III. Lo aprendí de la peor manera

No puedo describir con palabras, lo bien que se sintió volver a mi casa después de todo el tiempo que dure en ese bosque con el viejo. Sentir mis pies en las alfombras de mi habitación, la ducha caliente y la comida de mi madre. Es cierto ese dicho que reza, uno sabe lo que tiene hasta que lo pierde.

— ¡¡Mamá!!, ¿Dónde está mi diario?

— Bueno Nayla, me vas a disculpar, pero un amigo tuyo del trabajo llamado Cody vino y me pidió los libros de tu habitación

"Ay Dios, ¿Y si Cody leyó mi diario? "- Tomé mi chaqueta y salí a su casa.

Ahora tenía que contarle a Cody lo que me pasó, pero no puedo ir a la comisaría porque tenía temor de que me arrestaran por el asunto del asesinato que cometí hace unos meses.

Así que decidí ir a su casa para contarle personalmente lo que había pasado.

Se sentía tan reconfortante ver los edificios y casas que veía hace años otra vez. Todo era como un deleite visual.

Llegue a casa de Cody y no sabía cómo llamar, o sea hello, como una muerta llamaría, jejeje. Pero se abrió la puerta y se presentó una muchacha que me vio con extrañeza.

— Hola... Te me haces familiar - Dijo la chica que luego dejo caer una taza que tenía en mano de la sorpresa - ¡¡¡ Naylaa estas vivaaa!!! - Gritó

Por el ruido, Cody se asomó a la puerta para ver qué pasaba e inmediatamente lo vi, corrí para darle un fuerte abrazo, el cual recibió con mucho cariño.

— No tengo palabras - Dijo Cody notablemente impresionado

— Te extrañé mucho, tengo muchas cosas que contarte - Dije muy feliz

— Pues ven pasa, ella es mi novia, Nayla-Rubí-Nayla - Dijo Cody presentándonos

Rubí es una chica muy bonita y tierna, parece ser introvertida, así como yo.

Pasé a la casa de Cody y les conté a él y a su novia todo lo que había pasado desde el jefe de la mafia que maté a mis aventuras en el bosque con el viejo.

Se sorprendieron de todo lo que me había sucedido y del crecimiento como persona que he tenido. También les conté las inquietudes que tenía referente al hecho de que podría ser arrestada.

— Eso explica muchas cosas - Dijo Cody - No te preocupes por lo de ser arrestada, la mafia, ni la policía sabe que fuiste la que penetraste el hecho.

Escuchar eso, me alivió mucho en realidad porque tenía mucho miedito de estar en la cárcel.

— Pero eso no vuelve más ligera nuestra carga, porque eso que hiciste ha desatado una ola de violencia descomunal en la ciudad jamás antes registrada. Mueren asesinadas dos personas por día, sin importar qué sean civiles o gánsteres.

Me quedé muy sorprendida por lo que decía, o sea, indirectamente, soy culpable de muchas muertes.

— Dios, no quería que nada esto pasara, solo quería hacer lo correcto - Dije muy preocupada

—Tranquila Nayla, todo va a estar bien, ahora que estás aquí, nos vas a poder ayudar a dar con el otro líder la mafia que queda en la ciudad - Dijo Cody con firmeza

"Ya extrañaba ese, todo va a estar bien de él" Asentí con la cabeza.

— Vamos a la comisaría a reportar una versión donde fuiste chocada por un vehículo hasta el barranco y así evitar cualquier incriminación. - Propuso Cody

Hicimos tal y como él dijo, llegamos, reportamos y al medio día. Ya tenía de vuelta un uniforme policial puesto.

De pronto, llegó un chico que no había visto y nos saludó.

— Mira Nayla, este es mi amigo Tony, me estuvo acompañando mientras no estabas.

Tony, era de piel morena y sé ve bien fuerte, se veía un poco arrogante, pero nada a simple vista.

— Hola Nayla, Cody me estuvo contando sobre ti, quiero decirte que eres una miembro muy valiosa en el cuerpo - Dijo Carlos besándome la mano

"Este tipo es muy coqueto, no quiero tener nada con él, orita quiere que vayamos a un motel a tener sexo"

Nos despedimos de Carlos y subimos al último piso para hablar con el general Imaya.

— ¿Y por qué Carlos no viene con nosotros? - Pregunté

— Él se encarga de otras personas en la comisaría, como ya volviste, volvemos a ser el dúo maravilla - Respondió con su característica alegría

Llegamos a la oficina de Imaya y lo vimos un poco asustado.

— ¿Qué pasa señor? - Preguntó Cody

— Necesito que vayas al departamento de inteligencia para que veas las nuevas pistas que tenemos sobre Putin - Dijo el general Imaya

Cody se fue rápidamente y nos dejó a solas. El general me explicó que Putin era el líder de la mafia que quedaba vivo, y que este buscaba respuesta a quién mató a su amigo y por ello estaba haciendo de la ciudad un desastre.

Cuando terminé de hablar con Imaya, entraron unos tipos raros a su oficina, pero no le preste mucha atención y fui a buscar a mi compañero.

— Mira Nayla, en esta fábrica a la media noche es que se reúnen los mafiosos a sacar cuentas. Ahí debemos hacer un operativo para arrestar a Putin.- Dijo Cody determinado

"Es la misma fábrica de aquella vez" Pensé un poco nerviosa

— Me parece bien, vamos a realizar un plan de emboscada para no tener muchas complicaciones - Dije

— Me gusta la nueva Nayla - Dijo Cody con una sonrisa

Me sonrojé, jijiji. Y así, comenzamos el plan de captura a Putin para terminar con todo esto de una vez por todas.

Carlos y Rubí, también se involucraron de alguna manera en la idea.

Ya todo estaba listo, solo era cuestión de esperar el día.

— Nayla, perdona por lo que voy a decirte - Decía Cody‐, pero mientras no estabas, leí todo tu diario.

— No te preocupes, mi madre me lo dijo cuando llegamos a casa - Dije

— Has pasado por mucho, eres muy fuerte - Dijo Cody abrazándome

Fue un momento muy bonito para mí, nunca había tenido una amistad como la que tenía con él.

Pasaron los días y llegó el gran día donde pondríamos en marcha nuestro plan.

La idea era la siguiente: Rubí estaría en el coche para acelerar rápidamente si algo salía mal, Cody y yo entraríamos por un alcantarillado que había debajo de la fábrica, y en un lapso de media hora las fuerzas especiales entrarían por la puerta para ayudarnos a contrarrestar cualquier agresión.