Miré el reloj de mi padre, eran las siete de la mañana, todos deben estar durmiendo, pero me moría de hambre. Traté de bajar las escaleras por mí sola, utilizaba las dos muletas en una sola mano, mientras me sujetaba con la otra a la baranda, fue algo difícil. Cuando iba por el último escalón Julia comenzó a bajar las escaleras detrás de mí
76 Deberías avisar a alguno de nosotros para que te ayude, puedes caer – Dijo –
77 Pensé que todos estaban dormidos y no quise molestar, además creo que encontré una forma de usar las escaleras sin ayuda, estaré bien – respondí –
78 Deberías tener cuidado
79 Lo tendré – Julia fue a la cocina y la seguí –
80 Despertaste muy temprano hoy
81 No pude dormir muy bien – respondí –
82 Debes estar muriendo de hambre, prepararé unos huevos con tostadas para ti
83 Te lo agradecería muchísimo – Me senté en la pequeña mesa de madera de la cocina – ¿Tú mantienes limpia toda esta casa?
84 No – respondió – De eso se encarga Lina, es nuestra asistenta, ayer le dimos el día libre, pero debe llegar en una hora – Decía mientras freía los huevos
85 Buenos días – Entró Jack – Veo que se levantaron temprano – Jack le dio un beso en la mejilla a Julia - ¿Vas a preparar algo de eso para mí también?
86 ¿Me queda de otra? – preguntó Julia y ambos sonrieron – Aquí tienes querida – Julia puso mi desayuno en frente de mí –
87 ¿Quieres algo de leche Megan? – preguntó Jack mientras rebuscaba en la nevera –
88 Me encantaría – Entonces sirvió dos vasos de leche, puso el mío sobre la mesa y se sentó a mi lado para tomarse el suyo – gracias
89 Quisiera tener la oportunidad para decirte que fuiste muy valiente, salvaste tu vida y la de tus hermanas – Dijo Jack –
90 Por mis hermanas hago cualquier cosa – respondí –
91 Yo hubiera hecho lo mismo por Michael – Julia sirvió su desayuno y el de Jack –
92 Mis dos hijos se quieren mucho – Dijo Julia mientras se sentaba en la mesa – Aunque algunas veces quieren arrancarse la cabeza
93 Es cierto que a veces tenemos nuestras diferencias, pero todos los hermanos las tienen – Alegó Jack –
94 Eso sí es cierto– dije dándole la razón –
95 Ayer en la noche llamaron de la delegación – Dijo Julia – Ya finalizaron los análisis a los cuerpos de tus padres, mañana los trasladarán aquí y quería saber si estabas de acuerdo con sepultarlos en el pequeño cementerio que tenemos en la parte trasera del jardín
96 ¿Tienen un cementerio? – pregunté –
97 Sí, ahí están tus abuelos maternos y durante el tiempo que tus padres vivieron aquí tu padre decidió enterrar ahí también a tus abuelos paternos – Julia me acababa de brindar información nueva –
98 ¿Mis padres vivieron aquí? – pregunté –
99 Sí, durante mucho tiempo – Dijo Julia sorprendida por mi pregunta – ¿no lo sabías? Incluso tu naciste aquí, pero ustedes se marcharon cuando cumpliste un año, Jack era muy pequeño también
100 No sabía nada de esto – dije sorprendida – Mis padres nunca me hablaron de eso, me contaban sobre ustedes, pero lo que acabas de decir es nuevo para mí, igual no es tan importante
101 Bueno ¿Entonces estás de acuerdo con sepultar a tus padres aquí?
102 Sí, claro, me encantaría tenerlos cerca y junto a mis abuelos, es una idea fantástica – dije tratando de mostrar emoción –
103 Será mejor dejar de hablar de este tema, Megan no debe sentirse muy bien – interrumpió Jack –
104 Tienes razón – Dijo Julia –
105 Ya terminé mi desayuno, voy a explorar la casa, me encantaría conocer cada rincón de aquí – Dije, puse mi plato en el fregadero y comencé a ir hacia la sala, Michael venía de ella y uno de sus pies pateó mi muleta, lo que me hizo perder el equilibrio, Michael siguió su camino y ni siquiera se volteó a verme –
106 ¿Estás bien? – Jack se levantó se su silla –
107 Estoy bien gracias – dije mientras Jack me levantaba del suelo –
108 ¿Qué hay para desayunar? – Dijo Michael sentado en su silla, lo miré por encima de mi hombro sorprendida por su actitud, Jack tomó mi muleta del suelo y me la dio –
109 ¿Qué te sucede? – preguntó Jack –
110 Nada ¿Por qué? - respondió Michael –
111 Acabas de tumbar a Megan y ni siquiera te volteas a verla – Jack estaba perdiendo la paciencia – Pídele perdón
112 Fue un accidente – Dijo Michael indiferente –
113 Otra razón para pedirle perdón – Jack se veía muy enojado –
114 Está bien – puse mi mano sobre su hombro – Fue un accidente, no necesita pedirme perdón – no quería causar problemas el primer día que me quedé aquí – Voy a sentarme en las escaleras de afuera, quisiera tomar un poco de aire –
Hice exactamente lo que dije, puse mis muletas a mi lado y sentí el aire frío en mi rostro. La vista del jardín era única, aunque esté en ruinas y descuidado se ve muy bonito, tomé mi cabello y comencé a trenzarlo, desde pequeña hago esto cuando me siento nerviosa, estoy pasando por una situación muy difícil y lo que pasó allá dentro no me gustó nada, la actitud de Michael y ver a Jack enojado me afectó un poco.
