No podré decirte ¡amor!
más si tendré el valor
de pedirte por favor
que me lleves en tu corazón.
Los días pasan y la soledad no espera,
dicen que esta no es buena consejera y compañía
pero hasta en las noches más frías
cuando me ahogaba entre penas y llanto
fue la que alivió el quebranto
del que mi alma padecía.
No podré decirte ¡amor!
más si tendré el valor
de pedirte por favor
que no vuelvas,
para no recordarle al alma
lo duro que fue quererte
sabiendo que tendría que perderte