Narrador omnisciente
Ébano dejó al chico italiano inconsciente dentro de la cabaña atado de las muñecas para simular un secuestro de su parte.
La silueta que había observado en los árboles era una clara muestra de que alguien le respiraba en la nuca y no la dejaría tranquila hasta descubrir su verdadera identidad.
Abandonó la cabaña en su moto dirigiéndose a la central donde comenzaría el primer día de la prueba, tenía que dar lo mejor de ella misma y presumir sus habilidades enseñadas por la misma mafia turca.
Al llegar camino hacia el patio donde estaban todos los cadetes nuevos con el capitán Edrick Möller. Se acercó lo suficiente para escuchar los susurros de los novatos.
"Dicen que elegirán a tres cadetes para ir a la misión de riesgo en Dubai" "La capitana del escuadrón B está en peligro"
Susurros que tenían la verdad en ella pero solo dudaban, como cualquier chisme inconcreto.
-¡Formen una fila! - ordenó el capitán. Con afán todos se acomodaron mirando al frente. -Comenzaremos con las pruebas, tendremos tres tipos de eval-
Unas cadetes femeninas se acercaron rápidamente agachando la cabeza. -Tuvimos una dificultad movilistica.
-Que no se repita. -suspiró agotado y continuar. - Estaré a cargo de evaluarlos en su a puntería. El teniente coronel, los analiza en su combate físico.
Dio un paso al frente el teniente coronel con una mirada fulminante a Ébano, desafío que ella le devolvió con sus ojos llenos de superioridad.
-También tendrán el honor de ser calificados y entrenados por la teniente Moreno.
La rubia se acercó a ellos con una coleta alta, mirada al frente y una diminuta sonrisa de orgullo. Sus pasos eran seguros llenos de superioridad. Asintió dando un saludo con la cabeza.
-Ella evaluará cada prueba y será quien entrene en la resistencia. - Cerró los archivos que tenía en las manos. - vamos a dentro, iremos a la sala de tiro.
Los cadetes rompieron la fila buscando sus mochilas, entraron en la central y dejaron que el teniente coronel Keir los guiará hasta la sala de tiros.
Ébano lo seguía por detrás, sin disminuir su paso, el solo emanaba irritación y molestia mientras que ella solo sentía una inmensa sed de venganza y lo que más corría por sus venas, el deseo de verlo muerto y sus manos cubiertas con sangre de él.
Abrió las puertas dejando admirar y boquiabiertos a todos los novatos. La sala era moderna y tecnológica, tenía un muro lleno de diferentes tipos de armas con cargadores. Tenía chalecos antibalas, cascos y todo tipo de armamento.
-Con ustedes niños, su juguetería. - alzó los brazos la rubia, emocionada y con una agradable sonrisa en su rostro. -Tienen cualquier clase de juguete que quieran en el momento que más necesiten.
Guiño a los novatos y estos le devolvieron una sonrisa embobados ante la belleza de la rubia, era carismática, divertida, confiada y una asombrosa teniente, una gema preciosa antes los ojos de cualquier hombre.
-Nombraremos a cuatro de ustedes y se acercarán.Empezaran a tirar, tienen una Glock 17P, especiales para entrenamiento y personas que nunca han agarrado un arma. Esta es solo una réplica de lo que realmente usarán día a día como un accesorio más. - dictó el capitán
Algunos estaban nerviosos, nunca habian sujetado un arma mientras que dos cadetes y Ébano solo miraban de forma inofensiva el arma. Tuvieron el poder de armas más letales en sus manos, tener ese arma era un juguetito para un bebe de meses.
Edrick sito unos nombres incluyendo a Ébano, se acercaron y recibieron el arma. Se posicionaron frente al blanco donde habían dos puntos que marcan exactamente el centro del pecho y la cabeza. La ficha con forma de humano se ubico no muy lejos para nosotros hasta que él capitán se acercó sacando su propia arma.
Acomodo sus pies y cuerpo, sujeto el arma, respiro hondo y largo cuatro tiros limpios en los objetivos, sin salirse ni un solo centímetros, eran exactos y precisos.
Todos quedaron impactados. Ebano sonreía ligeramente, la rubia sonreía orgullosa de tenerlo como capitán mientras que él teniente coronel se comía con la mirada a la cadete que no lograba confirmar sus teorías con ella.
Dejó el arma en la mesa, se acomodó el chaleco gris camuflado y nos miró.
-Ahora quiero que lo repitan sin ningún margen de error. - sujeto una carpeta y llamo. - Keysha Russo, Michael Costa, Leiva Black y Vladimir Wells.
Dieron un paso al frente posicionándose en sus lugares para disparar. Cada uno sujetó el arma, Vladimir lo miraba como un tesoro peligroso, Keysha y Michael sólo le sacaron él seguro mientras que Leiva sólo observaba los objetivos al frente. El capitán dio la orden y empezaron a disparar.
Tres dieron al blanco pero solo uno falló horrorosamente. Nunca había sujetado un arma, era de esperarse mientras que los otros habían nacido con el arma en la mano.
-La posición de Keysha para sostener el arma es impecable, ajustaremos su firmeza pero está capacitada para ir a una misión. - comentó Edrick por el comunicador y Micah toma nota de cada una de sus palabras.
Edrick paso al siguiente, Michael Costa. Hijo de un ex miembro del FMI, un soldado de honor que murió en combate. Las expectativas en este muchacho eran altas, no podía defraudarlos.
-Michael Costa, precisión y firmeza impecable. Pequeño arreglo a su respiración, contiene el aire cuando no es necesario. - Edrick siguió su camino luego de ver semejante solado que sería ese cadete y lo mucho que servirá en la FMI.
-Leiva Black… Demonios.
-¿Qué sucede, Edrik? - pregunto serio el teniente coronel.
-Precisión, firmeza, posiciones, cambios y puntería, no tiene margen de error ni ajustes. Es como si…
-Naciera con el arma- terminó la frase el teniente coronel recibiendo una mirada curiosa de la rubia que acababa de oír lo mismo por el comunicador.
-Estará dentro de la sección. - impuso Micah decidida.