— Danielle, no quiero incomodarte ni nada parecido, es que tu me agradas y me gustaría que tu y mi hermano, bueno ya sabes, jajajaja. — Hazel sonríe intentando hacerme reaccionar.
— Pero si no es tu tipo lo entiendo, igual Gabriel es desagradable y mal genio a veces. — Hazel habla nerviosa tocando mi mano repetidas veces.
— Más que eso Hazel creo que soy su alumna y eso le impide totalmente tener sentimientos románticos. — Reacciono de mi trance bajando a la realidad.
— ¿Osea que te gusta?. — Los ojos de Hazel se abren más de lo normal.
— No he dicho eso, solo digo que por su condición de profesor él no puede estar involucrado con una alumna por lo tanto eso seria imposible.
— Pero Danielle…
Hazel va a continuar hablando cuando suena su celular que mira por un segundo para contestar dejando a medias toda conversación.
— Está bien, bajo enseguida.
— No te vayas Danielle, por favor, voy y vuelvo.
Hazel abandona habitación mientras yo hago lo mismo bajando las escaleras y asomándome a mirar por la ventana como Hazel habla con su novio, estoy entretenida espiando cuando siento que alguien carraspea a mi espalda.
— Es malo espiar a la gente.
— Yo no estoy espinado, solo miro discretamente.
— Jajajaja Danielle. — Él profesor sonríe haciendo que una sonrisa tímida aflore en mi rostro.
— ¿Quieres jugo?, es de naranja.
— Ok. — Me acerco a la encimera que divide la cocina del comedor y observo al hombre sacar el jugo del refrigerador y poner dos vasos frente a mi.
Me acerca uno de ellos con el liquido naranja que bebo lentamente hasta que me doy cuenta que él profesor bebe mientras no despega sus ojos de mi, alejo el vaso de mis labios para toser entretanto el profesor suelta su vaso llegando a mi lado y golpeando con suavidad mi espalda.
— ¿Que paso Danielle?
— Ya paso, ya paso. — Retomo la compostura mientras su mano aun descansa en mi espalda.
Sus ojos vuelven a chocar contra los mios y siento que mi corazón esta por salirse por mi boca, lo miro bajar su vista hacia mi boca y con detención mis ojos ven la suya que realmente se ve muy bien, creo que voy a reducir la distancia cuando siento que se va a abrir la puerta haciendo que de golpe desvié mi vista hacia la puerta al igual que él profesor.
— ¡Que paso! — Pregunto algo alterada.
— Nada, nada. — Hazel entra con el rostro visiblemente afectado.
Me acerco a ella tocando su brazo mientras esta suelta una lagrima.
— ¿Que paso? — Pregunto en un susurro.
— Él fue a una fiesta y beso a otra chica. — La voz de Hazel se escucha algo quebrada.
— ¿Que te hizo que?. — Él profesor de inmediato frunce el ceño.
— No quiero hablar ahora.
— Ok, yo me voy, me hablas cuando te sientas mejor o cuando quieras hablar. — Posiciono mi mano tiernamente en la mejilla de Hazel mientras ella asiente.
La veo rápidamente subir las escaleras para quedarme a solas con él profesor que parece enfadado.
— Yo me voy. — Anuncio nuevamente girándome hacia la puerta, cuando siento una mano en mi brazo.
— No piensas despedirte.
— Si. — En un movimiento rápido acerco mis labios a su mejilla sin darme cuenta que él está haciendo lo mismo, impresionados detenemos nuestro avance hasta quedar a una pequeña distancia de que nuestros labios se toquen.
Nuevamente mi corazón salta desbocado provocando que un sudor se comience a generar en todo mi cuerpo, él profesor de inmediato se separa de mi y ambos nos quedamos sin palabras que decir.
— Adiós. — Digo rápida mientras salgo disparada del lugar sin esperar respuesta alguna.
Mientras camino con desesperación y adrenalina corriendo por mi cuerpo no puedo dejar de pensar en el casi beso, « ¿Que fue eso?, ¿Quería que me besara?, no, no reacciona Danielle, reacciona. » Llego a la puerta de mi casa en tiempo récord.
Entro en ella casi corriendo en dirección al baño, me desprendo de toda mi ropa antes de entrar a la regadera y que el agua calme mis nervios, mariposas y todo mi sistema.
El agua tibia baja por mi cabeza y él sigue ahí, cada vez que lo pienso, más cosas se mueven dentro de mi y por unos breves segundos puedo imaginar en mi cabeza lo que sería poder besar sus labios sin temor a que algo malo sucediera.
— Como me gustaría tener más edad y no ser su alumna. — Susurro con los ojos cerrados pero luego de que he dicho esto pongo una mano sobre mi boca sorprendiéndome de lo que acabo de decir. « Pero estas loca, estoy loca. »
Salgo de la ducha envolviendo mi cuerpo en una toalla y dando pasos para llegar a mi habitación.
« Tengo que reaccionar. » Cierro la puerta y me siento en la silla del escritorio por un instante.
— Racionalizar, racionalizar. — miro mi reflejo en el espejo que da de frente a mi sin saber como auto aconsejarme.
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Editado: 07.03.2020