¿por qué la vida es así?

Capítulo cuatro

Ellas corren hasta en la mesa de recepción del hospital, Josefina era más grande y junto a su hermana Ámbar  dice: 

-               ¿Dónde está Alexa Piazza? - pregunta Josefina con la voz cortada por correr mucho y la recepcionista la mira de manera extraña

-               Perdón.. muchacha - expresa con curiosidad 

Josefina hace una mueca de desagrado.

-                Creo que me exprese mal.. señorita - comienza a decir moviendo sus manos - preguntó.. ¿En dónde está Alexa Piazza? - se expresa con más calma, jugando con sus manos en la mesa 

-               Señorita.. ¿Ustedes son parientes de la señora en cuestión? 

-               Claro que si.. somos sus hijas - dice Josefina con tranquilidad 

-               Entiendo.. Esta en el segundo piso habitación 112 - nos sonríe 

-               Gracias

Las muchachas van  al segundo piso del hospital, era un recinto muy grande y con muchas habitaciones. Josefina en estos momentos no está preocupada por eso; de hecho lo que le preocupaba era su madre, ella tenía una corazonada; intenta de respirar con tranquilidad y ser fuerte para su hermana. No podía rendirse en estos momentos de crisis. Aunque el dolor la destroce por dentro. Para el mundo externo y las apariencias ella era una muchacha fuerte y ruda. Aunque en el fondo sea una persona frágil y doliente, pero eso no es relevante en estos momentos; su mente no era clara ni mucho menos racional y susceptibles a los cambios. Finalmente llegan a la habitación 112; su mano se detuvo en la perilla de la puerta. No podía hacerlo. Su eminente valor desaparece ante la verdad, cierran los ojos y abre la puerta con delicadeza, sus palpitaciones se hacen más fuertes y sentía un zumbido en sus oídos. Sus manos parecen ser torpes, pero finalmente puede abrir la puerta. Josefina entró primero y lo que ve le genera una gran conmoción, queda perpleja con lo que ve. Detrás de ella está su hermana Ámbar que entra de improviso y también queda estupefacta ante el estado real de salud de su madre, mira de soslayo a su hermana y después mira a su madre:

-                  Hermana 

Está no sé da cuenta que le hablan y ella volvió a pronunciar 

-               Hermana - exclama como si algo la hubiera herido y Josefina de manera instintiva la observa rápidamente y ve su cara de horror, está se agacha y le dice: 

-                Hermanita.. - la mira  fijamente - mamá se va a mejorar.. me oyes - mira a su hermana que mira como esta su madre y la voltea su mirada hacía ella para la pueda mirar
 
-                ¿Va a estar bien? - pregunta inocentemente 

-               Claro 

Su sonrisa cálida le llena de seguridad a su hermana Ámbar, pero en el fondo no tenía la certeza de nada, ni mucho menos del destino de su madre. Alberga una leve esperanza, espera que esa pequeña luz no sea arrebatada por la verdad; Josefina se acerca a su madre para acariciar su cabello y Ámbar está en el otro lado, la miraba fijamente 

-             ¿Cómo llegamos a este punto? - se pregunta a sí misma, era una respuesta que nadie le puede contestar. Josefina se da cuenta que hay preguntas que no van a tener respuestas y eso frustra de cierta manera a ella, su madre tiene que responder esas preguntas que no puede responder. A ella le gusta que su madre responde a esas pequeñas preguntas y no puede hacerlo ahora  y la veía ahí peleando por su vida. No podía entrar, solamente la mira a través de una ventana, con esos tubos en su boca que le permitía vivir. Josefina ve la fragilidad de la vida. Un día podía estar bien y sana, pero el otro podía estar postrada en una cama con tubos que te mantienen viva de cierta manera, pero eso no es vida. Su hermana la miraba a ella y a la vez su madre; y dice:

-                    Hermana 

-                    Si.. - la mira con una leve sonrisa, dejando de pensar en sí misma

-                   ¿Mamá va a vivir? - pregunta ante el evidente estado de su madre y esto dejó perpleja a Josefina que no le supo responder

-                   Es.. - titubea por algunos minutos, y la niña la mira, que espera una respuesta racional de alguien

-                     Hermana.. - que espera una respuesta 

-                     Mamá va a estar bien - le contesta finalmente

-                    ¿Estás segura? - pregunta con cierto escepticismo, esto sorprende a su hermana

-                   Ámbar.. - alza la voz 

-                   Pero.. - deja de hablar a ver la expresión de su hermana

-                   No digas eso.. - la regaña

-                   Pero es verdad - se encoge los hombros

Y Ámbar se vuelve a sentar en un lugar un poco apartado, mientras que Josefina se movía de un lugar a otro. Como si fuera un león encerrado en una pequeña jaula. Sus manos movían como si quisieran decir alguna fórmula secreta, en el fondo de su propia existencia. No sabe que pensar en estos momentos, y pudo darse cuenta que su hermana era una persona consciente y tenía una percepción de la realidad que la supera a ella misma. Josefina tenía esperanza y optimismo, mientras su hermana sabía la verdad. 



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Editado: 11.01.2020

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