Alejandro
No aguante las ganas de besarla. Sus labios me encantan más de lo que imagine. Y al ver sus pechos, me calente un poco.
Ahora su camisa esta muy pegada a su cuerpo por lo mojada que esta. Y eso me deja ver la curva de su cintura.
Coloco mis manos en su la parte baja de su espalda y la pego más a mi cuerpo.
Despues de unos segundos me separo de ella, por la falta de oxigeno. Noto que esta muy agitada, su pecho sube y baja al igual que el mío.
-Eres un maldito tramposo-Exclama muy enojada, dandome un empujón. Yo no controlo mi cuerpo y choco contra la moto lineal. Mi cuerpo queda adolorido y gruño por el dolor.
-¿Estas bien?-Pregunta al verme quejar colocando una mano en mi pecho.
De inmediato guardo la compostura, me paro derecho y la aparto de mí.
-Mejor me voy-Comento-Ve tú lo que haces-Digo sin importancia y ella me mira confundida.
-¿Cómo?¿Me vas dejar aquí?-Exclama muy enojada-Alejandro, por favor, te lo pido, llevame a ver a Cristian-Ruega.
Me gusta verla suplicar y rogar. Pero quiero hacerla sufrir un poco más.
-Me debes una disculpa primero-Ella me mira con odio y yo sonrio ampliamente.
-La disculpa me la debes tú-Rebate sarcasticamente.
-No estas en condiciones de pedirme algo ¿Recuerdas?-Su rostro logra desetresarse un poco. Lo que me indica que esta cambiando de opinión.
-Esta bien-Exhala mirandome directo a los ojos-Disculpa-Masculla entre dientes y yo suelto una carcajada
-Disculpa, no te escuche-Ironizo y ella se molesta.
-¡Disculpa!-Exclama y yo sonrio-¿Estas contento?
-Si, y esta bien, acepto tu disculpas, ahora subete-Ella inmediatamente hace lo que yo le digo.
Rodea sus manos a mi cintura y yo rio.
-Sabía que te gustaba, pero no creí que era para tanto-Digo sarcasticamente.
-Idota-Me insulta-Tienes suerte de que no tenemos mucho tiempo, Cristian ya esta por salir, así que solo por ese motivo no seguire insultandote.
-Okey-Es lo único que digo antes encender la moto para dirigirnos a la escuela de Cristian.
-¿Conoces su escuela?-Pregunta.
-Si-Contesto.
Obvio que conozco su escuela. Cristian es mi amiguito se podria decir. Gerardo y mí tío son socios de una empresa. Por lo que Cristian y yo siempre nos vemos en cenas o tal vez reuniones.
Hemos entablado una amistad, él es un poco timido, yo he tratado de que ya no sea así. Pero se niega rotundamente.
Y bueno, como hemos platicado varias veces, e incluso yo voy a su casa a jugar algunos videojuegos. Él me ha contado varias cosas, incluyendo el lugar donde estudia y obviamente lo conozco porque yo tambien estudie ahí.
Llegamos a la escuela y Cristian esta esperando afuera de ella, lo observo detenidamente. Su uniforme esta sucio, parece que se haya estado revolcando en el piso, tambien tiene algunos moretones en la cara.
Veo como Adriana se baja y yo hago lo mismo. Nos acercamos a Cristian que nos mira aterrado.
-¿Qué te sucedio niño?-Pregunta algo preocupada.
-Nada-Contesta Cristian molesto.
-Amiguito, dime que te paso-Le pido a Cristian sonriente. Ambos tenemos confianza.
Cristian de la nada se abalanza sobre mí y me abraza. Yo me agacho y noto que esta llorando.
-Cuentame, ¿Qué paso?-Insisto. Cristian se separa un poco de mí.
-Unos compañeros de clase me cogieron a la salida y me golpearon-Responde con lagrimas en los ojos.
-¿Quienes mierda fueron?-Pregunta Adriana muy enojada. Esta demasiado molesta.
Parece que el niño si le importa. Yo creía que no era así por lo de su padre. Pero despues de todo, Cristian es su hermano y supongo que tal vez sienta cariño por él.
-Se querdaron en el salón-Contesta el niño muy asustado.
-Pues vamos, esos niños entenderan que no deben de meterse contigo-Comenta Adriana aún más molesta.
La loca histérica camina hacia adentro de la escuela, pero el vigilante la detiene en la puerta. Tanto Cristian como yo nos acercamos al escuchar que Adriana comienzan a gritar como la loca histérica que es.
-Señor dejeme entrar, le estoy hablando por las buenas-Exclama y de inmediato reconozco al vigilante.
Ya esta un poco más viejo. Pero tal vez él tambien me recuerde.
-Lo siento señorita, pero no puedo dejarla pasar-Contesta él amablemente como siempre y antes de que la loca de Adriana vuelva a decir algo, me adelanto yo.
-Hola Francisco-Lo saludo.
-Que gusto verte Alejandro, ya has crecido bastante, la ultima vez que te ví eras un niño de 11 años.
Es verdad, despues de la muerte de mi madre, no salio cambiaron mis aspectos emocionales, sino tambien mis amistades, incluyendo mi escuela.
Cambie de casa de la misma forma que cambie de Escuela, ahí me separe de mis amigos, de la calle en donde vivia y de la escuela, incluyendo de mi novia en ese entonces.
Lo bueno es que ella solo me gustaba, literalmente ha sido la unica que me ha gustado, pero nunca me enamorado.
-Lo mismdo digo y te pido una disculpas por mi amiga, esta un poco mal de la cabeza-ambos reimos y ella se molesta aún más, me quiere matar con la mirada.
-Esta bien-Contesta amablemente.
-Crees que me puedas hacer un favor-Pido y él asiente-Nos premites pasar, es que aquí a mi amigo-Digo señalando a Cristian-Se ha olvidado de un libro en su salón-Miento.
-Si, claro, pueden pasar-Dice haciendose a un lado y dejandonos pasar.
-Gracias-Digo estando ya adentro. Luego caminanos hacia el salón de Cristian. El niño sigue adelante para guiarnos y yo voy atrás con Adriana siguiendolo.
-Se puede saber porque me dijiste a ese señor que estoy mal de la cabeza-Pregunta seria y yo sonrio.
-No he mentido-Contesto encogiendome de hombros haciendola enojar aún más.
-Eres un imbécil, Niño bonito-Replica y yo vuelo a sonreir.
-Y tú una loca histérica-Repondo mirandola y ella me mira tambien.