P.O.V: Manuel
Justo en este momento estoy luchando para levantarme de mi cómoda cama, hoy es Lunes por lo que el cansancio es doble y todo resulta agotador, cuando al fin logro ponerme de pie, por mi cabeza se rememoran el momento de ayer, junto a Donna, el instante que sentí que éramos uno mismo, el preciso momento en que me di cuenta de que la amo de verdad y estaría dispuesto a hacer cualquier cosa por ella, para que esté bien, es un sentimiento que no logro asimilar, es tan perfecto que hasta parece irreal.
Todos esos pensamientos son interrumpidos por mi madre que me habla desde la la cocina para que me apuré a arreglarme para el colegio
- Ahora voy a ducharme mamá- vocifero yo desde mi habitación.
Después de ducharme y cambiarme de ropa bajé a desayunar, como siempre ahí estaba mi cariñosa madre con todo preparado.
- Espero que traigas a Donna otra vez por aquí- dijo mi madre de repente
- Seguro que sí- contesté alegre y satisfecho por el lazo que ambas habían formado el día de ayer
- Se ve que es una buena muchacha, así que cuídala bien- dijo mientras colocaba el desayuno en la mesa y yo colocaba los cubiertos
- Ten por seguro que es así- ambos sonreímos y empezamos a desayunar, para el momento que acabé, ya era hora de salir así que fui a lavarme los dientes y luego me despedí de mamá y me salí apresuradamente al colegio
De alguna forma el tiempo había pasado muy rápido y como si nada ya íbamos 5 meses de clases, es decir nos faltan 5 meses para acabar el colegio.
Enredado en pensamientos variados sobre todo llegué al colegio. Llegué con tiempo extra así que me dirigí al salón de forma relajada.
- Hola Manuel- escuché una voz detrás de mí- hace mucho tiempo que no hablamos has estado muy ocupado al parecer- la voz llegó a mi lado, era Linda
- Hola Linda- dije con amabilidad- Has llegado temprano hoy
- ¿Y tu novia?- pregunto curiosa
- No lo sé, si no está en el salón debe estar por llegar- ambos seguíamos caminando
- ¿Cómo?¿No se han mensajeado?, son muy extraños- dijo sorprendida
- Bueno, casi siempre las mañanas son muy ajetreadas, preferimos hablar acá- respondí yo muy tranquilo
- Bueno, eso es cosa suya- dijo esta vez dejando el tema de lado- tu y yo deberíamos salir uno de estos días... ósea en plan de amigos- agregó ante mi mirada- no creo que porque tengas novia tengas que estar amarrado o encerrado todo el tiempo.
- No es eso, es simplemente que no creo que sea buena idea- le dije eso con el recuerdo de la primera vez que salí con ella, me dijo que yo le gustaba y aunque no se si eso cambió, prefiero no darle alas ni crear malos entendidos, para mi suerte llegamos al salón de clases- mejor lo hablamos en otro momento
Fui hasta mi pupitre y me quedé pensando en muchas cosas, últimamente se me ha dado por pensar en todo, en como el tiempo pasa tan rápidamente especialmente, supongo que es por la tranquilidad que mi mente tiene en este momento, todo lo que algún día tuve que pasar con mi padre ya no es mas que un recuerdo. A veces me siento mal por no poder ser capaz de hablar de eso con Donna, es difícil para mí, sé que ella confió en mí pero yo prefiero simplemente dejarlo atrás, eso ya no es parte de mi vida así que no tiene caso hablarlo.
Donna llegó al salón con una sonrisa, como siempre, lo que por cierto a resultado contagioso, ya que instintivamente también sonrío
- Hola Manuel- dice sentándose en su pupitre que está justo delante de mí, escuchar mi nombre desde su boca siempre hace que mi corazón se acelere de forma exagerada y tonta
- Hola Donna- En ese momento iba a preguntarle cómo había amanecido pero llegó la profe que daría la clase, todos quedamos en silencio y comenzó la clase.
Horas después
Las clases habían terminado, Donna y yo salimos juntos, pero ella se veía muy inquieta y nerviosa
- ¿Te pasa algo?- pregunté
- Necesito hablar contigo- respondió- ¿Podemos ir al garaje o algún otro lugar? Por favor
- Vamos a mi auto, ahí nadie nos va a molestar- ella soltó un suspiro y ambos comenzamos a caminar en silencio hasta llegar al auto
- ¿Qué me quieres decir?- pregunté, realmente estaba muy nervioso, su expresión era de preocupación
- Hace uno días, cuando iba hacia la parada de bus, me encontré con... Alejandro- confesó
- ¡¿Qué?!- dije un poco alterado, el tipo era una persona que antes le había hecho mucho daño- ¿Por qué no me lo dijiste antes?- cuestioné
- Lo siento, es que no quería preocupar a nadie, pero ahora tengo muchísimo miedo- respondió
- ¿Lo saben tus padres?- pregunté, y como respuesta solo negó con la cabeza- ¿Enserio planeas resolverlo todo sola? Debiste decírmelo antes, o al menos decírselo a tus padres, esto puede ser peligroso, no tienes que afrontar, ni esto ni nada sola- Me alteré un poco porque ese hecho me había provocado nerviosismo
- Es muy complicado para mí, todo esto, no quiero decírselos a mis padres, ellos se preocupan demasiado, luego me siento asfixiada y puede que sea lo mejor pero no se como hacerlo- en sus ojos solo se reflejaba desesperación así que me tranquilice.
- Vamos ahora- dije serio
- ¿Qué?- preguntó
- Vamos ahora con tus padres, no puedes simplemente dejarlo ahí, tienes que decirles, y yo iré contigo, te voy a acompañar- dije tomando su mano
En ese momento ella buscó mis brazos y se acomodó en ellos, correspondí ante su acción y nuevamente volví a sentir la conexión que solo ella podía recrear, no pude resistir estar tan cerca a ella, la tomé del mentón y la bese en los labios, ella me correspondió.
- Te amo- susurré aún con mis labios junto con los de ella
- Yo también te amo- respondió ella de la misma forma
***
Llegamos a casa de Donna, se veía muy nerviosa, suspiró y abrió la puerta.
- Buenas tardes mamá- saludó
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Editado: 12.01.2022