Soy libre ahora.
Sé que desde que terminamos me volví más frío, y que volvió a cerrarse la puerta que abrí solo para vos.
Contigo me sentía atado, era amor, pero aún así me sofocaba cuando decías que querías estar para siempre conmigo. Al final no lo demostraste porque al decirte que quería terminar lo aceptaste sin reproches, estuviste de acuerdo y de ese modo sentí que te liberé, porque si era por vos hubiéramos seguido aunque yo me sintiera dejado de lado.
Ahora me doy cuenta de que gran parte de lo que decías no era cierto, y de que mis preocupaciones y dudas acerca de nuestro futuro juntos eran para nada.