Capítulo 13: El entrenamiento de preludio

Una mañana de día sábado, Sebástian se levantó temprano, se vistió de ropa deportiva y, sin la luz del sol aún brillando, reunió al cuarteto en uno de los tantos pasillos de la escuela.

—¿Para qué nos levantaste tan temprano? —bostezó Wyatt con una pijama de rayitos puesta.

—Iré al grano, ayer le dije a Ryan lo que descubrimos sobre Alek y...

—¡¿Y por qué le contaste a ese?! —lo regañó Luna interrumpiéndolo.

—Pues es parte del equipo, así que debía de hacerlo —le respondió—. El punto es que dijo que en caso Kriogennyy regrese de nuevo deberíamos de intentar no ser tan un estorbo y tener más trucos y fuerza, básicamente entrenar a como Cha y yo lo hacíamos, ¿qué dicen?

—Sí recuerdas que no podemos salir de la academia, ¿verdad? Cha y tú lo hacían cerca del bosque sombrío y eso ahora está prohibido.

—¿Quién ha hablado de salir? —sonrió— El gimnasio está vacío, podríamos usarlo perfectamente para hacerlo, la cosa es que necesitamos saber más trucos y movimientos por lo que deberíamos buscar dónde aprender algo nuevo.

—¿Qué nos sugieres? —inquirió Wyatt mostrando interés.

—Por el momento he encontrado algo que me podría servir si la cosa pasa a mayores, lo leí en el libro de educación elemental que nos dió el profesor Azariel, así que propongo que podrían los interesados comenzar por ahí.

—¡Yo acepto! —exclamó Cha— me sirve para retomar nuestras actividades, Sebástian, además que el doctor Meyer también me ha ayudado mucho y quiero saber si ya puedo entrenar sin preocupaciones.

—Si es así, acepto también —dijo Luna.

—Igual yo, así también me evito volver a pasar por eso de la otra vez —opinó Wyatt.

—¿Y qué es lo que vas a intentar aprender? —preguntó Cha con la energía con la que Sebástian la recordaba en aquellas clases.

—Domino mi fuego para lanzarlo en esferas y puedo mantener mis llamas en mis manos gracias a tí, así que pensé en combinar ambas como en un lanzallamas según ese libro. Por si acaso voy a repasarlo un rato en búsqueda de cosas para ustedes, pero ese entrenamiento sería lo más temprano posible para evitar sospechas.

—De ser el caso entonces ni bien terminemos de desayunar ya estemos allá, ¿qué opinan? —propuso Luna llevándose la aceptación de los presentes— De acuerdo, voy a irme bañando y estaré allá.

La imagen de Luna dió la media vuelta y regresó a su habitación, siendo esta acción repetida por sus otros tres amigos que, llegados a sus cuartos, por primera vez leyeron con ganas algo sobre la clase de Azariel.

La mañana iluminó de mejor manera los pasillos, el comedor y finalmente la figura del cuarteto dentro del gimnasio, misma que por desgracia se hallaba con la presencia de otros dos estudiantes hablando en las gradas.

—¿No que nadie? —se quejó Wyatt— Bueno ni modo, mis fans esperan verme el desempeño que hasta a las gradas se fueron —ironizó.

—¿Qué tienen aprendido? —sonrió Sebástian por lo de los fans.

—Como aún no me siento lista para algo de ataque me llamó la atención “cuerpo acidificado” —respondió Cha—, básicamente me hace enteramente de líquido corrosivo tal que no podría sufrir daño.

—A mí me falta algo con elegancias, ¿sabes? Y qué mejor manera de hacerlo que con un destello que sale tras arañar al aire.

—¿Voltaic clawling? —inquirió Luna al oír aquella descripción.

—Exactamente —sonrió—, elegante, dañino, rápido y a distancia. ¿Y tú Luna?

—Como dispongo de mi hidrolátigo me puedo abrir a varias estrategias, pero siento que la mejor sería amarrar a Alek y hacerle caer encima una cascada con forma de puño, valga la redundancia se llama “golpe cascada”.

—Increíble lo que uno aprende leyendo si tiene ganas —sonrió Wyatt—. ¿Y ahora qué?

—Cuando entrenaba con Cha nos peleábamos entre nosotros para ir calentando y comenzar a usar esos movimientos, así que… ¡Ven con todo, Cha! Ahora sí ya no te puedes quejar de que no hago me tomo algo en serio.

Sebástian lanzó una bola de fuego a su compañera,misma que fue extinguida cuando un chorro de ácido le pasó por encima cuando esta reaccionó.

—Sí, esto me será muy útil con mi tratamiento.

—Entonces mediquémonos como se debe, ¿okey? —bromeó tomando una postura defensiva.

Cha lanzó un chorro de ácido a Sebástian, mismo que logró darle de lleno en el pecho al intentar esquivarlo, recibiendo esta en respuesta tres esferas de fuego que le dieron en las piernas mientras este se acercaba a ella alzando su mano hacia Cha. La coreana esperaba una bola de fuego, pero pudo observar cómo de la palma de Sebástian fue lanzada cerca suya no una esfera sino un chorro de fuego que permaneció unos tres segundos, tiempo suficiente donde su poros se abrieron y sintieron ese calor por bastante más tiempo.

—¿Ese es el lanzallamas? ¡Felicidades por aprenderlo! —saltó la chica, acción que a Sebástian le hizo esbozar una sonrisa nostálgica.

—¿Y por qué no la atacaste directo? —preguntó Wyatt.

—Porque le hubiera quemado en serio o el pelo, o la cara, o la ropa… la cosa es que como dije, es solo para emergencias donde deba dañar a Alek, pero créanme que no quisiera hacerlo.

—Pero si no estamos para velar por el que nos quiere casi que muertos... ¡Oye Sebástian! ¿Estás bien? —siguió Wyatt

—Sí, ¿por qué no lo estaría?

—¡Es que te quiero mostrar el Voltaic Clawling! ¿Vienes?

Sebástian aceptó y las parejas cambiaron de integrantes, dividiéndose ahora por géneros. Sebástian corrió en dirección a Wyatt con su mano envuelta en fuego. Así como así, Sebástian cayó al suelo con un raro dolor en la mejilla. No estaba lo suficientemente cerca de Wyatt como para que lo golpeara, pero tampoco tan alejado para que optara por una descarga.

—¿Eso fue el movimiento que dices? —preguntó llevándose la mano a la mejilla.

—¡Sí! ¡Mira! —sonrió dando un arañazo al aire, y unas garras eléctricas aparecieron frente a Sebástian  imitando el garrazo de Wyatt, dejando en el aire hendiduras volátiles flotando.