Han pasado dos días desde aquella pesadilla, solamente me he limitado a mirar las noticias, pero nadie sabe nada al respecto sobre la muerte de Liliana, por otro lado, no puedo recordar demasiado de esa noche, solo recuerdo el cadáver de la chica y no más.
Enciendo el televisor y me siento en el sofá.
- " tras la repentina muerte de Liliana R. La policía local continúa investigando la posibilidad de un asesinato, sin embargo no descartan la posibilidad de una enfermedad silenciosa no detectada, teniendo en cuenta el daño en sus funciones cerebrales ....
¿Por qué sucedió todo esto? ¿Por qué lo único que recuerdo es el cadáver de aquella chica? ¿Debería contárselo a mis padres?
-¡Adira, date prisa, llegaremos tarde!- grita mi madre desde el pasillo.
Daño cerebral..
Me levanto de forma distraída y paso de largo a mi madre, ella me toma del hombro y quedamos frente a frente.
- Adira ¿estás bien?- pregunta tocandome la frente.
- si, lo siento, es solo que... sigo pensando en la respuesta.
Mi madre sonríe y me da un papel.
- Tienes 20 minutos para pensar en tu respuesta.
Miré el papel y un escalofrío recorrió mi espalda.
La solicitud para el campamento... en estos momentos, no tengo cabeza para tal cosa, sin embargo, debo dar el ejemplo...
-¡Adira!
- V.. voy.
Mientras nos dirigimos a la iglesia me centro en pensar la respuesta con cuidado.
- Mamá..
- ¿si?
- ¿qué sucede si decido no ir al campamento?
- Nada, solamente vas a avergonzarnos
- ah, lo siento.. es solo que..
- Adira, recuerda lo más importante es mantener las apariencias y conservar tu reputación.
- Lo sé.
Supongo que no tengo elección ¿verdad?
Tiene su lado bueno, podré olvidarme un poco sobre.. eso..
Finalmente llegamos a la iglesia.
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Cuando el servicio terminó, el pastor nos presentó a un hombre alto de cabello negro.
- Todos los chicos que asistirán al campamento, deberán acudir con él; hermano, Gilberto, ¿entendio?
-¡Si!- dijimos todos al unísono.
Todos los jóvenes, por órdenes de nuestros superiores formamos una fila frente a un mesa en la cual estaba el hermano Gilberto.
Es algo extraño, nunca lo había visto...
Pasan de uno a uno y dejan sus solicitudes, finalmente llega mi turno.
- Hola hermanita ¿podría darme su solicitud por favor?
- Bendiciones, claro.
El hermano la toma y la lee detenidamente, me mira por un momento y su expresión es de sorpresa, después sonríe.
- así que usted es Adira, es todo un gusto. Tal vez no lo sepa, pero sus padres y un servidor, somos amigos de años- habla sonriendo.
Sonrio confundida.
- Ah, también tiene que llenar esta ficha, debe enviarla a este correo, tiene hasta el día de mañana para enviarla. - me dice mientras me retiro.
Que tipo tan raro, si no fuera parte de la iglesia, cualquiera diría que es un pervertido de clóset. Perdóneme Jesús, pero ante mis ojos así se ve..
Comencé a buscar a mis padres, quienes seguramente estarían en la cafetería, mientras me dirigía a esta, choque con una chica pelirroja.
- Disculpa, fue mi culpa- hablé amablemente, la mujer se giró y me sonrió con amabilidad.
- ¡Adi!, no te preocupes querida, tu madre me dijo que estabas algo rara estos días.
¡Mamá!
- Si.. bueno iré a buscarlos.- di un paso y ella me detuvo.
- Adira- habló seriamente- ¿hay algo qué te esté agobiando?
-¡!
- Lo sabía, si quieres hablar con alguien, puedes confiar en mi..
Es algo extraño contarle a señoras tus penas, sin embargo..
Nos apartamos un poco de las personas.
- Hace dos días, tuve una extraña pesadilla.. - ella me miraba de forma atenta- no recuerdo demasiado.... lo único que recuerdo es.. - cerré los ojos y la imágen de Liliana me invadió.
-¡Amelia!- gritó el hermano Gilberto acercándose hasta nosotras. - Disculpen, hermana Ame, la necesitamos.
Ambos intercambiaron miradas y nos despedimos.
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Miro el cursor del ordenador, tengo la nueva ficha frente a mi y esta totalmente en blanco..
Tengo que llenarla, pero... ¿es realmente necesario? ¿A quién le importa mis miedos?
- Adira- habla mi madre mientras entra a mi habitación- ¿aún no la has llenado?
- No, lo siento. Estoy en blanco.
- Solo tienes hasta hoy para enviarla y más te vale hacerlo ya. El campamento inicia en unos días.
- Lo haré, ¿bien?- respondí sarcásticamente
Mi madre me miró molesta y se puso de pie.
- Adira, no me vuelvas a hablar de esa forma. Es por tu bien- se acercó a mi y me acaricio la mejilla provocando un escalofrío en mi espalda.
Mi madre de la habitación y de forma rápida comienzo a llenar la ficha, como si mi madre hubiera presionado algún interruptor.
Hace dos días que no sucede nada, debería investigar un poco.. posiblemente todo haya sido un terrible coincidencia.
- Veamos, Liliana murió en.. ese lugar y después muere en el mundo real...- escribo en la barra de búsqueda.
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= ¿puede el mundo de los sueños y el nuestro estar conectados?
=¿existen realidades paralelas?
= ¿cuánta probabilidad hay de estar en otra dimensión?
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Mientras buscaba, me quedé dormida, sin embargo no encontré nada que pudiera servirme.
Las voces de extrañas personas retumban en mi cabeza, comienzo a ver fragmentos de escenas, sin embargo ninguna es clara, no logro recordar nada.
Lo único perturbador son los gritos de la chica, una y otra y otra y otra vez en mi cabeza.