Por ella.

Padre e hija *Abigail*

-Vendré por ustedes a las seis ¿bien?-

-Esta bien papá-

Beso la cabeza de Lizzie, de inmediato se va corriendo haciendo que su pequeña falda se mueva y entra en la sección para los más pequeños de "My little Matilda"

Desvío la mirada del cristal donde se veían las niñas bailando y la poso en Melody y Mady, me agacho a su altura para ayudarlas a atar sus zapatillas

-Nos vemos papá-Melody se despide de mi con un beso en la mejilla, le sonrío después de besar su mejilla también

-Bueno, adiós papá-Mady me abraza titubeante para despues irse al lado de Melody, sonrío aunque no me puedan ver

Me levanto echándoles un último vistazo, saludo con la mano a la maestra que las estaba esperando, Angie me devuelve el saludo y entra en el salón con piso de madera

Salgo de las instalaciones, para luego ir al parqueo donde me espera Abby probablemente cantando a todo pulmón una de sus canciones favoritas dentro del auto, diviso el coche a unos pasos de distancia

Cuando estoy a menos de un metro del auto me asomo por la ventanilla para encontrarla sonriendo con el celular apoyado sobe su barbilla, mirando fijamente por el vidrio delantero del auto, pareciendo perdida en sus pensamientos

Toco levemente la ventana, Abigail de sobresalta y en un rápido movimiento saca el seguro del carro

Entro, enciendo el motor y me giro hacia ella

Con el cabello callendo por sus hombros suavemente, acompañado por una diadema rosa que va a juego con la blusa de tirantes que lleva

Sin dudas mi hija tiene buen gusto

-¿Quieres ir a casa?-pregunto cuando ya estoy conduciendo por la carretera

Abby baja la radio y me mira disgustada, con el ceño fruncido y la nariz arrugada

-Oh no, no me quiero quedar sola-señala quitándose los Converse, rio ante si acción y me estiro contra el asiento

-Pues vendrás conmigo a la empresa, me acompañaras a buscar su niñera-  

-Oh ya-asiente, pero de repente una mueca de horror se plasma en su bella cara-¿Niñera?-

-Así es, mamá cree que necesitan una-

-¡No! Sólo será para Lizzie, Mady y Melody ¿Verdad papá? ¿Verdad que si?- Abby me ve suplicante

No tenía pensado que la niñera también fuera para Abby, ella dentro de unos meses irá a la Universidad, no necesita una niñera supongo, en unos meses cumplirá 18, ya no tengo a mi bebé

La miro divertido pretendiendo seguir el juego-Abby-

-Papá, por favor, te lo pido S'il vous plait-Dijo en un francés básico, contuve las ganas de reir haciendo más exajerado mi semblante serio

-¿Qué tanto haces que no quieres una niñera?-La interrogo con una mirada acusadora algo divertida

Abby desvía la mirada hacia el frente y se acomoda en el aciento-Nada-dijo en un hilo de voz

La curiosidad me invadió, ¿Qué tanto hace mi hija cuando sale en las noches? ¿O en las tardes cuando se junta con sus amigos? Nunca me lo había preguntado

Supongo que sintió mi mirada en ella, porque se volteo y me miro entre seria y nerviosa con una línea entre sus labios

-No hago nada papá ¿Esta bien? Tienes una santa en casa-dijo cruzandose de brazos

-¿Por qué no te creo Abigail?-Sonrío de lado mirando hacia el frente, dándole alguna que otra ojeada

Vi como Abby frunció el ceño y suspiró recostandose en el asiento

-¿Qué quieres que te diga?-Dice con una sonrisa, más relajada

-Lo peor-Le hecho un vistazo para poner toda mi atención al frente

Escucho su carcajada, al momento siento un movimiento, la miro comprobando que de ha enderesado

-Una vez probé la cocaína y...-

-¿Cocaína? ¡Abigail! ¿¡Cocaina!?-Frené de repente

Mi hija cerró los ojos y de tapó el rostro con las manos, respire, si, respire, eso era lo único que podía hacer en este momento, pero es que...

¡Cocaína!

-No he consumido más, lo juro papá-

-Prometeme que en tu vida volverás a consumir cualquier tipo de droga Abigail-

-Lo prometo papá-Abby me abraza, sin dudarlo lo correspondo, por lo menos no me lo ocultó por mucho tiempo, por lo menos tiene la confianza de decírmelo

Abby se separa de mi y me sonríe angelicalmente-Dime que eso es lo peor-

-Oh claro, después está...-De repente se calla

La miro con curiosidad y seriedad

-¿Hay algo peor que consumieras cocaína?- en respuesta Abby niega

-Pues...,decirte que voy a la casa de Mónica cuando en realidad voy a una fiesta-hace una pausa al verme serio

Sinceramente ya lo sospechaba, no me sorprende-Y tener sexo con Erick cuando no están-

-Oh-Fue lo único que pude decir

Ya bien sabía que mi hija tenía una vida sexual activa, me atrevería a decir que mejor que la mía, tampoco me sorprende, no es como que  me gustaría que Abigail me dijera cada vez que va a hacerlo, eso sería incómodo

-¿Oh? Pensaba que...-

-Que no sabía que hace un año perdiste la inocencia, por favor, tengo hasta los detalles-sonrío aparcando el auto

Abby abre lo ojos de par en par sonrojándose-Entonces es verdad que llegaste al...-

-¡Ya!-me reprende Abby interrumpiendome mientras camina al lado mío

Ruedo los ojos, la apego a mí y beso su cabello

-Es normal que en tu primera vez..-digo entre risas antes de que me interrumpa nuevamente

-¡Por la reina Isabel! ¡Papá!-me reprende dejándome un golpe casi imperceptible sobre el hombro, rio haciendola reir a ella

Mis empleados la saludan como siempre y Abby se los devuelve a medida que caminamos

Entramos en el ascensor, la musiquita empieza a sonar, se abren las puertas y una fila de chicas, adultas y ancianas organizadas entra en mí campo de visión

Siento la mirada interrogante de Abby sobre mí, giro mi cabeza hacia ella y me encojo de hombros, craspero la garganta, atrayendo la atención de las veinte personas de género femenino

-Creo ellas vienen más por ti, que por nosotras-me susurra señalando con la mirada a unas diez chicas que supongo que tienen alrededor de veinte a veinticinco años



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En el texto hay: chicklit, romance, niñeras

Editado: 23.12.2020

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