"Soy trihíbrida. La unica de mi especie".
"No hay monstruos como yo".
Llegué a la vida de Polly, luego de escapar de Mistic Falls. Estaba pasando por una situación dolorosa Polly me mostró la bondad y el cariño de una madre.
Decidió adoptarme, ella había perdido a un hijo y desde que me vio decidió quererme.
Con uno de sus amigos falsificaron documentos con los que quedó sellada la adopción, deje de ser Hope Mikaelson y pase a ser Chloe Tidell Swan.
Estábamos en camino a Forks, Polly había sido invitada por el tío Charlie por un tiempo, ya que Bella llegaría de Arizona para pasar un año con él.
Yo no tenía una gran amistad con bella, tampoco es que habláramos mucho pero a quien amaba era a Charlie, ese hombre es un amor cuando no tiene su uniforme.
Polly sabía lo que era y me cuidaba bastante, no quería que alguien se enterará y me hiciera daño.
Mis poderes son impresionantes pero peligrosos y debo tener mucho cuidado, las emociones fuertes activan cosas dentro de mi que muchas veces me cuesta controlar se que soy un monstruo pero no puedo cambiar lo que soy.
-Cariño apúrate si, Charlie aviso que está esperándonos afuera- mi mamá me habló por fuera del cubículo del baño, a pesar de ser lo que soy también tengo necesidades como los humanos normales y entre ellas es ir al baño, que puedo decir mi vejiga es pequeña y fue un vuelo de 6 horas y que asco ir al baño del avión.
-Ya salgo.
Salí luego de bajar el bater y lave rápidamente mis manos para no hacer esperar más a Charlie.
-Vamos mami- sonreí tiernamente
-Ya era hora niña, Charlie dice que nos llevará a comer y hacer algo de super para que compres lo que tú gustes y tengas en casa
-¿Viene con Bella?-tome mi maleta y caminamos fuera del baño
-Es lo más seguro, espero se lleven bien, irán a la misma escuela, vivirán juntas y pasarán tiempo juntas-sonrió caminando a mi lado-te tengo una sorpresa y se que te gustará pero la verás llegando a casa.
-Entonces porque me dices ahorita-reí, ella sabe que soy una chica muy desesperada- voy a querer que comamos rápido y compremos rápido.
-No lo pensé antes de decirlo- se rió también y señaló a un señor a lo lejos-Es Charlie linda.
-Si!!-corrí hasta el soltando mi maleta y me tiré a sus brazos-tío!
-Oh, tranquila- reía levemente y me abrazo-se que te alegras de verme pero me romperas la espalda ya no soy tan joven
-Que cosas dices, luces bien para tu edad- me baje de sus brazos y lo abracé fuerte-tío, te hemos extrañado mucho
-Creanme que yo a ustedes igual, estás muy hermosa y grande, te recordaba con el cabello más corto- sonrió acariciando mi mejilla
-Verdad que ha crecido bastante- sonreí
-Mucho- sonrió, miro a Polly y la abrazo igual- ¿Cómo has estado Liz?
-Bastante bien hermano, cuidando a esta muñequita que me cayó del cielo.
-Me alegro que estén bien, vayamos al auto Bella está esperando allí, les trajo algo
-Más sorpresas- aplaudí y empezamos a caminar a la salida del aeropuerto, nosé esperaba un viaje algo largo hasta Forks, estábamos en Seattle y pasaríamos al mall para comer algo, iríamos al súper por comida tambien, algo de ropa para el frío de Forks y alguna que otra cosa que se nos atraviese por el camino.
Estaba feliz de iniciar una nueva vida, pero seguía teniendo miedo de que pudiera dañar a mi nueva familia, que la gente al saber lo que era me condenará, al no agradarle a los nuevos compañeros que tendré o simplemente a no poder ser yo misma.
Deje una vida llena de dolor, luego de perder a Klaus y a Hayley todo se vino a bajo, estaba mi tía Freya pero ya nada era lo mismo y una noche hice lo que no muchos harían en mi situación, decidí huir.
Huí lo bastante lejos e hice perder mi rastro con un hechizo lo suficientemente poderoso para que nadie me encontrará, sabía que en cualquier momento podrían dar conmigo pero decidí enfrentarme a nuevas cosas.
En uno de mis viajes como nómada por el mundo conocí a Polly, era mi vecina en el hotel donde me quedaba, chocamos y al levantar la vista para pedirle disculpas me miro a los ojos con un sentimiento que jamás había visto en los ojos de alguien, luego de ese día por alrededor de 3 semanas fuimos inseparables, me recibió con los brazos abiertos, me contó lo que había sufrido con la perdida de su bebé y el termino de su relación con su ex esposo, pasábamos por un duelo similar así que pude entenderla y ella me entendió cuando le mostré lo que era, no dejo de quererme y apoyarme y me mostró el lado más humano que conocí en una persona.
Desde allí cambie el chip y dejé de ser la niña mimada y caprichosa y comencé un papel de niña buena y amorosa que al tiempo se hizo tan llevadero que decidí ya nunca volver a ser lo que fui antes, desde ese momento hasta ahora habían pasado 2 años, tenía 17 y estaba por terminar la preparatoria en España pero la invitación de Charlie hizo cambiar todos nuestros planes tanto para mí como para Mamá.
Dejar nuestra vida fue difícil pero los nuevos retos son geniales.
Salimos del aeropuerto en camino al auto de Charlie, Bella salió de el para saludar a mamá.
-Tía, cuánto tiempo sin verte- la abrazo y sonrió.