Primavera

1/¿TE CONOZCO?

C A P Í T U L O  1

ELISE

—¿Elise? — esa voz, ese eco que causó en mis enterrados recuerdos.

Tenía a Marion agarrada fuertemente por la extensión que tenía amarrada con una coleta, quería arrancársela por haberme llamado plástica hace unos minutos en el baño. Estaba a punto de dar el ultimo apretón hasta que esa voz retumbó y erizó mi ser. Levanté mi rostro y me encontré con sus ojos mirándome con asombro y un poco de confusión.

—¿Chase? — Marion y yo nos coordinamos para hablar. Mi agarre sobre su coleta falsa se debilitó, mi furia estaba abandonándome.

—¡¿Qué es esto?!— ruge Monette. Suelto a Marion y está cae de frente al piso con un estruendo.

En otro momento disfrutaría verla así, pero Monette está mirándonos muy seria. ¿Qué si me arrepiento de lo que pasó? Pues no, solo lamento el hecho de que no tuve tiempo de arrancarle la extensión a Marion.

Luego de que los fotógrafos tomaran varias fotos, Monette diera una declaración para justificarse por lo sucedido, prácticamente mandarme al diablo y obligarme a dar una declaración donde técnicamente admitía estar bajo mucha presión y que Marion solo fue la gota que derramó el vaso y como medidas disciplinarias me han suspendido el contrato hasta dentro de un mes.

¡Yupi me!

Ahora solo quiero largarme, tenía las ganas, lo iba hacer. Pero Valeria me advirtió que si lo hacía sería catalogada como una niña berrinchuda y que en su agencia solo había espacio para una, ella. Por lo que estoy sentada en la mesa, bebiéndome una botella de vino para ahogar mi enfado y las ganas que tengo de estrellarle esta botella a Marion que está paseándose por toda la fiesta como la estúpida víctima, colgada del cuello de su amante. Estúpida perra, espero que te dé una ETS.

—Quiero otro— dice Anne. Sí niña, lo que me faltaba. Mi sobrina saludando la borrachera. Ruedo mis ojos y bebo la copa.

Empieza a hablar con Travis o más bien a utilizar los encantos que sabe que tiene para que el pobre chico la lleve a la barra. Como quisiera saber lo que trama con ese chico, se lo preguntaría, pero esa niña es más cerrada que mi boca en estos momentos.

—¿Quieres bailar? — pregunta Matt, quitándome la copa y levantándome para llevarme a la pista.

—Si insistes.

Cuando llegamos al centro, enrollo mis brazos en su cuello y empezamos a balancearnos, la canción es una balada, me ayuda a tranquilizarme, además Matt contribuye mucho con eso. No quería romperle el corazón diciéndole que no quería nada serio y que todo fue sexo, que yo no repetía. Alteré esa versión por: me agradas, estoy muy lastimada para aceptarte en mi vida de una manera romántica. Pero siempre puedes venir a mi casa a cocinar y ver Netflix. Nos gustó esa historia y es la que hemos escrito en estos meses, es un buen cocinero, digo, es un buen amigo que de vez en cuando alimenta lo que Anne trata de destruir con esos sándwiches rebosantes en mermelada que me engordan y hacen que Valeria me grite cada vez que puede.

—Estas muy bonita hoy y déjame decirte que esa faceta de chica ruda me puso un poco— murmura y yo sonrió.

—La odio, me llamó plástica y ella es la que les hace competencia a los cartuchos— espeto y la ronca carcajada de Matt se hace oír, decido unirme a mi amigo—Un jalón más y le arranco su extensión, es que te digo, toda ella es falsa y tiene el tupé de llamarme plástica.

—Para que sepas que yo era uno de los que hubiera gritado para que se la arrancaras— chista— pero llego Monette justo cuando iba a gritar "Pelea".

Me abrazo a él para seguir bailando—Eres un gran amigo, Matt. Eres como el vino de mi copa, siempre me hace reír.

—Encantado de ser el vino de tu copa. Siempre puedo emborracharte.

—Voy a pensar que eso no fue con doble sentido.

—Oye, mi primo nos hace señas— nos separamos y vamos donde está Travis con Anne balbuceando en francés, realmente se creyó eso de que Francesa. ¿Anne, qué estás haciendo?

Travis nos cuenta su plan de sacarla de la fiesta, entre los dos se las arreglan para llevar a mi sobrina hasta el deportivo de Travis, cuando están por entrarla en el asiento del copiloto, Anne comienza a moverse y se golpea.

Vamos, Luce ¿Piensas que soy un saco de papas? — oh, mierda.

—Soy Matthew.

Sí, claro, Drew— le da un leve bofetón— quiero llegar rápido para...

Antes de que pueda decir otra cosa por lo que se arrepentirá en la mañana, pongo el cinturón y cierro la puerta del carro.

—La primera vez que se emborracha— la excuso y me encojo de hombros— Travis, no la dejes sola y por la borrachera empezará a decir barbaridades, solo no le hagas caso.

Se van y ruego a todos los santos para que Anne no se le ocurra estropear lo que ha estado construyendo con tanto esfuerzo y anonimato.

Ella me miraba con extrañeza, como si yo fuera una completa extraña. Niña, yo te cambié los pañales y miramos tele juntas. Estamos en el aeropuerto, en una mesa de unos de los restaurantes de allí. Esa niña rubia y de ojos verdes que yo había conocido no la veo reflejada en esta chica.

—¿Tú eres la protegida de Margaret? — dice con cierto desdén. Me sorprende la manera en la que se refiera a su madre.

—Esa misma, Nuvia Alarcón— digo con una sonrisa y estrechando su mano magullada.

—Anne LaBeouf— se quita los lentes oscuros y deja ver un rastro de ojeras en sus ojos— lo que sea que sepas de mí, deséchalo, no quiero que te lleves una mala idea de mí. Estoy aquí para exorcizar mis demonios ¿Entiendes?

No puedo creer que una niñita como ella sea la responsable de todo ese caos que me contaron, Maggie no pudo haber criado a una chica así, ella la amaba demasiado. Esta chica se ve muy golpeada por la vida y aunque se esté haciendo la fuerte conmigo, sé que ha llorado lo suficiente como para llenar un océano.




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