Pétalos.

Epílogo.

Un par de días después la puerta de la casa de Chris fue tocada con insistencia, igual que el timbre.

Ambos hombres estaban ahí, así que fueron juntos —y extrañados— a ver qué pasaba, ¿quién tocaba así?

Abrieron y encontraron a una demacrada mujer, la mamá de Michael.

La conocían bien, pero hacía mucho tiempo que no la veían, menos en ese estado: estaba despeinada y su rostro lucía cansado, preocupado y desesperado.

Era como ver a Michael, eran muy parecidos.

—Ho-hola, buenos días... ¿ustedes sabes algo de mi hijo? —dijo, atropellando las palabras, en cuanto le abrieron la puerta.

Incluso hablaba nerviosa.

—No... —respondieron—. Hace mucho que no lo vemos, ¿le pasó algo?

—Y-yo lo llevé a acampar en el bosque, a las afueras de la cuidad, para su cumpleaños, hace unos días... se suponía que lo buscaría en la mañana al día siguiente, así que fui y lo estuve llamando, pero su celular estaba apagado y lo había dejado en casa, supuse que aún estaría dormido así que le pedí a los guardabosques que, si lo veían, les di su descripción, le dijeran que lo buscaría en la tarde. Así que me fui, le envié un mensaje para avisarle, no sabía que había dejado su teléfono en casa, nunca respondió, obviamente... fui de nuevo en la tarde y los guardabosques me dijeron que ningún chico se había aparecido por allá... se hizo de noche y no apareció... empezaron a hacerme preguntas y-y me dijeron que no podía dejar a un menor de edad solo en el bosque, d-dijeron que era peligroso, traté de explicarles p-pero... empezaron a buscarlo ayer pero no han dado con él y llegó la policía y... —calmó su agitada y quebrada voz para tomar aire, sus ojos estaban rojos y temblaban—. ¿Ustedes no saben nada? ¿Ch-Chris está? ¿Puedo hablar con él?

La mujer se invitó sola a pasar, pero el brazo de Darrien se interpuso en su camino, ambos se miraron ceñudos.

—No, no está, y no sabemos nada —le dijo secamente.

—Lamentamos mucho escuchar eso, Lina —empezó Will tratando de apaciguar el ambiente hostil—. Haznos saber en lo que te podamos ayudar, si Chris sabe algo te lo diremos...

—Bien —respondió ella recobrando la compostura—, si él sabe algo que me lo haga saber. Gracias.

Sin más, se fue.

Los hombres cerraron la puerta y se miraron preocupados de inmediato.

—No le digas nada a Chris —empezó Darrien.

Will lo miró sorprendido.

—Pero esto es algo serio, ¿y si sabe algo?

El mayor negó con la cabeza.

—No sabe nada, sino no estaría tranquilamente dormido.

El otro se quedó callado.

Y, sí, Chris estaba dormido en su habitación, era fin de semana y casi nunca se levantaba temprano, ya era más del mediodía.

Tal vez estuviera soñando con Michael... o tal vez no.

...

Chris despertó cerca de las cuatro de la tarde, se perdió el desayuno y el almuerzo.

Su cabello estaba enmarañado y no usó anteojos ese día.

Comió un rápido sándwich y volvió a su habitación, donde fumó un cigarrillo y tuvo una corta conversación con Jesse, quien se escuchaba extraño desde el otro lado de la llamada.

Leyó un poco después de eso, pero no dejaba de sentirse inquieto.

Michael no volvió a aparecer por la escuela los últimos días, pero no le sorprendía. Sólo esperaba que pudiera presentar sus exámenes bien, ya él había presentado todos los suyos, sólo quedaba una semana de clases para hacer repasos y eso, estaba considerando no ir, había pasado todas sus materias, de todas formas...

Salió de su cuarto cuando cayó la noche y su padre lo llamó para cenar. Se sentó en la mesa con sus papás y comenzó a comer.

El silencio en la sala no era confortable.

Levantó levemente la mirada para ver a sus padres, notó que se miraban entre ellos de reojo, como si ocultaran algo, luego lo miraban a él.

Chris decidió no darle importancia, pero siguieron así por varios minutos.

Chris puso sus cubiertos en la mesa y los miró fijamente.

—¿Qué pasa? ¿Por qué me miran así?

Ambos volvieron a mirarse entre ellos, se quedaron callados unos segundos.

—Nada —respondió Darrien como si nada—, come.

Volvió a su comida con normalidad, pero Chris, insatisfecho, buscó la mirada de su otro padre, quien lo miraba nervioso.

Siguieron así por breves segundos, hasta que ya no se aguantó.

—Chrisy... —empezó el de cabello negro, ganándose una mirada de reproche de su esposo, su hijo lo miraba nervioso—. Algo le pasó a Michael.

Todos quedaron en silencio, soltaron sus cubiertos y se miraron entre ellos.

—¿Qué? —preguntó Chris comenzando a quedarse sin aire.

—Bueno, sabes que su mamá lo llevó a acampar hace unos días, ¿no? —habló con calma, el castaño asintió nerviosamente—. Pues... desde entonces no ha aparecido, nadie sabe nada de él, lo están buscando pero...

—¿¡Qué!? —lo interrumpió Chris exaltado, miraba a sus padres con los ojos bien abiertos.

—Está desaparecido, han pasado cuarenta y ocho horas y... —siguió explicando con el mayor tacto que podía, pero fue interrumpido nuevamente cuando Chris se levantó violentamente de la mesa y salió de la casa.

Estaba temblando.

Dejó la puerta de la casa abierta y el silencio volvió a reinar en ella.

Darrien apretaba el puente de su nariz con sus dedos en señal de frustración mientras todo pasaba.

—Déjalo solo un momento —dijo cuando sintió a su esposo levantándose también, sabía que iría a buscar a su hijo—. No hará ninguna locura... creo...

El pelinegro sólo lo miró mal y siguió en lo suyo.

Salió a su patio y no vio al menor por ninguna parte, empezó a llamarlo pero no recibió ninguna respuesta, ¿cómo podía irse tan lejos en unos segundos? ¿Dónde estaba?

Entró a la casa nuevamente y comenzó a llamarlo por teléfono, lo cual también fue en vano porque no tardaron en notar que lo había dejado ahí, ya que empezó a sonar.



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En el texto hay: fantasmas, amor lgbt, angst

Editado: 20.09.2020

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