Por Siempre Y Para Siempre Tu

CAPITULO 27

DEAN

Me tome unos cuantos días para volver a casa, extrañaba a mi familia y en especial a Shamara, estos últimos días han sido desastrosos para mí, ella no quiso hablar más conmigo, nunca más hubo una llamada o por lo menos darme el beneficio de la duda, después de todo lo que hemos vivido juntos fue más poderoso su desconfianza que nuestro amor.  

Estuve unos días en casa de mis padres disfrutando de su compañía que tanto bien me hacían en estos momentos de dolor, pero no aguantaba más las ganas de verla.

Fui a casa de mis tíos, ellos saben lo mucho que la quiero y no me juzgan, pero están conscientes de que ambos estamos sufriendo por un mal entendido.

Después de esperar por más de una hora, ella no llegaba, decidí quedarme un momento más en el coche, era pasada la media noche y no era normal en Shamara que estuviera en la calle.

A lo lejos vi un coche que se parqueaba en la entrada, me quedé observando y para mi sorpresa era ella con ¿Paul? el imbécil de la preparatoria…… se desmontaron y el muy cabrón estaba intentando besarla.

En ese momento se escuchó cuando la puerta del coche la cerré con fuerza, ellos voltearon a mirar de donde provenía el fuerte ruido, yo iba hacia ellos con las manos en puñadas para darle su merecido a ese imbécil. Shamara me miró muy sorprendida y a la vez palideció.     

─Shamara Thompson, ¿qué haces a esta hora en la calle y con este tipo? ─pregunte con mi voz dura y a la vez fría del coraje de verla con ese tipo.

Ella no dijo nada, solo había un silencio sepulcral.

─¿Qué haces aquí? ─preguntó con la voz entrecortada.

─Vine a buscarte porque quiero que hablemos. No estabas en casa y decidí esperarte ─respondí mientras caminaba hacia ella.

─Ella no desea hablar más contigo y mucho menos saber de ti ─respondió Paul con cierta burla en sus palabras.

─No te hablé a ti, idiota ─dije apretando más las manos.

─Shamara ya no es tu asunto, ya ustedes no son pareja así que puedes dar media vuelta e irte porque estorb…….

No permití que terminara lo que iba a decir porque le pegué un fuerte puño en la cara, lo tiré al piso golpeándolo con ferocidad.

Paul me tiro consiguiendo darme en la mandíbula, pero volví a darle dejándolo atontado, Paul se paró rápidamente y se me lanzo encima cayendo los dos al suelo dándonos varios puñetazos más.

Shamara me gritaba que lo soltara, pero las cosas en vez de parar se ponían peor.

─iQué estás haciendo Dean!  ─Volvió a gritar ─Suéltalo, no ves que está mal. Si lo que quieres hablar, entonces hablemos, pero déjalo.

Al escucharla lo deje libre para que saliera huyendo como el cobarde que era.

─Esto no se queda así muñequito de pacotillas, me la vas a pagar ─Me grito mientras se dirigía a su coche. 

Shamara fue en su auxilio a tratar de ayudarlo, pero este la desprecio, luego volvió a donde yo estaba hecha una furia.

─Estoy aquí, delante de ti; quieres hablar, pues hablemos… 

Retornó un incómodo silencio entre los dos, ninguno quería iniciar la conversación. Yo estaba muy molesto por la escena que acababa de presenciar y a eso agregarle le pelea con el cabrón como dos adolescentes peleando por una chica, pero a la vez estaba feliz de verla.

Shamara no estaba igual que antes, sus ojos estaban tristes y su semblante apagado, no se parecía a la chica que siempre va a todos lados una radiante sonrisa. 

─¿A qué has venido, Dean? ─Su voz fue tan bajita que sonó como un susurro.

No respondí, solo la miraba, estaba sorprendido por su cambio; deseaba tanto tenerla entre mis brazos y olvidar todos estos meses de angustia y dolor.  

Me acerqué lentamente sin dejar de mirarla a los ojos, la abracé con tantas fuerzas que temía se me escapara.

─Mi princesa no quiero perderte, tu eres muy importante en mi vida, la mujer que amo─. Respiré profundo inhalando el aroma de su cabello─. ¿Qué crees que estás haciendo? ─Pregunté mientras ella estaba luchando por zafarse de mis brazos.

─No quiero que me toques, me juraste amor y cuando te fuiste a Dubái aprovechaste la oportunidad para engañarme con Mónica y yo aquí pensando en ti, respetándote, queriéndote ¿y tú? muy feliz viéndome la cara de idiota.

Salió corriendo para irse de mi lado, pero fui más rápido tomándola de las manos, pero en un descuido ambos caímos al suelo uno encima del otro, aproveché el momento y la besé. Me sentí otra vez vivo, lleno de energía y feliz.

Shamara cortó el beso empujándome lejos y parándome rápidamente; la miraba desesperado porque sabía que si no arreglábamos las cosas ella volvería a irse de mi lado y la iba a perder para siempre; así que me levanté de un salto y la volví a tomar entre mis brazos.

─Mírame, princesa ─Le supliqué tomándole el rostro con ambas manos ─Por favor, necesito que me perdones. Mónica me engaño para que tú nos encontraras ese día en la cama, ella sabía que tu ibas a estar en el hotel. 

─¿Te has preguntado si fuera yo que estuviera en tu lugar? ¿te has puesto en mi lugar?, piensas que yo me siento bien o que estoy llevando mi vida normal… pues te equivocas porque estoy de la patada, mi vida sin ti es una mierda, te extraño a cada instante…. Te amo Dean, pero también soy consciente que me engañaste y no sé si pueda perdonarte.




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