Los días comenzaron a pasar uno tras otro, no pude esperar un mejor trato de mis tíos y mis primos, aunque Michael se comportaba un poco arrogante conmigo, pero fuera de eso todo marchaba bien, sepultamos a nuestros padres tal y como habíamos acordado Julia y yo, Ana fue a ver un psicólogo para que le explicara todo, al principio estuvo un poco triste, pero luego fue superándolo poco a poco, lo que más me entristecía es que tal vez ella no recuerde nada cuando crezca, luego de quince días me quitaron la bota, no tenía que depender más de las muletas y mis heridas comenzaron a sanar, cada día el dolor de perder a mis padres se hacía un poco más soportable.
UN MES DESPUÉS…
Estaba en una habitación vacía pintada completamente de blanco, miré mis manos y estaban ensangrentadas, me preguntaba por qué, una fuerza me empujó por la espalda y caí al suelo dejando mis huellas de sangre en él, me giré rápidamente y vi a un chico de espalda junto a la pared, su cabello era negro y rizado - ¿Quién eres? – le pregunté pero no obtuve respuesta, comencé a acercarme lentamente con la mano extendida, el miedo me recorría todo el cuerpo y cada paso que daba me sentía más cerca de la muerte, toqué su hombro y lo giré bruscamente, lo que vi me dio un gran susto, di un fuerte grito y abrí mis ojos con un pequeño salto, estaba de vuelta a mi habitación, me di otro susto y me senté rápidamente cuando vi a Michael parado junto a mi cama observándome – ¿Qué haces aquí? – pregunté alarmada – Mi madre me envió a despertarte, ya es hora del almuerzo y seguías dormida – Ahora bajo – Michael se marchó. Sentí un gran alivio de que solo haya sido un sueño, parecía muy real.
Bajé al comedor y los vi a todos sentados en la mesa, me senté al lado de Melisa y Lina, la asistenta trajo un plato para mí con verduras y un filete
115 Lo siento, pero no me apetece comer, tengo un poco de náuseas – Dije –
116 ¿Estás enferma? – preguntó José –
117 No lo creo, debe ser una indigestión – respondí –
118 Deberías tomar alguna medicina – intervino Julia –
119 No, gracias, ya se me pasará, voy a retirarme
Me levanté de la mesa y fui hacia el estudio, comencé a examinar los libros de las estanterías, me llamó la atención la cantidad de libros sobre historias paranormales y de vampiros que habían, a mí también me fascinan estos géneros, así que tomé uno de ellos ¨La casa embrujada¨ decía en la portada, supongo que es lo mismo de siempre, otra historia paranormal más, lo devolví a la estantería para tomar otro ¨EL cazador de vampiros¨ se llamaba, una de sus páginas tenía una esquina doblada con el nombre de Jack, creo que lo debe de estar leyendo, comencé a leer algunas líneas de esta página ¨EL cazador estaba tirado en el suelo y tenía a su mayor enemigo justo en frente de él, en ese momento se dio cuenta que nada de lo que había aprendido sobre cómo derrotar a un vampiro era real, todo su esfuerzo y años de dedicación fueron en vano, ahora lo único que puede hacer es usar su imaginación…¨ sentí la puerta abrirse y cerré el libro rápidamente, era Melisa
120 ¿Qué estás haciendo? – preguntó –
121 Estaba examinando algunos libros, no hay mucho que hacer aquí y tal vez una buena historia me haga escapar por un momento de esta realidad – respondí –
122 Mientras no me dejes sola en esta realidad, está bien – Dijo Melisa acercándose a mí – Tal vez sería bueno que yo también eligiese uno
123 Deberías preguntarle a José, estos libros son de él – dije devolviendo el libro al estante –
124 ¿No vas a tomar ese?
