Capitulo 27: Confesiones entre hilos rojos

Adriana

Estoy una vez más dejandome llevar por el niño bonito. Dejandome llevar por el chico al que quiero.

¿Es que nunca dejare de preguntarme si esto es verdad o solo estoy soñando?

Creo que no.

Como olvidar la primera vez que lo vi, la situación hizo que exagerara todo, pero eso no impidio que me gustara el brillo en sus ojos. Tampoco impidio que me gustaran los besos que nos dimos.

Él logro ponerme nerviosa desde el principio, sencillamente no me lo esperaba y aún no termino de creermelo.

No creí que un chico, con sus caricias, con si mirada, con el movimiento de sus labios, podría romper esa atudura que yo tenía. Eso que simplemente me impidia sentir algo por alguien. 

Realmente nunca me gusto alguien de verdad, y sí un chico me empezaba a atraerme, yo huía, me alejaba. Y al día siguiente ya no sentía nada. De esa forma evitaba sentir, de algún modo creía que todos eran un clon de Gerardo, mi padre, él que me abandono.

Pero, aunque intente alejarme de él, siempre regrasaba a sus brazos, siempre era el mismo circulo. Me peleaba, lo golpeaba y el universo encontraba la manera de unirnos una vez más, regresando a sus besos y caricias. De esa forma ahora estoy así con él.

El día se ha nublado y pareciera que fuera a llover, solo espero que esto no estropee la sorpresa que Alejandro tiene preparado para mí.

Siento la adrenalina correr por mis venas, debido a la intensidad en la velocidad. Sin pensarlo y sin miedo, me paro y levanto las manos sobre la moto para sentirme más libre que nunca.

-Esto es sensacional-Exclamo con efusividad.

-Estas loca-Rie Alejandro, pero yo no le hago caso, él dijo que este día debe de ser increible y eso es lo que estoy haciendo.

Miro a mi alrededor, estoy afuera de una casa de playa muy lujosa. Por fuera es de color azul marino mezclado con blanca, es grande y hermosa.

Nos aparcamos ahí y de inmediato me bajo, a lo que Alejandro me sigue.

-¿Esta es la sorpresa?-Pregunto.

-No, aún no has visto nada-Dice y yo sonrio, mientras no puedo evitar morderme el labio inferior, por el nerviosismo que siento.

-Vamos.....-Sujeta mi mano  y me lleva con él hacia la puerta de la casa de playa.

Luego se coloca detras de mí, y enrrolla una tela sobre mis ojos. Yo por impulso, me resisto y antes le pregunto.

-¿Qué haces?-Giro un poco y lo miro a sus ojos. Hoy se ven más brillantes que antes.

-Es una sorpresa ¿Recuerdas?-Responde sereno.

-Mmmm, esta bien-Digo simplemente dandole autorización para que coloque ese pañuelo sobre mis ojos.

Luego escucho que abre la parte. Coloca una mano en mi cintura y con la otra sujeta mi mano. Después siento que me lleva hacia adentro de la casa, pero no logro distinguir hacia donde exactamente, sencillamente no veo nada. Camino guiandome de él para no caerme.

-¿Ya llegamos?-Pregunto al sentir que nos hemos aplantado.

-Si, ¿Estas lista?-Me pregunta y yo asiento estusiasmada.

Me muero por saber que es lo me tiene preparado.

Se coloca detrás de mí. Primero junta un mechon y lo pone detrás de mi oreja, luego empieza a quitarme el pañuelo lentamente.

Al principio mi vista es borrosa, por lo que no logro distinguir muy bien. Pero luego se va aclarando y logro ver la magnifica sorpresa.

En toda la habitación se encuentran hilos colgantes de color rojo con unos dibujos preciosos. Son exactamente 10 dibujos. El primero recrea la escena en que nos conocimos, justo su auto impactando contra mi cierpo. El segundo muestra la primera vez que nos besamos, osea, el beso que él me robo despues de la linda bofetada que le lance. El tercer dibujo recalca el momento en que nos encontramos cuando iba camino a la escuela de Cristian, hasta se nota lo mojada que esta mi camisa en aquel dibujo. El cuarto muestra el beso agresivo que nos dimos despues de safarnos de ese idiota que intento hacerme daño. El quinto dibujo mostraba a él y yo metidos en la ducha, eso fue cuando estaba borracha. El sexto me transporto a la vez en que él me dijo que le gustaba. En el septimo dibujo, él me habia dibujado mirandolo desde su ventana, recordandome que estaba que me moria de celos en aquel momento. El octavo dibujo consistia en él y yo metidos en un ascensor. El noveno, simplemente me recuerda cuando el se metio a mi habitación, e intento por todos los medios que no lo aleje de mí.Y el ultimo dibujo, él y yo haciendo el amor por primera vez.

Sin pensarlo, empiezan a caer lagrimas de mis parpados, sencillamente estoy chillando de la emoción.

-¿Por que lloras?-Interroga mi niño bonito.

-Esto esta hermoso Alejandro, ¿Todo esto lo hiciste por mí?

-Claro que sí, no lo dudes ni un segundo, nena-Afirma ladeando una sonrisa y yo lo miro de la forma más sensible posible.

Comienzo a tocar los dibujos uno a uno, empezando a recordar.

-¿Tú los hiciste?-Curioseo como es mi constumbre.

-Si, nena. 

-Dibujas muy bien, los dibujos son tan realistas. ¿Cómo se te ocurrio esto Alejandro?

-Estos dibujos los hice cuando dijiste que no querias saber nada de mí. Pasaba mucho tiempo con Macarena, a ver si asì dejaba de pensar en tí. Pero no lo conseguia, por eso empece a dibujar cada momento que pasamos juntos-Se acerca junto a mi y toca el primer dibujo-Empece por el momento en que nos conocimos, cuando dijiste que casi te asesino-Ambos reímos al recordar mi drama tan exagerado.

-Creo que exagere un poco ese día-Digo haciendo un atemano.

-¿Solo un poco?-Pregunta con evidente sarcasmo.

-Bueno, tal vez me pase-Me resigno y el asiente.

-Si, te sobrepasaste......-Afirma y a mi solo me queda sonreir-Después continue con este momento, el cual nunca olvidadere-Comenta señalandome el segundo dibujo.

-¿Nunca olvidaras las buenas cachetadas que te dí?-Pregunto con burla y él niega.

-Nunca olvidare que ese primer beso fue mi perdicción, por que desde ese entonces, tengo la nesecidad de besarte cada vez que te veo-Yo sonrio como una loca enamorada, me siento una estupida por la forma en que lo estoy mirando, pero en serio este chico no solo me vuelve loca cuando me besa, él sabe dominarme en todos mis sentidos.