Megan:
Esa noche había salido a caminar para despejar el aire.
Caminé y caminé. Cuando no pude más, me senté en un banco de algún parque de por allí.
Pensé hasta que mi cabeza me dolía.
Elías era un hombre muy inestable, en el poco tiempo que lo conocía, me había dado cuenta de su capacidad de competencia. No toleraba a nadie más listo que él. Estaba casi segura de que él atentaría contra mí vida.
Tenía el dinero necesario para hundir por completo a mi enemigo, sin embargo, no lo podía usar porque aún no había legalidad.
Fue en ese momento en que pensé que ser Megan Castillo no me ayudaría con lo que quería. Elías intentaría matarme y yo no podía permitirme morir.
Por eso decidí que yo misma acabaría con mi nombre. Escribiría una carta exponiendo mis razones de mi suicidio.
Solo pensé que después de dar la carta, me podía esconder lo suficientemente lejos de Harris y lo suficientemente cerca de la empresa.
Tenía el plan hecho, la carta lista, todo listo. Primero pensé en el bebé que Ester me dio a cuidar, por eso fui al antiguo departamento para averiguar algo sobre quién era el verdadero padre y te encontré.
El diario privado de Ester, recién salido de la maleta que no me atreví a abrir.
Decía punto por punto cómo habían concebido al pequeño. Ester no había omitido ningún detalle.
Te busqué y te expliqué que no podía tener al bebé, que sería muy peligroso y no te conté la razón.
Te di al bebé, sabía que Ester no tenía buen gusto pero jamás pensé que se metería contigo.
Luego de leer profundamente el diario descubrí que Ester no quería que tú tuvieras al bebé porque no tenías mucho dinero.
Después de entregarte a la criatura, me fui. A empezar mi plan de muerte.
Llegué a la empresa y me despedí de mis compañeros y amigos.
Dije que era una diva como para trabajar.
— las millonarias no trabajan, me voy a Dubái un muy buen tiempo. Cuida del área de diseño por mi. Recuerda darle textura a tus dibujos. Chau — le dije a mi mejor amiga.
— te quiero mucho amiga, espero regreses pronto. — y se fue.
Antes de salir de aquella empresa, le saqué copia a los documentos más importantes que estaban en una caja fuerte muy asegurada y que solo pude obtener la clave revisando documentos importantes y ya viejos del escritorio de Elías.
Eran 4 documentos, al terminar mi trabajo, fui a la cámara y borré mi existencia.
Al llegar a casa, la tía Miranda me preguntó por el bebé y solo le pude decir que estaba con una nana dándole un paseo.
Me metí al cuarto, releí la carta y la dejé en su lugar.
" Si leen esta carta es porque ya estoy muerta. La verdad, no pude con tanta presión, el destino me consumió y no pude hacer nada. Perdón...
Les malogré la vida, no sé, creo que lo que hago está mal pero, no puedo hacer nada. Confío en que mi amado Elías, se hará responsable de su empresa como estaba antes y que guardará una semana de luto.
Dejo las acciones que me conceden, para sus verdaderos dueños. Soy una cobarde y lo vuelvo a repetir.
Me voy no sin antes decirles lo siguiente:
"Dime con quién te vas de juerga y te diré que tipo de borracho eres; esperen, así no era.
Hay piedras que te van hacer tropezar pero depende de ti si te quieres levantar... "
En el cajón izquierdo, dejo mi cuaderno de diseños, quiero creer que esos diseños van a ir a un buen lugar.
El bebé, sé que se deben de preguntar que le pasó al hermoso bebé. Él está con su verdadero padre. Un hombre muy bueno y un querido amigo de la niñez.
Realmente no quería que esto pase pero tengo que hacerlo.
Además de todo, tengo que decirte Elías que.... lo siento pero perdí, me enamoré de ti... lo siento mucho.
Sin más que decir, los dejo. Fue hermoso ser parte de su familia.
Adiós."
Salí con un abrigo y unas botas largas.
A caminar y caminar.
Elías estaba cerca y aunque no quería ni verlo, tenía que hablar con él.
— Megan, quiero hablar contigo. Vamos, yo conozco un muy bonito lugar.
Me subí, el camino era algo largo. Cuando nos detuvimos, estábamos en medio de una pista abandonada.
— ¿por qué me traes a este lugar amor?
— Megan, en serio, quería asimilar esto de alguna manera pero no puedo....
— su rostro era de tristeza, él...
— ¿este es tu plan?, ¿tirarme por este barranco?, hay más de 5 metros de profundidad, la caída será mortal. — terminando de decir eso, una idea se me cruzó por la mente — ¿tú mataste a Ester?
— no tenía otra opción, ella iba a decirte algo muy.... algo que no tienes que saber. Ella se cayó por accidente y murió . Ahora, tú también te vas a caer por accidente — respondió llorando.
Hicimos forcejeo hasta que me di cuenta de que era en vano. No había nadie a kilómetros era un lugar abandonado.
— si solo hubieras esperado.... - dije seguido de un suspiro.
Vi la oportunidad y me lancé. Al ir cayendo, sentí. Mi vida pasar ante mis ojos.
Sentí como mi cuerpo había tocado algo duro. Luego solo cerré los ojos, esperaba que la tan Bonita luz aparezca y apareció.
Elías:
Al volver a casa, me extrañó muchísimo no ver al bebé. Solo fui a mi cuarto y me encerré, me quedé allí horas, horas y horas. Un grito me despertó
Sebastián:
Había terminado con mi novio, había terminado y peleado muy fuerte. Al llegar a casa, Miranda me esperaba con mucha preocupación.
— Megan no llega, hace rato que salió y no se aparece. Elías vino todo agitado y se encerró. La nana aún no viene con el bebé. Estoy tan preocupada.
Me metí al cuarto de Megan y vi un papel en su cama.
Lo leí junto con la tía y al culminar, dio un gran grito.
— ¡que sucede! — dijo Elías al salir de su cuarto.