- ¿Hola? - esto me resulta muy familiar, me hace recordar el día que me atacó el lobo en el campamento… -Si hay alguien, y esto es una broma, ¡no es divertido! - Vi cómo se me acercaba un perro ¿o era lo que se podía decir perro?, tenía un aspecto extraño.
No le puse cuidado y seguí con mi camino… parecía que me seguían, me volteaba cada minuto y me encontraba con ese mismo animal, pero ya no era uno, sino dos.
- Tranquilos perritos, No tengo comida -
De un arbusto salieron otros tres, ¿Qué está pasando?, no me detuve averiguarlo, sino que salí corriendo lo más rápido al bosque.
De todos los lugares que había para ocultarse tuve que elegir el bosque, el lugar que más beneficia a los lobos y a perros extraños.
Estaba cansada hacía un buen tiempo que había entrado al bosque, me senté en el tronco de un árbol y me quedé dormida. No sabía a qué hora era, pero lo que sí sabía era que si no volvía pronto a casa sería comida de lobo.
- ¿Qué estás haciendo aquí?, es peligroso estar aquí – me di la vuelta y vi a mi salvador
- Adrián, qué alegría verte, soy yo Ashley -
- Sí, ya sé quién eres, pero no has respondido mi pregunta -
- Perdón, me perdí y no encontré el camino a casa -
- Pero si ibas por un camino recto y nada complicado - iba contarle la verdad, pero me acordé de que él se fue por el otro lado. - ¿Cómo lo sabes? Yo estaba sola en ese entonces - vi como su rostro se ponía pálido y empezó a ponerse nervioso, de hecho, solo dijo una cosa y era acompañarme a casa, pero al momento en que me dejó algo me dijo que tenía que seguirlo y así fue…
Seguí a Adrián por todo el bosque y no fue hasta un claro que pude descubrir lo que guardaba…
- ¿Nadie te ha seguido? - hablaba con James y Ryan - No, casi me descubre Ashley, pero ya está a salvo en su casa -
- Que bien, estoy seguro que a tu madre no le hubiera gustado que la manada "Red Moon" se hubiera topado con ella - dijo James con tono preocupado.
- Si... vieron que cara puso cuando se enteró que el Alfa de esa manada había sido quien atacó a Ashley, por poco lo mata - repuso Ryan con tono burlón
- Eso no es lo que me preocupa -
- ¿Qué es entonces? - parecía una discusión sobre mí, casi no podía escuchar nada, pero lo que sí pude enterarme fue de que un tipo me atacó, pero… ¿no me había mordido un lobo? Con el fin de irme pisé una rama que puso en modo defensivo a los chicos y también hizo que me descubrieran.
- Hola… -
- ¿Qué haces aquí Ashley? - han hablado todos al unísono.
- Perdónenme, quise quedarme en casa, pero la curiosidad fue más fuerte que mi sentido común -
Al parecer a Adrián no le gusto oír eso, estaba frustrado hasta los cielos
- Se suponía que debías haberte quedado en tu casa - me ha mirado con indignación.
- De verdad lo siento - creía que no me perdonaría, pero al final se tranquilizó un poco.
- No importa, será mejor que te digamos toda la verdad - Ryan y James se miraron perplejos.
- ¿Estás seguro Adrián? - le dijo James con cara de preocupación.
- Sí, mi madre estará enfadada un poco, pero aliviada de saber que fuimos los primeros en encontrarla - James y Ryan asintieron con la cabeza.
Luego de un rato de caminar a través del bosque llegamos a un lugar realmente particular
- Ya sé dónde estamos, pero qué hacemos aquí -
Nadie pareció responder, pero no había que esperar mucho tiempo para averiguarlo.
- ¡Adrián! - una voz de mujer sobresalía de todas las direcciones, asustada me escondí detrás de Adrián quien al parecer también estaba igual de asustado que yo, no sabía que sucedía en ese momento, pero de pronto de la nada apareció una mujer, seguramente la de la voz.
- ¿Qué pasa aquí?, ¿por qué llegas a esta hora? y ¿quién es ella? –
- Madre, ella es Ashley, recuerdas, la que William atacó - su voz a duras penas podía hablar, era como si todo el mundo tuviera un gran respeto hacia ella.
- Sí, ya me enteré, pero la verdadera pregunta es ¿Qué hace aquí? -
Me adelante para no causarle más problemas a Adrián
- Es mi culpa, él me dijo que me quedara en casa, pero no le hice caso -
Su mirada penetrante me causaba terror, ya sabía lo que sentía Adrián.
- Bueno, sí es así, supongo que no hay otra cosa que hacer que no sea entrenarte -
- ¿entrenarme? – voltee a ver a Adrián y sus amigos que se habían ¿convertido en lobos?
- Ven, tenemos que hablar… -
Pase toda la noche con la madre de Adrián, ella me contó que todos son licántropos, seres humanos que pueden convertirse en lobo a su voluntad y que mi ataque no había sido un accidente. Al parecer existen varias manadas en todo el mundo y fueron los primeros habitantes del lugar, pero las cosas nunca fueron tan fáciles, un lobo de la manada se había revelado y había reclutado varios lobos a que lo siguiera y que siguieran sus ideales.
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Editado: 03.07.2022