Ethan
Dejo a mi príncipe en su cuna después de un beso en su cabecita y prendo los radios, me llevo uno conmigo hacia la habitación de a lado.
Cierro tras de mí con seguro y me acerco a la mesita de noche a dejar el radio.
Hannah se encuentra sentada a los pies de la cama, quito mi camisa y el pants. Subo de rodillas a la cama y me siento tras de ella, la rodeó con mis brazos ejerciendo un poco de fuerza y entierro mi cara en cuello.
Huele exquisitamente, como si se tratara de una galleta con chispas muerdo su piel suave. Ya es hora de que vuelvan mis marcas.
-Mmm...duele - se queja y con mucho más gusto muerdo. Se remueve pero la apachurro más - Ethan.
Suelto su cuello y pasó mi lengua por la zona marcada. Comienzo a enredar su pelo en mi mano y una vez que ya no puedo sostener más, lo jalo para que su cabeza quede inclinada hacia atrás.
-Te echo mucho de menos - beso su hombro y subo hasta su mejilla. Solo respira entrecortado, no hay rastro de lagrimas o muecas de desagrado.
Jalo un poco más su cabello y muevo brusco su cabeza para poder besarla. Me corresponde a los segundos pero aumento el ritmo, antes de que se me acabe el aire por completo me llevo su labio inferior succionándolo.
Me separo y respiro por la boca agitado, Hannah mantiene sus ojos cerrados como sabe que debe hacerlo. Suelto su cabello y me hago hacia atrás.
- Date la vuelta - ordeno simple y lo hace, palmeo mis piernas para que se siente en ellas.
Se pone de rodillas y llega hasta mí, se pone a horcajadas sosteniéndose de mis hombros y se deja caer despacio. Aunque lo hiciera así ya me encuentro excitado, no ocupo ya mucho de su ayuda.
- ¿Qué prefieres? - mantengo mi vista en su verdosa mirada y ella paciente espera - ¿Qué domine yo o montarme? - mierda, solo de recordarla montándome hace que mi polla se endurezca más.
-¿Entonces? - le pregunto ronco, llevo una mano a su cadera y la muevo. Ya quiero follarla.
Su silencio me impacienta así que elijo por ella, ataco sus labios llevando mis manos a su nuca. La muerdo para que jadee y pueda meter mi lengua a su cavidad bucal.
Juego con su lengua y me separo por qué ya no aguanto el dolor, la empujo por los hombros y quedo encima.
- Ojos - ordeno y los cierra de inmediato - Hoy por fin podré tocarte, mi amor.
Doy un pico en sus labios y bajó por su cuello, succiono haciendo chupetes y así sigo por si clavícula. Deslizo su blusa rápido y beso cada uno de sus pechos.
Estos están más grandes por la leche y mucho más apetitosos. Muerdo robándole un gemido a mi zanahoria. Sonrío y sigo jugando con sus pechos, muerdo, amaso y chupo despacio.
Ya no me pertenecen del todo, Sebastián disfruta cada tres horas de ellos.
Bajo mis besos por su estómago, delineo mi marca de un costado y sigo con mi cometido hasta por debajo de su ombligo. Ahí me levanto relamiendo mis labios y tomo los bordes de su short.
Antes de bajarlos volteo a su cara, mantiene los ojos cerrados y su pecho sube y baja con rapidez, sus manos empuñan las sabanas y sus piernas tiemblan ligeramente.
Sonrío y ahora sí le quito su short junto con las bragas. Los aventé fuera de la cama y separe más sus piernas, pase mi dedo por su sexo y noté que apenas se estaba mojando, tendré que estimularla más si quiero entrar como me gusta.
Sin más que esperar introduzco mi dedo y recibo un glorioso gemido de placer, muerdo mi labio aguantando el dolor en mi polla.
Torturo su clitoris para que se moje más rápido y lo consigo, gruño y sin poder aguantar más bajo mis bóxers. Me posicionó para entrar de una y me acuesto arriba de ella sin aplastarla del todo, beso sus labios entreabiertos mientras entro.
-Ahh - gimo por la sensación tan placentera que ha sido poder entrar en mi gatita después de mucho tiempo.
Embisto con fuerza y rapidez, ahogo sus gemidos que ya no identifico si son de placer o dolor. Tomo con una mano su cadera y entro más profundo causando que Hannah lleve sus manos a mi pecho y trate de empujarme.
-Ahh...duele - gimotea a hilo de voz, no le presto atención y sigo embistiendo a mi ritmo - Ethan...por...favor...
Gimo al escuchar sus sollozos, esto es lo que he estado buscando desde hace tiempo.
-No seas aguafiestas amor, apenas empezamos - beso sus párpados húmedos y salgo sin compasión, se queja y sonriendo la volteo.
Palmeo su trasero varias veces con fuerza hasta dejarlo totalmente rojo y mis manos marcadas, las manos de mi zanahoria se mantienen empuñando las sabanas y su cara enterrada en el colchón ahogando sus gemidos de dolor.
Me inclino y beso su espalda, con mi mano libre agarro un puñado de su pelo y lo jaló con fuerza obteniendo que sus gemidos pueda escucharlos.
Mi pene se vuelve a poner duro y muerdo toda su espalda. Una vez llegado hasta abajo subo hacia su cara y jadeando beso sus labios posesivo y con mucha ferocidad. Como extrañaba esto.
-Oh mi gatita, te follare hasta que me haya saciado - susurro en su oído ronco y listo para volver a penetrarla.
Abro más sus piernas y hago que las incline un poco, compruebo que siga mojada y entro sin remordimientos. Aplasto la cara de mi gatita contra el colchón y llevo mi otra mano a su espalda baja.
Mis estocadas son profundas y fuertes, sigo así hasta llegar a mi climax y me dejo caer arriba de ella sin aplastarla del todo, respiro hondo por lo agitado que me encuentro y beso su cabeza sonriendo.
Incorporó mi cuerpo y ordenándole seriamente que no se moviera camine hasta el armario.
Azotala, azotala, azotala con fuerza.
Tome uno de mis cinturones y volví, solo podía escuchar como sorbía su nariz y suspiraba cansada. Oh vamos, todavía no termino.
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posesivo y controlador, trastorno de identidad disociativo, dolor golpes sufrimiento
Editado: 16.03.2020