Pecado, interesante palabra, fuerte ante los sabios del clero, arrogantemente dulce para la piel de un hombre
No es pecado conocerte mujer, acariciar desnudas las yemas de tus dedos mientras de un beso con mordida desgarrarte la boca
Imaginarte cleopatra y recorrer las pirámides entre tu pecho, saciarme de tu cuello cual hombre sediento en el Nilo
No es pecado escucharte rugir tigresa, verte revolver tus cabellos mientras exploro tus recovecos y ocultarme en cada rincón que encuentre
No es pecado beber miel de tu espalda revuelta con esencia de mujer, ni viajar hacia el sur y hacer escala un momento para apreciar la frontera entre tus muslos y tus caderas
No es pecado marcar el camino de vuelta en tu cuerpo con una manta de ósculos manchados de pasión y deseo
Ni unirme contigo al hacerme hombre y carne visitando la flor entre tus piernas, disfrutando el safari en tu cuerpo para encontrarla
No es pecado hacernos carne, piel, huesos y cosquillas, hacernos polvo, agua, sudor, no es pecado jugar a ser niños exploradores en la cama y cuando salga el sol del nuevo día, ser de nuevo nosotros mismos…