Primero loco que cuerdo

Capítulo 4: Alexis Mercier

El día de ayer, herí a mi única amiga con mis palabras. Estuve toda la noche sin poder dormir, con la idea en mi cabeza de "Desearía que esa plática no hubiera sucedido".

Hoy no teníamos clases en la preparatoria, y estando en casa no lograba nada, así que salí a caminar para despejar mi mente.

………

……

Estuve caminando por una cantidad de tiempo indefinido. Estaba tan inmerso en mis pensamientos, que antes de darme cuenta, había llegado al mismo parque del día anterior.

—Ahora este lugar me causa un mal sabor de boca. —dije a la nada.

—¿Por qué? Este parque es hermoso. —comentó una voz detrás de mí.

—¿Eh?, ah solo eres tú. —dije al voltear.

"Es el chico vestido de mago, ¿me pregunto qué hará por aquí? Su espectáculo fue ayer."

—Hoy no estás con tu amiga, ¿puedo saber la razón? —preguntó el chico frente a mí.

—¿A qué te refieres?

—Todos los días los veía irse juntos a la escuela. —comentó el chico— También estuve ahí el día que la defendiste de otro tipo gritando "Yo soy su novio, así que no te le acerques".

—¿Estuviste ahí? —pregunté.

—Así es. —respondió con orgullo— Y déjame decirte, que te comportaste como todo un hombre, aunque era evidente que estabas mintiendo.

"¿Cómo lo supo? Empiezo a creer que este tipo sí puede leer las mentes de los demás."

—¿Fue tan evidente? —pregunté

—Demasiado. La mayoría se dio cuenta en el momento, por eso es que no circularon rumores de ustedes. Pero al parecer, el que sí se lo creyó fue el tipo al que ahuyentaste ¡ja ja ja!

—Supongo que tienes razón. Eso lo explica todo.

—A pesar de todo eso, —continuó el chico— hoy te encuentras deambulando sin rumbo con la mirada al suelo. Tienes cara de que te sacaste la lotería, pero perdiste el boleto.

—El día de ayer, —comenté agachando la mirada— después de tu espectáculo, le dije algo que no debí haber dicho.

—¿Acaso te confesaste a ella y te rechazó? —preguntó el chico con una expresión de lástima.

—¿Qué…? ¡No! Se trata de otra cosa…

—No conozco la historia completa. —comentó el chico— Pero puedo adivinar que el error fue tuyo.

—Tienes razón, el error fue mío.

"Hablar con este chico es increíblemente fácil, siento como si pudiera contarle lo que sea. Es una sensación extraña. ¿Por qué le cuento a un extraño mis problemas personales?"

—Disculpa que te lo diga en este momento pero, olvidé tu nombre.

—No te preocupes. Soy Alexis Mercier, pero puedes llamarme Alex. Soy mago.

—Lo sé, vine a tu show el día de ayer junto a… ella. Pero hoy no traes puesto tu sombrero ni guantes.

—No los uso todos los días. —respondió el mago— Bueno, en realidad sí, pero no todo el tiempo, ese sombrero de copa es pesado ¿sabías?, y su tamaño hace difícil mantener el equilibrio.

—Si es tan difícil, entonces ¿por qué lo usas? —pregunté.

—El que algo sea difícil, no significa que debamos dejar de hacerlo. ¿Hay algo que se te haga difícil de hacer?

"¿Algo difícil? Lo más difícil para mi hasta ahora, es decir cosas buenas de los demás en lugar de guardarlas para mí. Así como hice con Lily el día anterior. No es porque no me guste elogiar a otros, es solo que no estoy seguro de si mis palabras puedan ser bien recibidas o terminen ofendiendo a alguien más."

—Oye Alex, ¿puedo contarte algo? —pregunté.

—Claro. —respondió— Si quieres decirme algo, solo hazlo, no me iré a ningún lado, así que puedes tomarte tu tiempo.

Le conté toda la historia a Alex, sin dejarme ningún detalle. Sentí que este chico podría ayudarme con mi problema si le explicaba la situación, y eso fue lo que hice.

………

……

—Vaya… parece que tienes un problema. —comentó el chico.

—¿Es todo lo que tienes para decir?

—Dime algo. —intervino el chico frente a mí— ¿Alguna vez consideraste que aparte de rara, ella podría ser muy sensible también?

—¿"Sensible"?

—Exacto. —reafirmó su idea— Sensible como un niño pequeño, o en este caso, una niña pequeña. Una persona sensible se derrumba o emociona con el más mínimo estímulo que reciba. Por ejemplo, si le gritas, lo más probable es que llore, y si la felicitas, lo más probable es que sonría.

—Entonces, ella es una chica bastante sensible, ¿y por eso reaccionó de esa manera? —pregunté.

—Es solo una posibilidad. Pero si resulta ser cierto, no te quedaría más opción que hablarle con una voz tranquila, pero sobre todo, con palabras sinceras. Las mentiras, son algo que lastiman muy fuerte a las personas sensibles, debes tener cuidado con eso. Y no temas elogiar a Lily de vez en cuando, estoy seguro de que ella no se enfadara contigo solo por hacerlo.

—… 

—¿Mi consejo te sirvió de algo? —preguntó Alex.

—Sí, de mucho. —respondí— Gracias Alex.

—No hay de que, para eso están los amigos. —respondió dándome una pequeña palmada en la espalda.

—¿Somos amigos? —pregunté sorprendido.

—Por supuesto. Te ofrecí mi ayuda, tú aceptaste contarme tus problemas, y juntos hallamos una solución, en resumen, somos amigos.

—Eso te hace sonar más como un consejero que como un amigo.

—Hmm… supongo que tienes razón. Pero dejémoslo como que somos amigos para que no haya confusiones.

—Está bien. —dije preparándome para correr— Dejémoslo así. Fue un gusto hablar contigo Alex.

—Lo mismo digo… ¿Tú…?

—Es verdad, hasta ahora no te he dicho mi nombre. Soy Tomas Jam de la clase 1-3.

—Y yo soy de la clase 1-2, cuando quieras hablar, puedes venir a buscarme. Ahora vamos, ve por tu chica.

—¡Sí! Espera… ¿cómo sabes que iré a buscarla ahora? —volteé a preguntarle sorprendido.

—Porque confío en que harás lo correcto, —respondió con una expresión sonriente— y eso es, ir ahora. Vamos, date prisa.

—Gracias Alex. Te debo una.

—Si quieres devolverme el favor, entonces déjame verte junto a ella de camino a la escuela una vez más.



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En el texto hay: comedia, drama, romamce

Editado: 03.03.2022

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