En el jardín de los sueños,
florecen versos de colores.
Las palabras danzan al compás del viento,
y los suspiros se entrelazan con los rayos dorados del sol.
En cada hoja, un secreto escondido;
en cada pétalo, un deseo susurrado al alba.
Las estrellas, testigos silenciosos,
iluminan el camino,
mientras las rimas se enredan en abrazos etéreos.
Así, en este rincón mágico,
donde el tiempo se detiene,
te regalo este poema,
tejido con hilos de ilusión.
Que encuentres en él un refugio,
un suspiro, y la promesa de que los sueños nunca se desvanecen.