Hoy desperté con ganas de sentirme feliz, pero no fue así…
Solo logré engañar a la soledad, que aún sin ver sin escuchar ni sentir, dudó de mi sonrisa…
Mi mirada se encontraba con un portarretrato de una foto mía y de ella, había un papel justo detrás de él, ella no se atrevía abrir aquel papel arrugado...
Sabía que tenía plasmado sus sentimientos, aquellos sentimientos que trataba de ocultar en el fondo de su corazón, tomo el valor suficiente para abrirla, se sentó junto al borde de su cama, dio un suspiro grande, mientras pensaba en la razón de su existencia, ahora ella está derramando lagrimas mientras sus propias palabras retumban una y otra vez en el suspiro de su alma, su mirada se dirigía hacia la ventana fría, mientras sus pensamientos gritaban fuerte las siguientes palabras:
No me preguntes cómo estoy, no me preguntes qué es de mi cuando nos veamos, no lo hagas porque sería una burla para mí que lo hicieses...
¿Que cómo estoy?, estoy sin ti, estoy debatiendo con mi orgullo y el gran amor que te tengo,
¿Qué fue de mí?, sigo siendo lo mismo que dejaste, ...
La misma chica que aún está sin ti...
Dime qué hubiera sido de los dos, si hubiéramos conjugado nuestras almas aquella noche bajo la mirada de una luna resplandeciente…
No te atrevas a buscarme cuando mi alma y soledad han aceptado tu partida…