Presa de ti ©

Capítulo 22

Ethan

 

No he podido dormir, tanto tiempo sin tenerla me hace querer apreciarla cada segundo que está conmigo.

Delineo sus labios, las largas pestañas, su corto cabello que me sorprendio cuando la ví, tan hermosa y tierna.

Suspiro bajando las caricias por su espalda aunque está llena de cicatrices las pecas y su palidez resaltan.

Retiro mi mano cuando se remueve, no hace ruidos, duerme plácidamente. Me acerco a besar su nariz para luego abrazarla por la cintura y pegarla a mí.

Sigue teniendo ese olor a galletas, tan embriagador y apetecible. Beso su cabeza y me quedo viendo hacia la ventana, que abrí las cortinas y gracias a ello la luna llena me saluda.

Tengo mi mano metida en su cabello sedoso y suave, ni una pizca de sueño me invade, tantas energías contenidas que me dio tristeza al escuchar su agitada voz pidiendo que parará.

Solo soportó cuatro rounds, su cuerpo temblaba bajo de mí, su respiración era rígida y lo que me encantaba era el ritmo al que iba su corazón, amenazando con salirse.

Con resignación al notar lo agotada que se encontraba mi zanahoria, no tuve más opción que salir de ella y acostarme a su lado.

Antes de irse por completo al mundo de los sueños rogó para que la ayudará a bañarse, molesto por esa petición y sintiendo un horrible rechazo, la ignore. Le ordene silencio fingiendo dormirme, pero ella no se quedó así, al notar sus intenciones de levantarse la atraje de un jalón por debajo de sus pechos a mí.

No la solté, me puse firme y susurré que así se iba quedar a consecuencias de ya no querer continuar. De todos modos no use condón, si o si debo inyectarla o comprar la pastilla, que más daba si se quedaba llena de mí.

Sonrío satisfecho, cerré los ojos intentando conciliar de nuevo el sueño, pero un llanto me hace abrir mis párpados, a ese llanto se le suma otro, me levanto buscando mi boxer por el piso frío.

Al escuchar un tercer llanto y toques en la puerta me alivie al encontrar mi ropa interior junto con el pantalón de pijama.

Me dirigí a la puerta y quite el seguro, una mini zanahoria bostezando fue lo que ví. Me agaché tomándolo en brazos y lo lleve a la cama.

-Ire con tus hermanos, quédate con mamá.

Asiente y salgo a grandes zancadas del cuarto una vez apague el radio evitando despertar a Hannah.

Fuí al que era cuarto de mi hermana topándome a Harry arrullando a uno de mis príncipes.

Le sonreí débil saludando, fuí a la cuna y tome a mi otro príncipe. Hice que Harry se sentará en la cama y se lo entregue.

Yo agarre a mi niña, camine al escritorio destapando tres biberones, abrí el termo con la leche materna que se mantuvo a temperatura ambiente y la vacíe en los tres.

Balanceaba mi cuerpo despacio tratando de tranquilizar su llanto, termine de tapar los biberones y se los pase a Harry.

Lo ayude acomodarse hasta el respaldar de la cama, fuí por el biberón faltante para igualmente sentarme y darle de comer a mi princesa.

Descubrí a mi zanahoria llamarlos con ese apodo tierno que no dudaré en también usarlo.

-¿Te despertaron? - rompo el silencio con esa incógnita, Harry niega.

-No podía dormir - confiesa, le brindo una sonrisa burlona.

-Lo siento - me ve confuso y lo miro con sorna.

Él se quedó a dormir en la sala de cine, el sillón
de ahí es súper cómodo así que no me preocupe, pero enfrente de esa habitación está la mía, donde hubo actividad sexual poco silenciosa.

Muerdo mi labio inferior y lo veo con la cabeza gacha observando a mis bebés.

Que por fin se han quedado dormidos de nuevo.

Saco lentamente el biberón de su boquita, lo dejo en el escritorio y la acomodo en mi hombro para sacarle el aire. No queremos molestosos cólicos.

Una vez el aire afuera acompañado con leche, limpio su boca y la devuelvo a su cuna tras un beso en su gorro.

Harry deja a mi príncipe también en su cuna y antes de que se aproxime al otro, le gano.

-Gracias por ayudarme, ahora intenta dormir.

Indirectamente lo corri, se despidió con la mano y salió del cuarto. Escuché un eructo pequeño y me fije si no había vomitado, al parecer no.

-Desanca, mi príncipe.

Beso su cabecita sobre el gorro y lo acomodo a lado de su hermano. Hannah me explicó que quiso separarlos a la hora de dormir allá en Inglaterra y empezarona llorar, por eso deben estar juntos.

Conexión de ¿Trillizos? Lo dudo, sin mi princesa duermen bien.

-A su padre tenían que salir - susurro saliendo del cuarto apagando la luz en el trayecto.

Son extraños, yo soy extraño y somos una familia extraña, pero con hermosos genes.

Llegando a mi habitación localizo devolada a Sebas sentado en la cama viendo hacía la puerta.

-¿Por qué no te has dormido? - me acerco acariciando su pelo. Cierra los ojos y apunta a mi zanahoria.

-¿Po qué mami no tiene dopa?

Oh, oh.

Olvide ese detalle.

 

***
 


Mundo interno
 

Desperté en mi habitación de golpe, por fin pude salir de la oscuridad. Estoy temblando y sudo frío, salgo de la habitación notando el pasillo de madera.

El mundo interno, he despertado en la habitación de la cabaña en el bosque. 

Sin importarme estar descalzo y lo frío que está aquí corro, bajo las escaleras rápido. Voy a la sala de estar donde están los tres sentados bien abrigados, Ian se mira mal.

Pálido y lleno de moretones. 

Se percatan de mí y me miran raro.

- ¿Apareció otra personalidad? ¿Cuál es tu nombre? - James me sonríe, lo miro confuso, me señalo y río burlesco.

- Soy Ethan.

Dos pelaron los ojos incrédulos, Ian maldijo a lo bajo pero logré escucharlo.

- ¿Ethan? ¿Qué te ha pasado? - los dos se levantaron, me toquetearon y hablaban entre sí.

- Nada, alguien me envio a la oscuridad - miro por el hombro de Luke al monstruo, que no hace nada más que quejarse.




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