Mientras nadaba en una copa de cristal, quise mirar al cielo para no mirarte más y encontré la belleza de las caricias del mar.
Mientras nadaba en una copa de cristal, navegue en tus prisas para que no te fueras y arribe en un mundo lleno de sorpresas, donde quien se queda ya no sale de ella. Y con el casi imperceptible rose de tu voz, logré anhelar lo inalcanzable.
Y todo eso pasó... Mientras nadaba en una copa de cristal.