X.

Henry siempre fue un niño que sonreía mucho. Se la pasaba jugando con sus hermanas cuando era un niño. Luego de un tiempo conoció a Max y a Taeyong.

Ellos dos siempre fueron sus mejores amigos.

Realmente para Henry, su familia nunca fue la imperfecta, pero tampoco es la familia perfecta. Su padre había fallecido cuando él tenía ocho años, desde ahí él se volvió el único hombre de su familia.

Su mamá, su hermana mayor Leah y su hermana menor Vivían, eran las mujeres más importantes en su vida y por ella aprendió a respetar y a tratar a las chicas como si él fuera un caballero.

Pero su mamá llegaba a tener, como una pequeña obsesión con él, por el más mínimo detalle de convivir con otras chicas. A sus fiestas de cumpleaños iban muy pocas niñas y las que iban y se acercaban mucho a Henry, su madre las terminaba corriendo; eso le creó una reputación a Henry en la primaria y en la secundaria.

Taeyong no estaba con él en la secundaria, pero Max sí lo estaba, y Max vio como la madre de Henry se puso a llorar, porque una chica le dijo a Henry que le gustaba. Solo por eso.

Max empezó a conocer la verdadera personalidad de la madre de Henry, realmente no era muy agradable. Era una mujer adulta, que a veces actuaba como una niña pequeña, únicamente por su hijo.

Henry no entendía porque su madre actuaba de esa manera, y sobre todo, porqué solo actuaba así solo con él. Ni con Leah, ni Vivían actuaba de esa forma, únicamente era por él.

Henry era muy tranquilo y le gustaba estar demasiado tiempo con sus hermanas, las ayudaba en todo lo posible; si Henry pudiera decir que tiene una debilidad, diría que son sus hermanas. Tenía tanto miedo de perderlas, que haría lo que fuera por ellas.

Un día intentó salir con Max y Taeyong como siempre. Estaba en su segundo grado de secundaria, sabía que iban a ir a una fiesta de uno de los compañeros de Taeyong, era más que notorio que no lo iban a dejar ir si decía que iban a ir a una fiesta, y mucho menos si era de personas que no conocía. Solo dijo que iba a salir con Max y Taeyoung.

Ambos chicos lo esperaban afuera de su casa, Taeyong siempre viendo hacía el otro lado de la calle; la mamá de Henry salió primero, ambos chicos la saludaron, Taeyong de una reverencia de noventa grados. Henry salió después y se despidió de su mamá. Su madre cerró la puerta, cuando ellos empezaron a caminar.

La puerta a la que siempre miraba Taeyong se abrió y dejó salir a Samaelle (que en ese momento, Henry no conocía, pero Taeyong sí), la chica caminó por la acera, Taeyong aceleró el paso, haciendo que los otros dos también lo hicieran y cruzaron la calle. La chica los miró por un momento y siguió caminando, hasta dar vuelta a la derecha. Taeyong también lo hizo y los otros dos también.

Después de un momento, Henry se dio cuenta de que iban para el mismo lugar, tan siquiera, esperaba que su mamá no los hubiera visto siguiendo a la chica. Pero al final llegaron, Taeyong se perdió entre los que habían.

Era en una casa un poco grande, con alberca, aunque, no entendía porque había personas en el agua, cuando era una temporada fría. Al igual había comida, algunas botanas y música, Max miró a Henry, ambos levantaron los hombros y se trataron de meter entre los que estaban ahí. Por una hora no vieron a Taeyong, hasta qué el menor los encontró.

—¿Qué pasó? ¿Dónde estuviste? — Taeyong negó y miró hacía ambos.

—vamos por algo de comer — Henry asintió y jaló del brazo a Max que se quejó levemente, pero los siguió.

Taeyong les presentó a algunos de sus compañeros, y eso hizo que se abrieran un poco más, al igual de sentirse más cómodos, Max de vez en cuando bailaba con alguna chica, Henry no quería hacerlo.

—solo sal a bailar. No está tu mamá, no te va a ver — Henry miró a Max.

Se armó de fuerzas y lo hizo, invitó a bailar a una chica, con la que después se quedó hablando por un buen rato.

A Henry se le hizo tan atractiva la chica, que no dudó corresponder el beso cuando ella lo besó. Su primer beso se lo dio a una chica, de la cual nunca supo su nombre.

Pero lo que lo hizo que se separara, fue escuchar su nombre, siendo gritado por sus amigos, los dos lo miraban con cierta complicidad, pero Max señalaba el reloj que estaba colgado en la pared, ya casi era la hora en la que había prometido regresar a casa.

Se despidió de la chica y fue con sus amigos, saliendo del lugar.

—¿Por qué te perdiste? — miraron a Taeyong, quien solo suspiró.

—buscaba a una chica, pero no es nada importante — Henry rio. —¿Cómo se sintió tu primer beso? — Max rio al ver la cara de Henry rojo y Taeyong solo sonrió.

—no es nada del otro mundo —

—pués díselo a tu cara, está toda roja — Max rio con fuerza, haciendo que le doliera el estomago, eso hizo que los otros dos se empezaran a reír.

Dejaron primero a Henry, Max y Taeyong se despidieron y caminaron hacía sus casas. La mamá de Henry estaba sentada, viendo un libro que le gustaba a Vivían.

La casa se sentía sola y fría. ärecía como si solo estuvieran ellos dos. Henry caminó un momento hacía las escaleras.

—tus hermanas no están — Henry miró a su madre.