#persiguiendoanaylah

Capítulo 9

Donato

 

Si, cuando prometí que iba a hacer todo lo posible para resarcir la mala imagen que tengo en Fales, no me refería a que iba a terminar trabajando para una chiquilla que tiene el tamaño de una garrapata.

¿Es posible siquiera que una persona tan pequeña sea la llamada eminencia de papá y salvación de Fales?

La vas a ayudar, es lo menos que puedes hacer— La mirada de reproche está ahí.

 ¿Crees que ella es la solución? Pregunto simplemente considerando darme por vencido y ceder al juego de muñecas con la pollypocket.

 ¿Te han dado resultados positivos tus últimas estrategias?, mira no sé cómo vaya a acabar esto, pero la muchacha tiene razón. Las cosas están mal y si ella tiene ideas nada perdemos con aplicarlas; es eso o dejar que Pierre Falconi aparezca y ahí sí, estarás tu despedido y yo desheredado por quingentésima vez.

La sola mención del abuelo Pierre logró sacar mis pensamientos de mi culo y trasladarlos a mi cabeza. Es por eso que pacté una reunión para replantear la demanda que unos clientes árabes hacen mensual de miles de barriles de queroseno.

Me alegra haber obtenido los resultados esperados, pues accedieron a que se les sea entregado la mitad del pedido por los próximos tres meses, aparentemente los pedidos anteriores les ha dejado sobrantes y pueden trabajar con la mitad de lo normal por un tiempo.

Claro que esperan tener su debido descuento en el precio por barril comprado.

Tal como lo he estado haciendo durante la semana. Llegó a finalizar el turno de administrativos para trabajar sin encontrarme con la señorita ingeniera de medio metro.

Y como siempre las cosas no van a pasar como yo quiero. No claro que no.

La señorita se encuentra sentada en el cubículo de Rocío, tal parece que aún no tiene oficina propia, Ja.

Paso por delante del área para hacerme notar ante ella, pero al ver que esto no resulta y porque quiero que resulte, lo vuelvo a hacer. Las personas suelen notar mi presencia con solo respirar en las estancias.

Admitámoslo, mis seguidoras de Instragram dicen que parezco modelo de revista, cosa que es cierta. Por eso entro a mi oficina y hago la simulación de que algo se me ha olvidado, todo para no perder mi dignidad, lo que queda olvidado cuando paso unas tres veces más delante del escritorio.

Queriendo reservar la poca dignidad que me queda me hago notar haciendo el comentario más estúpido sobre las horas extras. La poca importancia que le da a mi existencia me hace preguntarme que le hice a esta mini mujer.

¿Qué le hice para que quiera cerrar el ascensor conmigo fuera y no disfrutar de mi deliciosa existencia? Yo que le acabo de salvar lo que supongo es su vida, como lo es en mi caso, le devolví su teléfono que había sido olvidado.

El ambiente fue tenso, lo pude sentir. También pude sentir un aroma, para ser sincero es el aroma que un hombre no espera sentir en una mujer de veintitantos años.

Es que ¿Quien espera sentir olor a bebé en una ejecutiva profesional? y no solo eso, ese impulso que sentimos con los bebés de olerlos por mucho mucho tiempo, eso es algo que realmente no espere encontrar.

Tan concentrado me dejó su aroma que no me percate que había salido de la caja metálica y se despedía de Simón el vigilante muy cariñosa, ese tipo de conductas no son muy profesionales.

En mi camina a mi carro, me doy cuenta que un taxi está detenido delante de una muy absorta ingeniera quien sabe pensando en qué, ni la bocina del auto causa reacción en ella.

Si les digo que por un momento he visto la presencia de dos mini Donatos en mis hombros uno con la cara más sexy y angelical que he visto y uno extremadamente sensual con unos ardientes cuernos en su frente. Dios, sí que me luce el rojo.

— Hey hermano, sé no han tenido un buen comienzo, pero mírala es una niña nueva en la ciudad. ¿Podrías ser caballeroso y apartar esos pensamientos de tu cabeza? quien quita hasta podrías ofrecerte a llevarla— ese amigo aunque es sexy no es muy divertido, pero tiene un punto.

Si bueno no debe ser muy fácil adaptarse a nuevos cambios sin conocer a nadie.

— Donato no lo escuches, ¿cómo te ha tratado esa niña en estos días? Te ha desautorizado en frente de los operarios y aparenta saberlo todo. Hay que darle una lección, tal vez así se concientice de cuál es su lugar aquí.

Este amigo como que me agrada más, es cierto, ella debe hacerse a la idea de que si bien va a ayudar a solucionar el problema, sigue siendo una empleada en Fales.




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