(Una mañana de sábado)
-Ahora descanse un poco mejor- Digo apenas despierto pero no salgo de la cama sino minutos más tarde.
Me pongo ropa cómoda para estar en mi casa y bajo a desayunar, cuando estoy bajando las escaleras escucho a mis padres discutir y me paro a escuchar sin que ellos noten mi presencia, sinceramente es algo muy raro que estén discutiendo ya que en mi casa casi que no discutimos.
~Entiende mujer que ya no puedo hacer nada más, el dinero ya no nos alcanza.
~Me importan poco tus escusas, yo nesesito más dinero que esto- mientras avienta al piso el dinero que papá le dió hace unos minutos atrás.
~No grites, despertarás a la niña- Dice mi papá un poco enojado.
~Yo algo la que quiero, y que no se te ocurra volver a callarme- Dice a los gritos- Y ahora lárgate y hasta que no traigas el dinero necesario no regreses, me importa poco cuanto tenga que trabajar.
~Me voy pero por qué ya no aguanto tus gritos- Eso es lo único que escucho antes de escuchar el portaso cuando papá sierra la puerta, escucho pasos acercarse a mi y mi instinto me hace correr a mi aviación en la cual paso el resto del día pensando en que últimamente todo ha cambiado pero para mal.
Mi mejor amigo se ha estado distanciando de mi, mi mejor amiga y mi novio están raros, mis demás amigos me ha dejado de hablar, hay problemas económicos en la casa y muchos conflictos y peleas por lo mismo.
Si antes mi vida estaba mal ahora está peor.
Mis calificaciones han bajado y eso es algo que me afecta mucho ya que yo siempre e tenido buenas calificaciones, es como si poco a poco la vida que conocía de memoria se me viniera en sima y siento que no resistiré mucho.
Pasa el fin de semana y el lunes es cuando inicia la verdadera pesadilla.
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Este capítulo está un poco más corto pero espero le haya gustado.
Los quiere Elizabeth ♥️ ♥️.