Capítulo 15
Mundo basta
¡Ya!
¡Pare!
Escucho mucho eso.
Y me hace sentir mal…
Ya sé lo que debo hacer…
No necesito que me lo repitan.
Decirme lo que debo hacer es igual a los comentarios que me hacen bajar el ánimo.
¡Yaaa looo seee!
¡¡¡Crees no se lo que debo hacer!!!
¡Yaaa!
La única maldita mierda que de verdad necesito es… Que escuchen.
No que me llenen de palabras, tras palabras, tras palabras…
Repitiéndome siempre lo mismo…
Ya sea “bueno o malo”.
¡¡¡YA!!!
¡Maldito mundo ya!
Una parte llenándome de malditos comentarios que me hacen sentir mierda… Y la otra parte diciendo que no sea gallina y vuele como las águilas… ¡¡YA!! Coño.
¿¡Y cuál de esas dos partes será la que escuche!?
¿Ninguna?
Ok
Entonces cállense ya.
Estoy harto.
Harto de esta puta vida…
Todos siempre tienen algo que decir…
¡Oh maravilloso!
Que genial que sean tan perfectos.
Y sus consejos sean especiales…
¡Oh maravilloso!
Enserio…
Solo…
Simplemente…
Ya no me digan lo que debo hacer…
Enserio…
Ya lo sé…
No necesito lo repitan siempre…
Mi cabeza se llena de todo eso…
Y al final…
No queda espacio para nada más.
Para ninguna idea… Para ningún pensamiento…
Simplemente… Queda… Saturada…
Sin salida…
Y me ahogo.
Me ahogo en todo eso.
Simplemente…
Ya…
Ya lose…
Enserio…
Por favor…
Mundo…
Ya lo sé…
No me lo repitas a cada rato.
Mundo… Por favor…
Silencio.
Tu ruido constante me abruma.
Mundo… De verdad…
Solo quiero que me dejes solo…
De lo contrario…
Seré yo quien te deje…
Ya estaba de regreso en mi casa y comencé a organizar un poco, entre ellos un estante de libros viejos que había leído más de una vez algunos… Y encontré una hoja con esto…
Lo leí y no recuerdo del porqué lo escribí en su momento… Tal vez porqué me habían regañado o dicho cosas, tal vez porque había hecho algo y me lo repetían… No sé… Pero es curioso…
Es curioso encontrar estos fragmentos de vida escritos… Porque aunque ya ni recuerdes de lo que trata o del momento en que fue escrito, pensado… te enseña que lo que eres hoy, no fue coincidencia… Lo que eres hoy es el conjunto de todos estos momentos que te van formando, te van tallando, te marcan de maneras increíbles, algunos solo te pulen un poco, otros te hacen una gran transformación, te enseñan, te confrontan… Y al final… Quedas tú… Tú yo del ahora, con una gran trayectoria atrás de ti, pero con un gran futuro delante…
Tome mi teléfono, ya que lo había dejado en aquel mini paseo que había dado… Y había allí un mensaje…
–Volví.
Peyton… No pude evitar sentir alegría leerlo… Pero al mismo tiempo algo de tristeza pequeña… El mensaje lo había enviado hace un poco más de una hora… Y ya no se encontraba en línea… Pero igual quise responderle…
–Qué bueno –le escribí.
Deje el celular a un lado y seguí organizando algunas cosas… Quería comenzar una nueva vida, archivar lo necesario y botar lo viejo… Pero no paso mucho antes que el celular sonará con un notificación… Lo tomé y era un mensaje…
–Sí.
Peyton… Otra vez volví a sentirme alegre sin razón aparente… Y no quise esperar para responderle…
– ¿Qué haces?
Estaba en línea pero aun no respondía… Esperes y espere… Pero nada que lo hacía… Ya cuando estaba a punto de dejarlo y seguir… Comenzó a escribir…
–Nada ¿Y tú?
–Organizaba unas cosas…
– ¿Qué cosas?
–Una estantería.
–Ah… bueno
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Editado: 16.03.2020