CAPITULO 5: La melodia del destino
Haru:
Siempre en el mismo lugar, viendo a los mismos humanos, haciendo siempre las mismas cosas. Era una vida monótona, una vida sin sentido…me esforzaba por disfrutarla pero era imposible, cada vez que lo intentaba, recordaba mi condena y pensaba: “Si solo viviré hasta los 18 años entonces, ¿No sería mejor solo resignarme y esperar por mi muerte?”.
Ese era la clase de pensamiento que inundaba en mi cabeza cada día, y aunque a veces una pequeña flama de esperanza crecía en mi, era eliminada cada vez que recordaba la cadena que me mantenía aprisionado a este árbol. Pero siempre supe que aquella esperanza volvería a crecer, y aunque estaba destinada a morir y apagarse, seguiría creciendo las veces que fueran necesarias para que se convirtiera en mi fuerza, para algún día poder escapar de mi destino
Y tal parece que no me equivoque, porque esa esperanza volvió a florecer cuando conocí a Sam. Ella solo era una humana, pero era tan amable. Compartimos juntos aproximadamente 3 semanas, solía molestarla y jugarle bromas pero ella solo reía y seguíamos jugando, sin embargo estaba consciente de que todo eso había llegado a un final, después de todo, con el fin de protegerla de mi maldito abuelo, quien había estado merodeando por aquí, tuve que mentirle y gritarle cosas crueles para romper el vinculo que nos unía. De este modo ella me odiaría y se olvidaría de mi en poco tiempo. Admito que solo el pensarlo, dolía, dolía saber que una persona tan importante para mí ya no volvería a mi lado, no volvería a sentir su calidez, y tampoco a oír su melodiosa voz.
-Nunca pregunte por su apellido- Suspire
-PRISTON- Sentí un escalofrió en mi corazón- Samantha Priston, insecto- Comprendí mi temor, había vuelto, ¡el rey demonio había vuelto!, sin embargo ya no le podía hacer daño a Sam
-No sé qué demonios pretendes hacer aquí- dije intentando evitar que mi voz temblara- pero no vuelvas a mencionar el nombre de ella, después de todo ya he roto el vinculo que me unía a Sam
-¿Tanto de importa?, una chica tan frágil a lado de alguien tan inútil como tú, es algo sin sentido- respondió
No respondí, no quise y tampoco era capaz, ¿quizás estaba aquí para matarme? O ¿solo quería asustarme?, cualquiera de las dos era terrible, solo era un niño, un niño con un destino doloroso
-Parece que te he dejado sin palabras, que tal si te muestro algo- Dijo mientras levantaba su mano derecha y creaba un portal, luego mágicamente de ahí, salió Sam inconsciente mientras el portal se iba cerrando y dejaba a Sam en el aire, flotando.
-¿Sam, como fue qué?- tartamudee
Sin embargo, Sam logro abrir sus ojos, estaba confundida pero se veía bien, al parecer solo se había desmayado, me sentí aliviado en ese momento.
-Es tu culpa que ella vaya salir lastimada- El rey demonio sonrió, como si estuviera disfrutándolo
Sentí miedo y rabia a la vez, ¿Por qué siempre que intentaba huir de mi destino, un nuevo obstáculo aparecía y nublaba mi vida de oscuridad de nuevo? , aunque trate de no involucrar a Sam, ahora la veía atrapada por ese demonio mientras que yo me quedaba quieto y sin poder hacer nada. Pero a pesar de mi angustia, Sam me miraba preocupada, como si le importara más yo que ella misma
-Haru…- la tímida voz de Sam me hizo salir de mis pensamientos- No existe algo como el “destino”, aquellas personas que solo se dejan guía de este, acaban devastadas y con sentimientos de culpa dentro de ellos, sin embargo, aquellos que son valientes y son capaces de crear su propio camino, siguiendo su propio corazón, llegan a experimentar sentimientos indescriptibles e imposibles para algunos y al final, son ellos quienes disfrutan de la vida con sus seres más queridos. Tu madre y padre siguieron su propio camino y pudieron disfrutar lo que ellos más anhelaban tener: a ti. Es por eso que todavía hay una oportunidad de que vuelvas a ver a tu madre, debes sacar fuerza de tu interior y escuchar a tu corazón, recuerda que tu madre fue valiente así que tú también debes serlo, de esa manera podrás romper esa cadena para gozar de tu preciada vida
Sam sonrió al terminar sus hermosas palabras. ¿Cómo podía decir esas palabras aun cuando se encontraba en peligro?, aunque me sorprendía la madurez de Sam en sus palabras de alguna manera ella era alguien que no perdía la esperanza y se mantenía positiva ante cualquier situación. Sam siempre se destacó por eso durante el tiempo que pasamos juntos. Ahora el problema era, ¿Qué es lo que debería hacer yo ahora?, no me importaba si no iba salir de aquel árbol, si moriría al los 18, solo quería protegerla, a ella, a la única persona que ha estado a mi lado todo este tiempo así que…