Princesa de los lobos

Capítulo 37

Media hora. Una maldita media hora es la que llevamos esperando a que uno de ellos diga una miserable palabra, lo cual no ha pasado en todo este tiempo ¡Somos siete personas aquí y nadie dice nada! Admito que mis nervios están a flor de piel, logrando así que mi mal humor se vuelva un poco más grande.

— ¿Pasaremos otra media hora más aquí sin hablar o al fin se dignaran a decir por lo que han venido? — pregunto claramente irritada por todo esto.

El chico de ojos grises se aclara la garganta, mira a sus compañeros y luego enfoca sus ojos en los celestes míos.

— Erin... — comienza, pero guarda silencio y se acomoda mejor en la silla — nosotros si somos hermanos — hago una mueca, pues creí que aquel vampiro solo había dicho eso para que me desconcentrara y él pudiera huir junto a los suyos, vaya que me he equivocado — nuestro padre me ha enviado a ver que estuvieras buen — lo miro con una intensidad que no sabía que poseía, logrando que este se renueva nervioso.

Nuevamente el comedor queda en silencio, un silencio profundo. Lo único que se puede oír es el grito de las madres fuera de la cabaña llamando a sus hijos pues es hora de dormir.

— ¿Cómo es posible que seamos hermano? — pregunto tras unos minutos en silencio — tú eres un vampiro puro ¿No?

Se supone que mi padre es miras vampiro y mitad lobo, ¿Cómo es posible que haya tenido un hijo vampiro, puro? ¿Por qué no es un lobo como él y yo?

— Mi madre era una vampira pura — responde — yo no salí mitad lobo por aquello — ¿Su madre? Bien... Ya me he confundido.

— No entiendo — admito.

— Entrégame la carta Nick — ordena el chico delante de mí, a su amigo.

— Aquí está — le entrega un sobre blanco.

Mi hermano me lo deja en la mesa, justo delante de mí. Dudosa lo tomo en mis manos y tras tomar una bocanada de aire, la abro.

Para Erin.

Hola hija, supongo que sí estás leyendo esto es porque ya has conocido a Coel, tu hermano.

Sé que es difícil comprender todo esto, ¿Por qué no lo sería?, Coel no es bueno explicando cosas, asique es por eso que me ha rogado a que te explique todo por este medio. Él es de los jóvenes que dice todo directamente, sin rodeos algunos y eso en muchas ocasiones causa problemas y condiciones, ni te enfades con él si ya ha dicho algo que no debía.

Lo primero que supongo tengo que decirte es que él es hijo mío, pero no de tu madre. Esto te lo aclaro de principio pues no quiero que te enfades con ella por pensar que te había estado ocultando cosas.

Creo que lo mejor es contarte toda la historia desde el principio ¿No?

Hace más de veinte años atrás conocí a una hermosa mujer que realmente me tenía flechado, ella era una vampiresa pura, en aquel entonces yo ya estaba perdiendo toda esperanza de poder encontrar mi alma, en este caso tu madre. Con la madre de Coel estuvimos saliendo dos años, al cumplir el segundo año me confesó de que estaba esperando un bebé y que ya tenía dos meses, ambos nos emocionamos bastante, pues los vampiros no son muy buenos para tener hijos, es una tarea que se les complica demasiado, muy pocas veces ha ocurrido y que pase ahora es increíble. Ella estaba emocionada, pues sentiría todo lo que las mujeres humanas sienten al tener un bebé. El embarazo de un vampiro, al igual que el de un lobo, dura muy poco tiempos. Al cumplir los cuatro meses de embarazo nació Coel llenando nuestra vidas de alegría, no alcanzo a pasar ni tres meses con su hijo cuando llegaron unos vampiros enemigos a atacar la manada. En aquel atentado muchos de mis seguidores murieron, ella murió aquel día. Realmente la mujer dió todo lo que pudo por salvar a su hijo, hasta cuando ya no tenía fuerzas para nada lo siguió cuidando, gracias a que llegue justo a tiempo, el bebé se ha salvado, pero no pude hacer mucho por ella aquel día. Si no hubiera llegado, hace diecinueve años atrás, Coel hubiera muerto. Dos años más tarde conocí a tu madre, ella el tiempo que pasó con nosotros cuido de una manera encantadora a mi hijo.

Espero que hayas entendido todo y como ya sabrás, yo he enviado a Coel en tu búsqueda. Por favor, acéptalo como tu hermano que es, convivan todo lo que no han hecho en estos largos años.

Realmente espero que con esta carta te hayas quitado más de una duda que seguro rondaba por tu cabeza.

Nos vemos en tres días, te quiero, tu papá.

Dejo la carta en la mesa, me muerdo el labio de una manera nerviosa. Levanto mi mirada y me encuentro con los grises ojos de mi hermano. Es duro admitir que lo es, tengo que admitir que es demasiado complicado y difícil, no lo puedo negar. Él no será un lobo como yo, pero es un vampiro algo que yo también soy, tenemos una parte del ADN del mismo hombre corriendo por nuestro cuerpo, no de la misma mujer, pero si del mismo hombre y eso, por más que me duela pensarlo, lo convierte automáticamente es mi familia, en mi hermano.




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