—¡Que calor! — Misuk se estiró aún sentada en el pasto.
Y no era por exagerar, el sol literalmente estaba en su punto ese día.
—Misuk, te vas a ensuciar — dijo Yuqi riéndose.
—Pero estoy cansada — puchereó —. Fue una carrera larga.
—Eres rápida, no entiendo porqué te sobreesfuerzas — rodó los ojos, tomando asiento a su costado —. Después de todo, ganaste por mucho — recordó señalando con su mentón a todas las personas cansadas en el suelo.
—Bueno... no sé — sonrió su amiga.
—De todas formas — continuó Yuqi, mirando ahora a la pista de atletismo —, ahora están corriendo los chicos, mira.
Misuk observó hacia donde la de cabellos rizados decía. El primer lugar lo competían Jungkook y Taehyung, ambos siguiéndose el paso muy de cerca. A veces el pelirrojo tomaba ventaja, pero Taehyung no se dejaba vencer. Fue una carrera reñida, pero al final, fue el de cabellos marrones quién llegó a la meta primero.
Las chicas comenzaron a gritar y los chicos restantes del equipo de los deportistas le silbaban desde las gradas. Taehyung pasó su mano por su cabello acomodándolo hacia atrás. Próximamente, se mojó con agua de su botella el rostro.
Misuk suspiró, el chico era guapo sin siquiera esforzarse. Ella hacía eso y quedaba en ridículo, con la ropa toda pegosteada y llena de pasto.
—¿Sabes? Se me ocurrió una idea — su amiga comentó mirando a la cancha con una sonrisa perversa. Misuk sabía que eso no significaba nada bueno —. Profesor — el mencionado se acercó a donde ambas estaban sentadas y las miró con una ceja alzada, invitando a Yuqi a proseguir —, ¿cuál es el tiempo de Taehyung?
—Veinte punto cuarenta y cinco.
—¿Y el de Misuk?
Oh, la de cabellos cortos comenzaba a sospechar de qué iba eso.
—Veinte punto... cuarenta y cinco. Definitivamente, mismo tiempo — habló sorprendido, como recién percatándose de ese detalle.
La sonrisa de Yuqi solo se ensanchó aún más.
—¿Qué tal una competencia entre él y mi amiga?
Misuk abrió sus ojos lo más que pudo, y con el ceño fruncido, giró hacia su amiga suplicante.
—Oh, muy buena idea. ¡Taehyung, a la pista! — el maestro se acercó a los demás alumnos a informarles del nuevo plan.
—Gracias — bufó Misuk ocultando el rostro entre sus piernas.
—Seguro le ganas, tranquila.
Aún desganada, Misuk se puso en pie, ubicándose al centro. Con un último suspiro, se estiró antes de ponerse en posición.
—No pienses que tendré consideración y te dejaré ganar.
La chica giró su rostro encarando a Taehyung. Este tenía una sonrisa de confianza en su rostro, se notaba que había soltado esas palabras con sinceridad. Misuk ladeó el rostro y se encogió de hombros.
—Siempre debe ser una competencia justa, hazlo lo mejor que puedas — contestó con una sonrisa.
Taehyung abrió sus ojos en una expresión neutra, para luego soltar una baja risa y posar su mirada al frente.
—Perdón, olvidé que estoy hablando con la Chica Consejos — le devolvió la sonrisa.
—¡Fuera! — anunció el profesor, Taehyung y Misuk avanzaron.
La verdad es que no se llevaba mal con él, de hecho, la extraña relación que tenían era divertida. Al principio sí, era horrible hablar el uno con el otro, pero luego Taehyung se acostumbró a que Yuqi y ella interrumpieran su diversión cada vez que trataba de aprovecharse de una pobre chica hormonal.
Y es así como de una extraña manera se habían vuelto "amigos" o algo similar.
Continuando con el tema de la carrera, Misuk respiraba por la nariz y botaba aire por la boca.
Podía sentir en Taehyung satisfacción ante su cansancio. Trató de animarse a sí misma y darse fuerza, la diferencia no era mucha y pronto llegarían a la meta.
Pero no es Kim Taehyung si no llega el momento en el que él se tiene que lucir. Misuk notó cómo el chico fue acelerando el paso, hasta pasarla por unos veinte centímetros. Intentó seguirle el paso, aunque obviamente no estaba funcionando.
Faltaba poco, demasiado poco como para rendirse. Buscó entre todas sus estrategias, hasta dar con una fiable. Misuk decidió que recurriría a un método de otro deporte en el que era buena.
Salto largo, no me falles.
Tomó impulso y saltó. Taehyung la miró sorprendido y hasta casi anonadado. Misuk estiró sus piernas y aleteó con los brazos. La situación era tan graciosa, que ella pudo oír las risas de sus compañeros. Quiso reírse también, pero debía finalizar bien. Flexionando las rodillas ligeramente y asegurándose de colocar fuerza en sus pies, logró hacer un excelente aterrizaje.
—Bueno, gana Misuk — el profesor le sonrió a la mencionada —. Superaste tu marca, ahora es de dieciocho punto setenta y tres. Lo mismo para ti, Taehyung, pero diecinueve punto cincuenta y dos.
Misuk le agradeció al profesor y volteó mirando al chico a su costado.
—Al parecer no te pude ganar — se cruzó de brazos sonriendo.
La chica le devolvió el gesto, volviendo a donde su amiga. Yuqi la esperaba con una enorme sonrisa en el rostro y pose de victoria.
—Gracias a ti me duelen más las piernas — soltó Misuk tumbándose al pasto.
—Fue alucinante, como si volaras — la imitó moviendo los brazos de forma chistosa.
Misuk se sintió ruborizar.
—¿Así me vi?
—Todos aquí se rieron.
Puchereó. ¡Qué vergüenza! Misuk tapó su rostro con sus manos. Yuqi volvió a reír.
—Cierto, ¿qué tal las cosas ayer en el restaurante? —preguntó echándose a su costado.
Misuk lo pensó un poco y después contestó.
—Fue un día atareado. De hecho, hoy nos pagan —sonrió emocionada.
—Ya era hora, te esforzaste mucho este mes — hizo una pausa —. Ahora que recuerdo, en la tarde Wonyoung me escribió. Quiere reservar una charla contigo sobre un problema que tiene, mencionó algo así como que necesitaba un consejo sobre temas escolares.
—Seguro está estresada — colocó una mano en su mentón, pensando —. Necesitaré conseguirle a alguien que le dé un abrazo.