nota 10

Domingo 06 de abril de 2014.

Me encontraba en la sala viendo la televisión, cuando de pronto escuché a alguien llamar a la puerta. Me suspendí del sofá y corrí hacia ésta, al abrir encontré a un hombre alto de cabellos negros y cortos, su rostro era de pocos amigos.

—Debes ser Mathias. ¿Estoy en lo correcto?

Amablemente sonreí tratando de mostrarme simpático y así dar una buena impresión, pero su rostro ni siquiera se inmutó. Sintiéndome apenado decidí responder:

—Sí señor, soy Mathias. —me moví un tanto hacia el interior de la casa para dejarle el paso libre—. Tú debes ser el tío Zacarías, ¿no? ¡Por favor entra, estás en tu casa!

De inmediato ingresó caminando por mi izquierda ignorándome por completo. Estando ya dentro de la casa miró hacia el techo, susurró algo que nunca esperé escuchar de nadie:

—Es una lástima saber que vives. ¿Una vida inocente por la de un asesino? La verdad no es justo.

Es la segunda persona que me ha llamado asesino, pero… ¿por qué? No pude soportarlo, sentí esa terrible sensación de querer llorar, por lo cual corrí a mi habitación dejando sólo a nuestro invitado. ¿Hasta cuándo me tratarán de esta forma? Al parecer ahora me quieren ver muerto.