Princesa de la inocencia

Capítulo 1

Christie

—Te ves realmente hermosa, has bajado mucho de peso querida—Expresó con voz tierna mi madre.

—Gracias mamá, lo sé y aún debo bajar otros diez kilos para estar perfecta—Contestó orgullosamente mientras daba pequeños bocados a su comida.

—No digas eso, si bajas diez kilos, serás tan delgada que desparecerás de nuestra vista—Agregó mi padre con una sonrisa en su rostro.

—No exageren—Siguió mi hermana entre risas mientras parecía que su plato echaría raíces antes de que ella pudiera terminarlo.

¿Esto era un certamen de belleza, sesión con el nutricionista o una cena familiar? Porque realmente no hay diferencia, aun así, confieso que debe ser reconfortante escuchar ese tipo halagos, de seguro te deben hacer sentir bonita y especial.

En mis dieciséis años habitando esta casa, nunca escuché palabras así dirigidas hacia mí, al contrario, los comentarios de mi madre fueron siempre de desprecio, muchas veces me llamó “asquerosa” o que de nada valdría el ingenio en mi mente, si moriría de un paro cardiaco. Quizás palabras así pueden herir a muchas personas, pero cuando lo vives constantemente, deja de tener tanta importancia.

—Si Emily, te ves cada vez más perfecta—Comenté sin apartar la mirada de mi comida, sólo de esta manera podía soportar los comentarios tan superficiales de mi querida familia.

—Gracias hermanita…—Dijo Emily—Y tu también lo serías si te preocuparas un poco, al menos para no morir joven, si te arreglaras un poco, añadiendo ejercicio no serías tan…tú —Interrumpió mi mamá.

Así era cada vez, siempre que podía, aprovechaba la oportunidad para recordarme las diferencias entre mi hermana y yo, lo sé, lo conozco, sé que no soy lo suficiente, pero ignorando todos mis esfuerzos, ¿Es necesario recordármelo cada vez?

La cena pudo terminar por fin, permitiéndome dar un respiro en las cuatro paredes de mi cuarto. Llorar aquí era lo necesario para retomar mis fuerzas, siempre he detestado llorar frente a otros, que me miren siendo frágil es realmente despreciable, más que cualquier otra cosa.

Para mi madre, en eso se basaba la vida misma, en apariencias que tanto luchaba por proteger, aun cuando nuestra fuente de ingresos provenía de un pequeño restaurante el cual se encontraba en un terreno que nuestro padre había logrado pedir prestado a uno de sus amigos antes de fallecer, solo dependiendo de una efímera promesa entre amigos donde también vivíamos, a pesar de ello, a ella le encantaba lucirse frente a otros, mencionar a su hija que además de una impresionante belleza, había terminado su carrera, yendo en contra del popular pensamiento de “las personas bellas no son inteligentes”.

Belleza, inteligencia, carácter, amigable, sociable, era simplemente perfecta para tener el foco de atención en todo momento. Aunque no la puedo odiar, es mi hermana. A pesar de ello, detesto a las mujeres bonitas.

Esa guerra por mantener sus apariencias mientras ocultan las cosas asquerosas que hacen, solo me provoca un profundo odio, es decir, ¿todo lo que hagan estará bien siempre que sean personas bonitas?, ¿a ellos siempre les irá bien en la vida?, porque eso es lo que parecía, que el requisito para ser feliz estaba en tener las medidas necesarias, usar maquillaje, ropa perfectamente escogida y un peinado que tomaría horas en lograr. Esa lección me quedó claro con los tantos comentarios de mi madre, estos quedaron confirmados cuando confesé por primera vez mi amor, las Brad Hamilton se grabaron en mi corazón cuando dijo: “¿Sabes la importancia de la belleza exterior? Es que, si tienes mucha, la belleza interior se hace cada vez menos importante.”

Con aquellos pensamientos inundando mi mente, comenzaban a salir uno a uno con cada lágrima. Sí, mi vida es triste, pensar que merezco los comentarios de mi madre y otros por ser una “gorda” que no se preocupa por su estado me hace sentir peor. Pero, ¿Por qué soy yo la culpable?, ¿Por qué nadie juzga a las personas bonitas?

Secando mis lágrimas encendí mi computador. “El museo de las perras” era mi manera para desahogarme cuando sentía cuando todo me abatía, en él escribía todos los secretos de las chicas más lindas de la secundaria con el fin de exhibirlas y exponer que las apariencias no lo son todo, anónimamente he recolectado secretos de algunas de ellas, sin embargo, las visualizaciones máximas por publicación han sido de dos personas, aun así, no deja de permitirme liberar un poco todos mis sentimientos.

Hace una semana, pude evidenciar uno de los secretos o más bien, una de las traiciones de una que las más populares y perseguida por todos de la secundaria, ella era Madison Jonhs, heredera de una fortuna, con padres amorosos, con un hermano gemelo amable y perfecto como ella. Pero todo podría cambiar…

Palabras, fotografías, evidencia necesaria…

“Madison Jonhs, popular por actuar amablemente con otros, atender a los amigos cuando más lo necesitan, belleza notable y además…SER UNA PERRA.

El día 3 de marzo fue vista siéndole infiel a Jacob Scott, otro chico de familia acomodada y aparente amabilidad, esto con lo que parece ser un chico de bajo perfil que no sería aprobado por su familia y los estándares puestos por ellos mismos, aun cuando los ojos del chico brillan de amor, duele pensar la manera en la que se lastimarían sus sentimientos al enterarse de la mentira y juego mediático del que toma parte, nuestra informante informó de forma anónima adjuntando las siguientes fotos como evidencia”




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