¿Alguna vez te pusiste a mirar a las demás personas? ¿Los tonos en los que visten? ¿Las caras preocupadas con la que lo ven todo? Se parece a esas películas futuristas donde los humanos están siendo dirigidos e hipnotizados por máquinas.
Cuando me observo no me veo tan distinta al resto. Soy igual. Los mismos colores al vestir, negro sobre negro, y sí, uso algún color pero ya no tanto como antes. ¿De quién es la culpa de eso? ¿Mía, por siempre elegir dos tonos muertos, o de lo que está impuesto por la sociedad o las tiendas de ropa? Creo que es por miedo, de que al usar algo que destaque voy a ser observaba como «la diferente», y que a veces llamar la atención no es lo que uno desea, prefiere ser dejado tranquilo y que nadie hable de él.