El verano se pasó demasiado lento para mí.
Hablamos todos los días por Facebook, y eso sólo me hacía extrañarte más.
Antes de regresar a clases, me hice dos promesas a mí mismo.
La priemra, que haría lo que fuera para tenerte a mi lado.
Para salir de ese infierno al que llaman la "zona de amigos" en el que ya llevaba dos años.
Y la segunda...
Que sí no lo conseguía, te olvidaría.
Para siempre. En todos los sentidos.