Preludio al desastre

Capítulo 3: Disfrutemos

El pueblo se encuentra de fiesta gracias al festival anual que se celebra, no solo por la tradición, sino también porque la princesa estará aquí. Todo está cubierto de manera fina por los decorados con forma de sol, luna y estrellas mientras algunas personas están a cargo de varios puestos, unos con comida de diferente tipo y otros con juegos de festival que parecen ser arreglados. Pero claro que las trampas no duran mucho cuando Dark y Suin se unen para jugar, y como son niños que necesitan constante vigilancia, mamá y papá pasean con ellos cuidando que la guardia fronteriza no los reconozca. Pensé que nunca se darían cuenta de las discrepancias de entrada y salida, pero me equivoqué. Lo que me preocupa es que esto sucedió justo cuando llegó el zorro que protege a la princesa, y teniendo en cuenta que ella viene, la seguridad de la guardia se ha mejorado mucho gracias a la intervención de él. ¿Por qué de todas las fechas festivas que hay en un año, la princesa tuvo que elegir el festival al que quería llevar a mi familia? Ahora no podré participar en muchos juegos porque quiero que mamá disfrute sin tener que preocuparse de que la vean. Suelto un suspiro mientras muerdo una manzana acaramelada, caminando junto a Meli por el festival y admirando la decoración. Meli se detiene frente a un cartel que habla sobre la aparición de la princesa, quien se supone se mostrará de forma especial en el desfile sobre un palanquín que llevaran cuatro hombres, no sé si porque ella así lo quiere, o porque cargaron sobre sus hombros los ideales de los demás. Pero el hecho de que hará una aparición llamativa no les gusta a algunas personas, pues algunos rumores llegan a mis oídos escondidos en la capucha de mi sudadera.

—No entiendo cómo esa niña será la gobernante algún día, se nota a leguas que no está preparada. —Dice un hombre con cierto tono de queja.

—Hubiera sido mejor alguno de sus hermanos mayores, por ejemplo, el primogénito, él tiene mucha más visión que esa niña. —Lo secunda su compañero mientras camina a la par de este.

—Pobre chica. —Dice Meli con profunda empatía —. Tanto que se esfuerza por llevar un peso que no le compete, y aun así no es capaz de ganar el corazón de todos.

—Supongo que es lo normal. Sería muy raro ver un reino donde todos estén en una especie de utopía, es bueno que haya un poco de desorden de vez en cuando. —Digo acariciando su cabello rubio mientras sostengo mi manzana en la mano —. Ahora no pienses en eso, ¿a dónde quieres ir? Recuerda que también es tu día y te puedes divertir.

—Me gustaría comprarme algunos libros, cómo esos que hablan de las leyendas de la época de la heroína. —Pide totalmente feliz mientras toma mi mano para ir a una librería —. Después de eso podemos hacer algo que tú quieras.

—Está bien, siempre y cuando puedas seguirme el paso. —Digo maliciosa, notando cómo se tensa por lo que he dicho —. Es broma. —Paso mi brazo por sus hombros para caminar una junto a la otra —. Tengo mucha hambre, así que podemos competir por un poco de comida.

—Bien.

Caminamos juntas viendo algunos puestos que venden cosas en el festival, hasta que nos detenemos en uno que vende máscaras. Meli divertida toma una con forma de rostro de mujer que hace un puchero, y como ella trata de imitar la forma de la cara, hace que ría divertida. Mi vista pasea por las máscaras, hasta que encuentro una con forma de cara de zorro que tiene una especie de abanico en el área de la frente con nueve gotas sobre este. sonrío tranquila viendo lo linda que se encuentra dicha máscara, y cuando la tomo para ponerla sobre mi rostro, se siente tan cómoda que me extraña. Meli me ve con una sonrisa de soborno, así que no puedo evitar comprar las dos máscaras para luego irnos caminando hacia la librería que ella quería para comprar los libros de leyendas. No queda muy lejos de la calle principal donde se celebra el festival, es pequeña y pasa desapercibida con mucha facilidad, pero una vez se está adentro se siente muy acogedora con el sonido de suaves campanas que anuncia nuestra llegada.

—Aun cuando hay todo un festival afuera, tenías que venir aquí y buscar un libro. —Dice una hermosa mujer rubia de ojos verde gris con alas transparentes en su espalda, descendiente inequívoca de las hadas con una raza de tamaño alto, y por lo que puedo deducir de sus orejas alargadas, creo que mitad elfa —. Y veo que está vez no viniste sola. —Se me queda viendo con una sonrisa.

—Buenas tardes, gracias por recibirnos. —Digo educada quitándome la máscara de zorro —. Soy Yaira… la hermana mayor de Meli.

—Lo sé, no hay nadie en el pueblo que no conozca a un Nikols. —Dice tranquila mientras camina hacia un estante de libros, toma uno en específico y se lo muestra a mi hermana—. Y bien, ¿buscabas este libro Meli?

—Ese mismo es. —Se alegra mi hermana tomando dicho libro —. Es increíble que nadie lo haya comprado, es maravilloso. —Lo abraza con fuerza a su pecho.

—Porque la dependienta te conoce de hace tiempo, puedo deducir que querías ese libro de hace tiempo, así que ¿por qué no me lo pediste? —Pregunto seria, viendo a mi hermana.

—Pues…

—Por favor, señorita Yaira. —Interrumpe la mujer hada con una suave sonrisa —. Su hermana menor, Meli, es una señorita muy prudente.

—Eso lo sé bien.

—Entonces sabe que, si no hay buena economía en una casa, ella no va querer ser una carga. Así que se resistirá a lo que anhela, y así apoyar desde las sombras a la hermana que más admira. —Pone una mano en su hombro —. Ella se contiene a sí misma para apoyar, y siempre trata de hacerlo bien en la escuela para que en su casa se sientan orgullosos. Por eso no se atrevía a decirte del libro, es especialmente caro porque necesitó especial cuidado en su recuperación debido a lo antiguo que es.




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