Huy cielos santo, que rápido se olvidó de mi, ¿quién lo diría?, el gran señor estaba en una pose muy comprometedora. Me miraba con los ojos bien abiertos y su cuerpo estático, ¿gemidos?, cortados; ¿gritos?, parados.
— pe...pero... yo le dije a... — empezaba a balbucear en busca de una respuesta inexistente.
— Santos músculos. No sabía que podías olvidar tan fácilmente, ni yo olvidé tan fácilmente pero parece que tú eres muy hábil en eso, ¿verdad?
— comenté y él solo se apresuró a cambiarse y a botar de su oficina a la señorita que lo acompañaba.
Seguía siendo tan musculoso como lo recordaba y parecía que le había crecido un poco más el miembro, digamos que tres o cuatro centímetros más y eso que siempre fue grueso.
— lo siento mucho Megan, lamento que tuvieras que presenciar este gran bochorno.
— mucha vergüenza ¿no?. Ay bueno, no tengo nada que decirle a mi ex prometido.
— de nuevo lo siento pero tenía que curarme por lo que me hiciste pasar al no llegar a la boda y dejarme como...
— ya te dije las razones, eramos muy jóvenes para casarnos, solo teníamos 21 años.
— pero Megan yo....
— vine por una prueba de A.D.N , Sebastián Harris me dijo que tú eras un gran profesional.
— ¿entonces tuviste un hijo?, para qué la prueba.
— no te importa, ahora ¿me vas a atender o me voy a otro laboratorio?
— está bien, siéntate mientras llenas unos cuantos datos.
Tipo engreído, sonso y egoísta.
Para que decir que la persona que se iba a casar conmigo era un completo idiota.
[****]
🎶échame la culpa...🎶
Tuve que cocinar tarde debido a algunas complicaciones como la falta de alimentos en la cocina.
No sabía el porqué Elías dijo que Sebastián no estaba mucho en casa, Sebastián no se perdía ningún plato que hacía.
ay verdad, mañana es domingo y voy a poder salir a ver a Ester , no la veo desde ese día raro. — fue lo que pensé en el momento.
Las pruebas me la entregaban en tres días, ya que era un laboratorio privado el que lo realizaba.
Puede ser que haya sido tonto realizar esa prueba, pero una marca de nacimiento no era por las puras, un pequeño dragón estaba en mi brazo derecho.
— ya llegué, estoy con mucha hambre, asumo ya está la comida — dijo Sebastián entrando algo despeinado.
— ¡Megan, Megan! Te tengo una grandiosa noticia. — pronunció Elías entrando más despeinado aún . — a ti te encanta diseñar, quiero que tu seas una diseñadora en...
— podemos hablar, Elías — interrumpió Sebastián.
Ambos hermanos se fueron a un rincón para que pudiesen hablar.
Los miraba mientras cuchicheaban no sé que cosa había pasado pero a cada momento me miraban más y más insistentemente.
— Meg, hay algo que no te dijimos. En realidad es algo que omitimos de nuestra presentación. — Elías se calmó y continuó — Sebastián y yo tenemos una empresa de diseño que nuestros padres nos han heredado.
Mi primera reacción hubiese sido hacerme la doncella ofendida pero francamente no quería jugar ese papel.
— ah, está bien, supongo que jamás les pregunté así que okey.
— ¿no estás molesta? — cuestionó Sebastián.
— ¿molesta?, na. Es que, como dije, yo adoro diseñar pero eso se convirtió en una obligación y se me fue la magia.
Les serví la comida a sus agitados seres parecen niños pequeños.
— y a todo esto, ¿por qué están despeinados?
— bueno, tuvimos un ligero problema, es que faltan diseñadoras y tuvimos que ayudar a las que estaban en la compañía a realizar sus creaciones. De verdad que serías de mucha ayuda si fueras a la compañía.
— déjenme pensarlo, mañana es domingo y voy a visitar a Ester, estaré meditando por un buen tiempo y en la noche de mañana les doy mi respuesta junto con la cena.
— perfecto, mañana tengo que hablar con mi querido hermano y si todo sale bien podremos estar de buena cara en la cena.
Al terminar la cena y el aseo me dirigí a mi cuarto para asearme y dormir ya que el día había sido muy agitado.
¿Quién diría que en pocos días ésas personas serían muy importantes para mí?
[*******]
Estaba justo frente a la casa que tanto tiempo había compartido con Ester.
Ingresé la llave, abrió y al hacerlo un desorden único de Ester se hizo presente en todo el lugar.
El piso tenía muchos papeles, la cocina estaba bien, por lo menos la cocina se salvaba.
Al entrar a mi antiguo cuarto todo estaba como lo había dejado.
Fui al cuarto de Ester para despertarla, tal vez todavía seguía dormida— pensé.
Al entrar, la cama estaba bien tendida, faltaban unas cuantas cosas, su clóset estaba abierto y sus maletas no estaban .
Cuando me fijé bien en la mesita de noche había una carta la cual decía lo siguiente:
"Lo siento Megan, soy una cobarde por huir de esta forma, si no me equivoco, hoy es domingo y tú estás sentada en mi cama. Lo siento amiga, hermana, compañera.
Hace unos días descubrí algo que me dejó helada. Algo que simplemente me destrozó el alma. Ahora estoy lejos del país, no sé cuál será mi destino, no lo sé.
Discúlpame por haber cogido tu parte del dinero de tu trabajo. Lo necesitaba, tenía un 40 % del dinero total mío y gracias a tu parte y a la joya de mi madre que empeñe voy a poder empezar o bueno, seguir con un nuevo propósito.
Tal vez te vaya a visitar en algún momento, tal vez solo te vea de lejos. Hace dos días fui al doctor y este me dijo que tenía....
Megan, no sé como decírtelo.
El doctor dijo que yo tenía cáncer de mama.
Ahora me dirijo a un lugar sin rumbo donde tal vez tenga la oportunidad de hacer quimioterapias, pueda trabajar de lo que sea y pueda vivir tranquila.
Me voy porque considero que quedarme hubiera hecho que tú estés todo el tiempo conmigo, te hubieras privado de la libertad que mereces y no quiero eso para ti. Yo ya viví mi momento, ahora es tu turno.