125 No, al parecer Jack lo está leyendo, además no creo que haya algo interesante aquí, ya he leído muchos libros de estos géneros y siempre es lo mismo – alegué –
126 La verdad es que yo tampoco tomaré ninguno, prefiero ver las películas, no sería capaz de terminar un libro
127 Ya me parecía extraño que mi hermana, Melisa, quisiera leer un libro – puse mi brazo sobre sus hombros y salimos juntas del estudio –
128 Tal vez algún día encuentre uno que realmente me guste – Decía –
129 Si claro – cuando llegamos a la sala encontramos a José –
130 Hola chicas – Dijo nuestro tío - ¿Quieren ir al lago? Es hermoso
131 Claro, nos encantaría, no hemos tenido mucho tiempo para explorar la casa ni su jardín – respondí –
Atravesamos los árboles y cuando llegamos al lago mi tío y yo nos sentamos en el césped, Melisa se acercó a la orilla y con un palo de madera comenzó a remover el agua verde
132 Tío José, dijiste que el lago era hermoso – Dijo Melisa –
133 Los sapos son hermosos – sonreí cuando lo escuché decir esto –
134 Claro – Dijo Melisa para sí misma –
135 Hace un mes que no asisten al colegio ¿Ya decidiste que van a hacer? – preguntó José –
136 Estamos a cuatro meses de las vacaciones de verano y decidí que Melisa y yo repetiremos el curso, creo que debemos tomarnos un tiempo, ninguna de las dos tenemos cabeza para empezar la escuela ahora
137 Estoy de acuerdo contigo, ¿Cómo estás tomando a Michael? Supe que se está comportando mal contigo
138 Sí, pero he aprendido a sobrellevarlo, no quisiera que las cosas entre él y yo fuesen así pero no hay de otra – dije un poco avergonzada, no quisiera estarme quejando –
139 No entiendo por qué Michael se comporta así, trato de mejorar su comportamiento, pero no está dando resultado – Dijo José –
140 Está en una edad difícil, tal vez solo no se ha acostumbrado a nuestra llegada – Hubo un pequeño silencio y bajé la mirada al suelo – Quisiera decirte algo, les he mentido durante todo este tiempo, mis padres nunca nos hablaron de ustedes, solo una vez porque yo encontré un retrato de tí, desde entonces no los mencionaron otra vez – confesé –
141 Sabíamos que nos mentías – Dijo –
142 ¿Lo sabían? – Sentí mucha más vergüenza –
143 Sí, tus padres no tenían ningún motivo para hablarles de nosotros
144 ¿Por qué? – pregunté –
Sentimos un grito de Melisa, me alarmé y la vi caer al agua – ¡Melisa! – Corrí hacia la orilla y estaba a punto de lanzarme, pero José agarró mi mano, se quitó la chaqueta y se lanzó él, estaba muy nerviosa, esperando alguna respuesta, no sabía que tan profundo era el lago y cada segundo que pasaba se hacía una eternidad. José salió con mi hermana y la subió a la orilla, la pobre estaba temblando, tomé la chaqueta de José y se la puse encima - ¿Estás bien? – Decía mientras la frotaba con mis brazos – No sabes cuánto te lo agradezco José – Levanté a Melisa del suelo y entré con ella a la casa - ¿Qué pasó? – preguntó Julia cuando nos vio – José se los dirá, vamos Melisa – Subí con ella hacia el cuarto de baño
145 Voy a dejarte para que te des un baño, si necesitas algo me llamas – Dije –
146 No, espera, no te vallas, tengo mucho miedo, no fue un accidente que me cayera en el lago – la miré extrañada –
147 ¿Qué quieres decir?
148 Algo me haló, creo que había alguien ahí – Melisa parecía muy segura de lo que decía –
149 Estás nerviosa, toma un baño y ve a dormir – me di la vuelta para marcharme, pero Melisa tomó mi brazo –
150 No Megan, espera, estoy segura de que había alguien en el lago, no lo pude ver con claridad, pero estoy segura de que… - Melisa estaba muy alterada –
151 Tranquila – puse mis manos en sus hombros – ¿Crees que podría haber alguien viviendo bajo un lago? – Melisa negó con la cabeza – Son solo los nervios, ahora toma un baño –
152 Está bien – Melisa desistió de la idea –
Bajé a la sala, José le estaba contando a Julia lo que había sucedido, en cuanto me vieron bajar las escaleras ambos se voltearon hacia mí
153 ¿Cómo está Melisa? – preguntó Julia angustiada –
154 Está algo nerviosa, pero estará bien – respondí –
155 Me alegra escuchar eso, voy a pedirle a Lina que prepare un té caliente para ella – Julia se marchó a la cocina –
156 Y yo voy a tomar un baño, estoy todo mojado – José subió las escaleras casi corriendo –
Aproveché que estaba sola y exploré un poco más la casa, caminé hacia el extremo izquierdo de la casa y vi un pasillo muy largo que no había percibido antes, no tenía puertas, solo una al final y ventanas a lo largo de toda la pared que daba hacia el exterior. Me preguntaba que había detrás de aquella puerta ¿Tal vez otra habitación?
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Editado: 12.03.2021