Por Siempre

Capítulo 20|"Buenas noches"

Abby

Luc era un sujeto muy raro y agradable. Había aprendido tanto de la familia de Hunter gracias a él, un montón de cosas que el mismo Hunter jamás me había contado, como por ejemplo que mi novio había sido un crio mañoso a niveles extremos de pequeño. Él siempre había tenido un carácter fuerte y eso toda la familia lo sabía. Luc me había dicho que sólo una de sus hermanas lograba calmarlo, y eso era porque ella tenía un carácter fuerte, similar al suyo.

Sabía que Hunter estaba muy contento con lo de su hermano. Él pasó mucho tiempo creyendo que estaba solo y sintiéndose culpable por un montón de cosas. Ahora, de manera sorprendente, estaban juntos de nuevo. El destino no había sido tan cruel.

Después de pasar un largo rato con los hermanos me había acabado por quedar dormida en la sala. Hunter había agarrado la mala costumbre de acariciarme cuando estábamos demasiado juntos, acariciarme hasta el punto en que conseguía relajarme de una manera terrible que resultaba con una Abby durmiendo mejor que nunca. Yo era como un gatito. Un gatito apapachable y dormilón que se había quedado dormida con la cabeza apoyada en el regazo de un Vampiro muy sexy.

ᅳNo puedo creer estoᅳHabía oído decir a Luc. Estaba despertando, pero mantenía los ojos cerrados. Sentía todavía los toques de Hunter y uno que otro beso que él repartía en mis mejillas, frente y cabeza.ᅳEn serio, Hunter, no la has soltado ni por cinco minutos. Es divertido de ver. Nadie te la va a robar aquí, ¿sabes?

Quise reír, pero eso me hubiera delatado. Debía oír la respuesta de Hunter a eso.

ᅳ¿De verdad? ¿Crees que...? ¿Acaso estoy siendo demasiado absorbente?

ᅳNo lo sé. Oye, ¿qué crees que dirá cuando sepa que tienes un hermano que se puede transformar en un murciélago?

ᅳNo creo que lo importe mucho. Si supieras todo lo que sabe...

ᅳUn hermano que además de murciélago es un verdadero cobarde. ¿Qué? ¿Me vas a decir que no?

ᅳYo también hui.

ᅳNo, tú llegaste tarde y no pudiste hacer nada entonces Yo en cambio estuve ahí y sólo... me transforme y... y les abandoné.

Luego de ese corto y profundo dialogo, del cual apenas comprendía retazos, la charla terminó. Ambos hermanos quedaron en un silencio muy incómodo. De un momento a otro abrí los ojos. Lo primero que hice fue besar dulcemente a Hunter en los labios. Él lucía triste.

ᅳ¡Oh! Con que estabas aquíᅳDijo Hunter fingiendo sorpresa de manera perezosa después de que le beséᅳ.No me había dado cuenta.

ᅳSí, por lo mismo no dejabas de besarla cada cinco segundosᅳopinó Luc. Aquello me hizo reír. 

Hunter puso su especial y típica cara de enojado. Yo me reí y le acaricié la mejilla con cuidado.

ᅳ¿Quieres besarme, Reynolds?ᅳA mis espaldas escuché la risa burlona de Luc. Diablos. Ahora habían dos Reynolds y mi pregunta podría tener más de un remitente. Al parecer Hunter había reparado en la loca idea que había pasado por mi cabeza, ya que me observó fijo y negó. Tonto. Tonto y celoso chico.

ᅳ¿Se van a quedar también esta noche?ᅳpreguntó Lucᅳ, por mí no hay problema. Además es probable que pase la noche afuera. Adoro caminar y colarme en algún observatorio astronómico. Deberías probarlo alguna vez, Abigail.

ᅳLo consideraréᅳrespondí, intentando sonar seriaᅳ, pero se suponía que nos iríamos hoy.

ᅳEs ciertoᅳapoyó Hunterᅳ.¿No vendrás con nosotros, Luc?

ᅳNo. Me quedaré acá.

ᅳLuc...

ᅳNo, Hunter. Ya lo hemos hablado.

ᅳVendrás de todos modosᅳreplicó Hunterᅳ.No pienso dejarte aquí solo.

ᅳTe he dicho que...

ᅳPeroᅳinterrumpí a Luc, pues Hunter parecía estar a punto de decir algo demasiado rudo. De ese modo no conseguiría nada, Luc no quería dejar el desiertoᅳ, pero puedes venir de visita cuando quieras, ¿no? Estoy muy segura de que Derek se alegrará de verte y por supuesto que Hunter y yo también. Vendrás a vernos pronto, ¿verdad?

Luc asintió. Hunter también asintió. Suponía que eso era algo bueno.

Después de todo el asunto complicado, siguió un tiempo muy tranquilo. Hunter y yo regresamos a casa. Fue un viaje calmado y perezoso. Dormí la gran parte de éste. En verdad Hunter tenía razón al decir que yo era dormilona, pero lo cierto era que desde pequeña había sido así conmigo.

Persuadir a papá al llegar a casa fue delicioso pan recién horneado y comido. Muy fácil. Él creía que yo había pasado la noche en casa de Fei. No hizo mayores preguntas. 
Katherine estaba en la sala haciendo unas bonitas manualidades con Bárbara. Me habían invitado a sumarme y ayudarlas, pero me negué. Yo era un verdadero fracaso en esas cosas, con decir que cierta vez, al intentar hacer un tutorial de peluches adorables, terminé haciendo un bonito y horrible peluche-zombie creepy. 
He dicho bonito, porque a pesar de todo lo feo, había algo kawaii y adorable en ese terrorífico ser. 
En fin, ahí estaba yo. Caminando, o intentando hacerlo. Lento, muy lento. Con dificultad. Intentando dar el primer paso donde la gravedad no existía. Así es. Me había vuelto astronauta y estaba en la Luna.
Vale, ya. Sólo era una chica aburrida, echada en su cama y esperando a su novio en una perezosa y desarmada pose. Simplemente parecía un bulto más tirado en la cama. Sí, que estilosa era yo. 
ᅳ¡Abby! Para ti, es tu hermanoᅳPapá entró de improviso a mi habitación y me lanzó su móvil. Lo agarré a pesar de estar medio despistada.



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En el texto hay: vampiros

Editado: 12.04.2018

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