Capitulo 26: Paracaídas

Adriana

¿Por qué?

¿Por qué mi padre me quiere separar de Alejandro?

¿Por qué,  ahora que lo amo más que a todo?

Alejandro no quiere que me vaya hasta mañana. Pero yo siento que Gerardo no se va a quedar tranquilo y puede causar un desastre.

Lo que menos quiero es que Alejandro salga lastimado, no quiero que sufra más de lo que ya paso con  su familia. No lo merece y mi padre no tiene derecho de decidir por mí, no tiene el derecho de decirme lo que me conviene.

Ahora estoy dejandome llevar por él a no se que lugar. Solo me dijo que este dìa iba a ser inolvidable.

Siento el aire sobre mi cara, mientras mis manos estan enrrollas en su torso. Continuamos así por algunos 9 más hasta que llegamos al misterioso lugar.

Me bajo de la moto y Alejandro me sigue. Miro el lugar de arriba hacia abajo, de derecha a izquierda. En verdad, Alejandro me a sorprendido.

-Dijiste que quieres tirarme de parapente-musita en mi oido por detrás.

-No creí que me trairas aquí, Alejandro-Giro y lo miro directo a los ojos. A esos preciosos azul cielo que me hechizarón desde que los ví por primera vez.

-Te dije que sería un día inolvidable y yo siempre cumplo-Junta sus labios, mis manos entre su cabello y las suyas en mis caderas.

-No creo que todo lo cumplas.....-Rebato, para divertirme un rato.

-Claro que sí y un claro ejemplo eres tú, prometí que serias mía y lo cumplí-Se mofa.

-Así...y ¿Cuando decidiste que iba a ser tuya?

-Lo decidi desde que empezaste a hacerte la dificil-Me muestra una de sus mejores sonrisas.

-Yo siempre he sido díficil, niño bonito. La verdad, no se en que momento deje de serlo-Respondo con indeferencia.

-Lo que sucedio es que te enamoraste de mí y ahora yo te controlo, nena-Dice con aires de macho seductor.

-Creo que es la contrario, yo soy la que te controla a tí-Rebato y el sonrie cor ironia.

-Tal vez, perp no de la forma en que yo te controlo a tí-Fundamenta.

-No lo creo, yo te controlo por que sabes que sin mí te moririas-Exagero un poco.

-Puede ser, me morira si no te tengo cerca. Pero lo mismo sucederia contigo.......

-Si, por que yo tambien te nesecito, mi niño bonito-muestro una sonrisa sincera.

-Yo tambien, mi loca histérica.......-Finaliza esas palabras y yo comienzo a reir.

-Suena ironico, no me gusto para nada la primera vez que me llamaste loca histérica, incluso te metí una cachetada por eso. Pero ahora ya no me molesta tanto-Confieso y el solo sonrie.

-No se ni como se me ocurrio llamarte loca histèrica, pero no me arrepiento, por que gracias a eso tuve una excusa para besarte-Él tambien me confiesa.

-Te quiero, niño bonito-acaricio su pomulo derecho.

-Y yo a tí, linda-Puedo ver en su mirada que me dice la verdad, lo puedo sentir, lo siento en el tono de su voz, lo siento en el toque de sus manos con mi cuerpo, lo siento por que mi corazón me lo dice.

Sin más preangulos, lentamente acerca sus labios y los une a los míos, los cuales lo esperan ansiosos. Enriendo mis manos en su cabello y las suyas se posan en mis caderas con posesión. Sus labios devorando los míos y los míos tratando de llevar el beso lo mejor posible, por que mi mente le advierte al corazón que se comporte, ya que estamos en un lugar público.

Despues de unos minutos, sus labios se apartan de los míos y lo agradezco por que ya estaba empezando a quedarme sin oxigeno.

-Vamos-Me sujeta de la mano y me lleva junto a un señor, el cual tiene los elementos que debemos colocarlos para poder lanzarnos.

-Me puede dar dos equipos, para mí y para mi novia-El hombre responde con una sonrisa y asiente.

-Tienes una linda novia muchacho, me recuerda tanto cuando yo tenía su edad-El señor sonrie con tristeza en sus ojos.

-¿Quien era su novia a esta edad?-Pregunto para salir de dudas. Soy demasiado curiosa y ni siquiera soy conciente al preguntar.

El señor dirige su mirada al horizonte y se queda pensativo, como si estuviera recordando mientra esboza una sonrisa.

-Es una larga historia, ¿En verdad quieren escucharla?-Pregunta el señor, al cual le calculo unos 50 años de edad como maximo.

-Si usted no tiene ningún incoveniente, nos encantaria-Respondo sin preocupación.

Obviamente que queremos escuchar la historia. Uno no va por la calle y las personas te empiezan a contarte su vida. Eso no es muy frecuente.

-Tomen asiento, la historia es realmente larga....

Obedecemos. Alejandro se siente el césped, y yo me acomodo entre sus piernas, inclinando mi cabeza a su pecho. Mientras su mano se posa en la mía.

-Mi nombre es Iván, ella se llamaba Grecia. Nos conocimos cuando eramos niños, siempre me parecio la mas hermosa de todas. Su piel era blanca, su ojos avellana y su cabello rizadi, ella era muy linda. Me enamore de ella cuando solo tenia 10 años, ella era mi vecina. Pero despues de unos años, Grecia se mudo junto con su familia, lo único que supe es que se habia mudado a Argentina. Sin embargo, unos días antes de que se fuera, en su fiesta de 15 años, nos besamos por primera vez. Desde ese momento no la pude olvidar. Ya despues tuve muchas enamoradas, si me gustaron, tal vez si las quise, pero no de la forma en que me enamore de Grecia. Solo vivia con su recuerdo, pero me resignaba por que creí que no volveria a  verla-Hace una pausa y el fantasma de una sonrisa trsite aparece en sus labios

- Pero, la volvi a ver cuando me iba a casar Malena, una de mis ex novias, resulta qie Grecia estaba organizando mi boda-Yo quedo perpleja por lo ultimo que acava de decir, al igual que Alejandro-Lo sé-Se rie un poco-Es raro ¿Verdad? Pero así fue, cuando creí que nunca más volveria a saber de ella, me la vuelvo a encontrar y estaba más hermosa que nunca. Ese sentimiento que alguna vez senti cuando tenia 15, volvio a surgir, pero esta vez con más intensidad.....

-Osea ¿Qué no se caso?-Me atrevo a preguntar.