Primer lugar

Vigésima Segunda Pregunta: ¿Revelación?

La temporada de exámenes había llegado a su inicio. Los alumnos de todas las casas de estudios, como es normal, se encontraban por completo estresados por dichas pruebas, tanto así que algunos ni siquiera dormían con tal de tratar de aprenderse todo lo que podían en favor de estar preparados.

Tal era el caso de Ha-Joon, quien se despertó tres horas antes para seguir repasando los temas que sentía tenía debilidad en ellos, forzándose a memorizar cada palabra de lo estudiado. Por su parte, Lìān, Héngwǔ, Kit y Xiāohuàn dormían plácido, aunque, de alguna manera inexplicable, Xiāohuàn continuaba estudiando dentro de su mente. En sus sueños, el chico se veía a si mismo sentado en medio de una habitación blanca, donde continuaba pensando en lo necesario para su examen.

A la par, la persona que ronda al joven de piel negra se encontraba al lado de su cama, cuya mirada estaba clavada en el rostro el muchacho.

—Continúas usando tus sueños lucidos para estudiar un poco. Eres un malcriado, Kuro-kun —mencionaba el hombre de manera burlona, para luego despertar de golpe Xiāohuàn, mas no levantándose, sólo abriendo los ojos de un momento a otro.

El chico, tranquilo, miró su reloj de pared y se dio cuenta que en cinco minutos más debería despertarse, así que, sin mucho apuro se puso de pie, hizo ejercicio, se duchó, desayunó y repasó un poco antes de salir de casa.

Al abrir la puerta, Měiméi estaba ya esperándolo afuera. Aquella chica leía un libro de comunicaciones al aguardar ahí en soledad.

—¡Zǎo ān! ¿Listo para el primer examen?

—Por supuesto —contestó sonriente el chico y ambos caminaron fuera del edificio.

Por parte de los demás, cada uno de ellos se levantaron como si fuera un día normal y también salieron sin repasar al caminar hacia sus facultades. Héngwǔ y Lìān se toparon al salir y se saludaron, hasta se acompañaron fuera del edificio, mas no hablaron sobre nada en el transcurso del viaje. Algunos que les tocó bajar con ellos por el ascensor sintieron el aura de tensión que había entre ambos, una bastante incomoda.

Todos se encontraban ya en sus respectivas facultades y aulas, listos para recibir los exámenes. Mientras todos estudiaban, los primeros lugares del GàoKǎo se veían tranquilos, pues Kit jugaba en su móvil, Héngwǔ leía, Lìān revisaba en su laptop su Weibo y Xiāohuàn sólo veía la pizarra sin decir o hacer algo. El único que parecía estar tenso era Ha-Joon, pues estaba con dos libros repasando, muy frustrado.

Después de una breve espera, los exámenes llegaron y se les dio a todos 45 minutos para terminar el examen, mismo que era abierto y estaban todos diseñados para resolverse en un tiempo corto sin importar la facultad. Treinta minutos era más que necesario para resolver cualquier examen, ya sea de leyes o matemáticas, estaban preparados para ser balanceados.

A los 9 minutos, una persona terminó de presentar. Luego a los 11, a los 13 otras dos y una más a los 14. A los demás que vieron el suceso, se quedaron boquiabiertos, no podían creer que hayan acabado tan rápido de contestar, por lo que decidieron poner más empeño en su prueba.

Como habían quedado, Xiāohuàn fue hasta el auditorio principal de la universidad una vez terminó, y a los pocos minutos llegó Kit al lugar, bastante alegre.

—¡Xiāohuàn! No me sorprende nada que hayas terminado tan rápido —aseguró la chica al ver a su amigo.

—Ni a mí de ti. No han pasado ni 17 minutos y ya estás fuera. Muy sorprendente —alegó el chico, cosa que hizo sonrojar a su amiga.

—¿Cuánto crees que tarden los demás?

—No mucho, evidentemente —respondió Héngwǔ a lo dicho, acompañado de Lìān, quienes estaban ya libres.

—¡Miren esto! Los primeros en salir fuimos los primeros lugares del GàoKǎo. Es evidente que somos una pandilla de chicos excepcionales.

—Excepto por Cha Ha-Joon. —Se burló Lìān de momento.

—Seguramente también ya salió.

—No lo creo. Por sus tiempos en el GàoKǎo, me supongo que no es tan veloz como nosotros —aseguró el de rojo al momento.

—Hay que esperar a los demás, no creo que tarden tanto. Por mientras, ¿por qué no jugamos a algo? —Lo dicho dejó extrañados a Lìān y Héngwǔ, mas no a Xiāohuàn, pues sabía a qué iba todo eso.

Cuando Xiāohuàn y Kit se bajaron el autobús, la chica propuso un plan para saber quién tenía sentimientos más fuertes por el joven, algo que dejó un tanto estupefacto al muchacho.

—Es un juego que se llama «verdad o mentira». Comúnmente la gente le gusta decir dos mentiras para zafar, pero yo sé detectar cuando la gente miente. Así que no te preocupes por que traten de engañarnos —explicó la chica confiada, algo que impresionó a Xiāohuàn.

— ¿Es por eso que estudias psicología?

—No, la realidad quiero ser socióloga. Es otra rama de la psicología, pero es no es lo que importa. Quiero que confíes en mí y aceptes todo lo que propondré después de exámenes. Tendremos unos 10 minutos, porque estoy segura que acabaremos primero que todos, así que estamos algo limitados. Es todo en favor de que Yáng Héngwǔ y Wú Lìān no sospechen —explicó Kit al momento.

—P-pero, ¿eso no sería un poco deshonesto?

—¡Aww! ¡Eres tan lindo, Zhào Xiāohuàn! Mas no te preocupes, me encargaré de no sacarles algo muy personal. Además, les explicaré las reglas y dejaré que elijan jugar o no.

—Aun así…

—¡Vamos! ¿No quieres saber qué es lo que tu corazón realmente siente? Como siempre estamos todos juntos es difícil que pueda decidirse, porque no ves las verdaderas intenciones de ambos, no obstante, una vez que juguemos esto, verás que te será más sencillo. —Las palabras de la chica hicieron que latiera el corazón de Xiāohuàn con esperanza. La verdad es que quería ya elegir a alguien para ya no ilusionar al restante, así le siguió la corriente a su amiga.

—Bien, Kit. Lo haremos así.

—¡Perfecto! ¡No vas a arrepentirte!




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