Vladimir – sed de sangre.
Ucrania, Junio.
-Los vientos del norte traían consigo una brisa fría de las montañas.
Montañas que solo son visitadas por mi alma.
Años y años buscando mi otra mitad, mi consorte de cazas.
Sin ningún arma, pierdo la calma.
Los vientos del norte, fácilmente me erizan la nuca.
Y es que aunque sea inmortal, mi piel lo siente igual…
Ucrania, Julio.
-Llego al poblado, mi castillo y rutina me han hartado.
El pueblo es alegre, jovial y muy rupestre… nada que me interese.
Oh! Que equivocación, es una mina de rojo oro.
Cada moneda, cuenta como una gota.
Si la destapas, más te embriagas…
Yo Vladimir, he venido a surgir.
Ucrania, Agosto.
-Yo Vladimir, vivo en un establo; por cierto, mal pagado.
Entreno a los perros, y más que a ellos, a sus dueños.
Los humanos ni se dan cuenta, que pronto serán mi cena…
Es que no me puedo contener, la sed cada día es más fuerte.
Como si de vino se tratara, deseo una buena probada… añejo o nuevo, igual yo lo deseo.
Ucrania, Septiembre.
-Huí, sospechan de mi…
Las provisiones que tome, me guardaran hasta una próxima vez.
Dentro de un año, tal vez meses…
El viento del norte, me eriza la nuca.
No me acostumbro nunca.
JD-AL. 16/04/17
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Editado: 18.04.2020