Príncipe Azul

Viernes y el cuerpo lo sabe

Capitulo 1

ZAIDA

-¿qué haremos este jueves chicas?- pregunto levantando un cerveza mientras me paseo en ropa interior

-Lo mismo que hacemos todos los días Pinki, tratar de bebernos el mundo- me contestan 4 voces uniéndose a mi brindis

Sip, estamos somos 5 futuras odontólogas, preparándose para un jueves de teteo a las 11:00p.m. Somos Carolina, Lisbeth, Laura, Marcela y Yo, veinteañeras sin responsabilidad alguna, de familia de clase media, no millonarias, pero podemos darnos ciertos lujos

- ¿Mixer? - pregunto

- Obvio BOBISSS- contenta Lisbeth, provocando la secuencia de conversación de memes

-Beberemos hasta que nos muramos ramos-

Entre risas, maquillajes llamativos y ropas sugerentes, nos dirigimos a lo que se ha convertido en nuestro cuevas de desmadre, cualquier día de la semana y cualquier momento libre, aprovechando mientras nos dure la juventud el tal divino tesoro, le damos al cuerpo con el cubo del agua hasta que amanezca... en fin. Mixer es una discoteca donde van los Popis, esta práctica se ha vuelto nuestra costumbre al grado que los que nos conocen saben donde nos pueden encontrar, dandolo todo, sin miedo al exito.

Ya en Mixer, bailamos bachata, merengue y perreamos hasta la saciedad y un chin más, mis amigas beben, mientras yo solo las observo, ya que, como conductora designada responsable no puedo beber.

Las horas van pasando, el ambiente está excelente como siempre, pero…, Algo no siento bien, siento que me están acechando y no logro determinar quién es, solo siento unos ojos en la nuca, que me estan dando escalofrios...

 

***

Eliam 

No le quito los ojos de encima, así llevo casi un mes, esperando el momento justo para entrar en acción

-Como te la indicó el psiquiatra- me codea Luís al ver la morena a la que no le quito los ojos de encima

Me llevo la bebida a la boca tratando de ocultar mi sonrisa

-pues…- le digo, dejándolo en duda mientras me levanto a pasos decidido hacia donde está mi futura mujer, la he observado, es una morena que está buenísima, me gusta de los pies a la cabeza, a excepción de su pelo, lo prefiero lacio, es alegre pero muy medida, no toma o rara vez la he visto hacerlo y sabe como defenderse sola, cuando un chico trata de propasarse con ella, de manera amable, sencilla y educada lo manda a freír tuza y si sigue insistiendo pues se lleva una patada en las bolas como regalo de cortesía.

- ¡Ay!!!, disculpa, yo no...- se disculpa la morena con la que acabo de tropezar, fue mi intención ya que ella estaba perdida en su celular y requeria de su atención, trata de limpiarme con las manos o eso creo, porque en vez de mejorar las cosas, las está empeorando, 

- no estabas pendiente por donde caminabas porque venias con el celular- completo por ella y ella asiente, le sonrío para que vea que no le reclamo en el mal sentido, ya que lo hice a propósito, era parte del plan.

-perdón, de verdad- hace un pequeño puchero que sé es propio de ella, la he visto hacerlo otras veces -una de mis amigas tiene crisis existencial y estoy llamando a su prima para que venga a buscarla, pero te compensaré brindándote una fría- me sonríe haciéndome babear, muerdo mis labios brindandole una de mis no fallidas sonrisa persuasiva y le doy la mirada

-Whisky, no tomo cerveza-

-oh, eso escapa de mi presupuesto- dice muy picarona

- acabas de cometer una gran ofensa en mi contra, eso definitivamente me lo debes compensar-

-te ofrecí cerveza, es la disculpa mundial de todo bebedor-

-te haré una contra oferta-

Me mira pensativa -continua- me dice con una negociadora

-te llevo a tu casa, te entrego mi camisa, la lavas y paso mañana a recogerla- llevo a mi boca lo poco que quedó de mi Whisky, mirándola con las cejas entornadas, muerde su pulgar y si yo creía que yo daba la mirada perfecta, pues acabo de descubrir que no, tengo al frente una master.

-bueno- lo piensa mientras me mira a los ojos con una sonrisa que es la que me tiene loco, di que sí, ruego para mis adentros – está bien, pero que conste que ando con un batallón de mujeres cinta negra, expertas en carate, boxeo y Taekwondo- me apuñala el pecho con su dedo tratando de parecer intimidante

-correré el riesgo- asiente, me despido y me dirijo al baño feliz por haber logrado mi cometido.




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