Ya bañada y arreglada bajo a comer algo, con el hecho de que haya comido un helado no significa que no tenga apetito porque a estas alturas soy capaz de comerme una vaca. Sí, tengo hambre y mucha. Tanto que tiendo a exagerar, aunque eso no importa.
Salgo de mi habitación para dirigirme a la cocina, pero antes de entrar le hablo a mi mamá.
—¿Mami tu ya comiste?
No creo no haya comido aún por lo normal ella sabe que siempre pasamos con Rut, a tomar un helado, ya que desde hace años hacemos eso. Algunas cosas nunca cambian, yo soy de esas personas que le temen a los cambio, aunque de alguna forma u otra siempre van haberlos y hay que enfrentarlos queramos o no.
Aunque sigo prefiriendo que no, lo sé soy muy contradictoria. Para mí no es raro decir una cosa y estar pensando en otra. Sí, así soy yo para desgracia de algunos.
—Ya hija, como no venías me imaginé que pasaste al parque por un helado con Rut. Así que me adelanté. — Con mi madre no tenemos secretos, y sabe muy bien mi intinerario. —Come tranquila y por cierto tus hermanas también ya comieron.
—Está bien mami.
Por eso amo a mi mamá, ella es la mejor, me voy directo al comedor a comer, y me sorprendo que tenía razón hizo mi comida favorita, lasaña. Me sirvo mi comida y como no he revisado mi celular desde la mañana me come por ir a ver qué es lo que han escrito en los grupos y que mensajes personales tengo.
Pero mi mamá tiene una regla estricta de no utilizar el celular mientras como, así que mejor hacer caso para que ella no se enoje.
Por que mi mamá enojada... es mejor ni hablar de eso. Es mejor evitar que provocar.
Una vez no le hice caso y me llevó la fregada, el motivo no la obedecí una vez y eso pasó. No la culpo tiene razón, soy la segunda hermana de tres que somos, recuerdo que mi mamá me dijo; si tu no me haces caso, tú hermana tampoco lo hará.
Tal vez ella no exagera, simplemente le doy la razón, es simple ya que a veces creo en que Dios y el karma castigan, pero sino quiero que nada me pase a mí tengo que obedecer me guste o no me guste. Digamos que con mi hermana mayor es poco difícil ya que ella es más rebelde que yo, yo tengo catorce años, mi hermana más grande tiene diecisiete y la más pequeña tiene trece, sólo mujeres somos. Mi papá... pues se tuvo que ir a trabajar a otro país ya que en la empresa donde antes trabajaba no tenía un buen salario, así que desde hace un año que se fue hablamos con él por vía Skype, aunque soy honesta así estamos mejor. Podría ser que muchos me puedan criticar, pero es que enserio mi papá es realmente estricto y algo brusco, pero ¿Qué papá no es así? De por sí mi mamita lo es, él es mucho peor, es mi padre y todo éso, pero es que por favor, que ni siquiera me deje pintarme las uñas, para mí eso si que es un delito y del grave. Mi mamá piensa que él no le gustaría que dañaran a sus hijas, pero en fin cosas de la vida las cuales yo aún no entiendo.
Ni modo, así son las cosas.
Termino de comer, lavo mi plato y voy a mi habitación a revisar mi celular, después terminaré la tarea que tengo,no es mucha pero tengo que hacerla. Enciendo mi celular y miro que empiezan a caer un montón de mensajes de todos los grupos donde estoy, más los personales, uno de ellos es de Rut, otro de mi primo, mi compañeras de salón preguntándome, si voy a jugar el próximo partido. Aunque eso no me lo tiene que preguntar, a mí me encanta el fútbol, es una de mis pasiones.
El próximo partido es el viernes, y por nada del mundo me lo pierdo.
Me meto al grupo, de mi banda favorita, que hay más de trescientos mensajes y miro que han agregado a un nuevo chico ¿quién será? el grupo no es sólo nacional, sino también internacional, y por lo que sé ese código es de Argentina. En este grupo hay chicas y chicos, sí , por muy poco creíble que sea hay chicos yo no entiendo del porqué juzgan a un chico si le gusta al que no sea varonil, en fin cuestiones de la vida que jamás comprenderé. No tiene nada de malo que le guste una banda, aunque puede ser de que solo estén metidos para conseguir una novia.
Lo de los mensajes no me sorprende la cantidad, ya que otras veces he encontrado más de mil mensajes, así que trescientos son pocos.
Miro unos cuantos mensajes, y la novedad del momento es ése chico nuevo, es como con que hubiera alborotado todas la hormonas femeninas, ve unos cuantos mensajes, donde preguntan ¿cuántos años tienes? ¿cuál es tu nombre? y otras preguntas más, las cuales ya me aburrieron, y me salto hasta el final. Y en lo últimos mensajes ya no le preguntan nada, por suerte.
Ni que el chico fuese un modelo, o algo así. Cierto que en las relaciones uno no sólo se fija en lo físico sino también en los sentimientos, bueno... otros solo se fijan en lo físico.
Cosas de la vida.
Escribo en el grupo y dejo un "Hola" y me salgo para, responder todos los mensajes personales que tengo, ya cuando he contestado cada uno de ellos, busco mi mochila para avanzar con la poca tarea que tengo, lo bueno que no es para mañana.