En la facultad de medicina, Xiāohuàn y Héngwǔ seguían a Kit, misma que parecía conocer a alguien del lugar que podía ayudarles con la investigación sobre Cha Ha-Joon. Algo que sin dudas no iba a ser nada fácil a como estaba ya dilucidando el médico.
Luego de adentrarse a una de las zonas más altas del edificio principal de la facultad, los jóvenes consiguieron llegar hasta unos salones que parecían quirófanos, donde los alumnos estaban practicando usando cadáveres de personas que donaron su cuerpo luego de fallecer en favor de que estos sirvieran a las nuevas generaciones de médicos.
Los jóvenes, intrigados por todo eso, vieron con curiosidad a las personas que estaban ahí, mismos se notaban estar en años superiores a todos, hasta que se toparon en específico con un gāojí que Xiāohuàn ya conocía.
—¿Se puede saber qué están haciendo aquí? —preguntó un alumno que tenía guantes llenos de sangre, bata y cubrebocas, además de una careta plástica.
—Liú Sīmíng gāojí. Duìbùqǐ, estamos aquí…
—¡Éste no es lugar para alumnos que no pertenecen a la facultad de medicina! —mencionó el adulto a los jóvenes, algo molesto—. ¡Zhào Xiāohuàn xīnshǒu! Ni siquiera tú deberías tener qué hacer algo aquí. No vuelvas a traer a nadie, ¿entendiste? —regañó el hombre al joven, quien, apenado, respondió con la mirada baja.
—Duìbùqǐ, gāojí. ¡No volverá a pasar! —respondió apenado el joven, para luego mirar a sus amigos, dándoles a entender que debían irse.
—住手 (zhù shǒu)[Detente]! —dijo una voz desde un pasillo aledaño, de donde surgió otro alumno cubierto como Sīmíng—. Yo les dije que viniera hasta acá a buscarme, Phi’Liú —mencionó aquel joven, observado por el mayor de manera nada amigable.
—¡Qué sea la última vez, Phuwin xīnshǒu! —amenazó el hombre a todos, para luego ver hacia Xiāohuàn—. Más te vale que te pongas a estudiar. Tienes una reputación que mantener —explicó el hombre para luego retirarse, lo que dejó a todos perplejos.
—Phi’Liú parece ser muy duro, pero en realidad es muy buena persona. Además de ser sensual y pervertido —agregó el chico, cosa que incomodó a los jóvenes, excepto a Kit.
—¡Phi’Phun! Perdone por la tardanza —mencionó la chica apenada, a la vez que el medico se quitaba la careta y el cubrebocas.
—No se preocupen. Más bien perdonen que los haya citado aquí, pero tengo practica todo el día —aclaró el gāojí de momento, con una enorme sonrisa.
—Phi’Phun, es un gusto volverlo a ver. No sabía que vendríamos con usted —comentó Xiāohuàn, cosa que extrañó un poco a Kit.
—¿Ah? Phi’, ¿ya conocía a Xiaohuan?
—Sí, tuve el gusto de conocer a Nong Fox en las primeras semanas —confesó el mayor, cosa que dejó a todos extrañados.
—¿Fox? Me gusta como suena. Creo que te diré así de ahora en adelante, Xiāohuàn —aseguró la chica, para luego Phun guiarlos a un lugar menos concurrido en la cercanía, pues se hallaban entre las aulas de práctica, justo donde pasaban muchos alumnos.
Ya estando en un lugar más cómodo, Kit explicó la situación a su superior, mismo que entendió a la perfección cuál era el plan detrás de lo que Xiāohuàn estaba tratando de hacer. Aquello puso a pensar al hombre, más porque no sabía entonces qué era lo que deseaban de él, hasta que Kit habló.
—Phi’, siempre fue famoso en Táiguó por escaparse de clases. Estoy segura que conoce una ruta para salir del campus sin que sea detectado. —Lo dicho por Kit dejó a los jóvenes con los ojos abiertos de par en par, impresionados por aquello. Por su parte, Phun se sonrojó y evitó verlos a la cara, pues no sabía qué opinar sobre ello.
—¡Vaya! ¡No digas esas cosas! Mis nong van a pensar que soy un desobligado…
—Pero Phi’, sí lo es… —agregó la chica, para pronto caminar Phun hacia ella y darle un zape en la cabeza, molesto, mas amistoso a la vez.
—¡Más respeto a tu Phi’!
—¡Kho tho to, Phi’! —Se disculpó la chica mientras se sobaba la cabeza con un ojo cerrado.
—Bueno, a final de cuentas, tienes razón con lo de saber cómo salir sin que me vean. Tengo varios lugares, pero depende cuándo y a qué hora quieren salir para que les diga el mejor lugar. Desgraciadamente tiene que ser rápido, por lo que no les va a da mucho tiempo ni de cambiarse. Tendrán que salir con el uniforme —explicó el superior, algo que alarmó a los chicos.
—Creo que salir con el uniforme está bien. Si nos ven sin él, incluso afuera, nos meteremos en todavía más problemas —aseguró el matemático, cosa que hizo reír al gāojí.
—Sí es que te reconocen. Hay que ser inteligentes, pero creo que ustedes no harán ninguna maldad de verdad. ¿O sí?
—Posiblemente iremos a Hánguó. —Aquello dejó a los muchachos boquiabiertos, sobre todo a Xiāohuàn.
—¿Shénme?
—¿Puedes ayudarnos, Phi’? —preguntó la chica al ver el rostro serio y alegre del hombre, mismo que tenía una mano sujetando su barbilla, pensativo y sonriente.
—Claro que puedo, y lo voy a hacer. Con una condición. —Esto fue dicho de una manera sombría, se notaba que el hombre iba en serio con lo que pensaba pedir. —¡Súbeme a 足金(zú jīn)[Oro puro] en Shén míng de zhàn luàn! —Xiāohuàn y Héngwǔ casi se caen de la impresión al escuchar la petición casi ruego del mayor hacia Kit, la cual sonrió ante eso, tranquila.
—Claro que sí, sabes que cuentas con eso —respondió la chica para luego reír confiada, lo que dejó todavía más confundidos a los muchachos.
—Phi’Phun, ¿también juega Shén míng de zhàn luàn?
—Así es, nong Fox. Sólo que no soy bueno —confesó el hombre, cosa que negó Kit.
—Podrías serlo, pero no quieres esforzarte.
—Tengo mejores cosas qué hacer, como ver BL.
—¿Ya viste el nuevo capítulo de «Bad b…»?
—¡Chicos, concéntrense! ¿Cómo y cuándo saldremos? —preguntó Héngwǔ al interrumpir a Kit, misma que respondió sin muchos problemas.
—Eso lo veremos pronto. Cuando Hānáng lo indique —aclaró la chica y revisó su móvil. Aún no había respuesta del chico de artes, el cual se encontraba en ese momento con Yura y Lìān en el salón de belleza.