



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En el texto hay: misterio, juvenil, ficcion

Editado: 26.02.2024

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